La clasificación anual realizada por el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) y hecha pública este jueves, sitúa en primera posición a la República Democrática del Congo, que cuenta con “más de cinco millones” de personas desplazadas internamente. Un millón adicional ha abandonado la RDC y huido a países vecinos, donde viven como refugiados.
EB / Idaed / americaeconomia
Ese país sufre “una de las peores crisis humanitarias del siglo XXI. Una combinación letal de violencia en espiral, niveles récord de hambre y negligencia total ha provocado una megacrisis que justifica una megarespuesta”, explicó el secretario general del NRC, Jan Egeland.
Un año más, las crisis en África dominan el índice que elabora la organización humanitaria, en la que a la RDC le siguen Camerún, Burundi, Venezuela, Honduras, Nigeria, Burkina Faso, Etiopía, República Centroafricana y Malí.
Por primera vez, Honduras en la lista. Fuera de África sobresale la crisis en Venezuela, que en la clasificación de 2019 ocupaba el quinto puesto y en la de 2020 escala hasta la cuarta posición.
“Los venezolanos continuaron sufriendo bajo la presión de siete años de caída libre económica e hiperinflación, y un impás político en 2019 provocado por el presidente de la Asamblea Nacional liderada por la oposición, que se declaró él mismo jefe de Estado”, indicó la organización humanitaria.
Según el NRC, más de cinco millones de venezolanos han huido del país debido a “la represión y escasez de alimentos y medicinas desde 2014, convirtiéndola en una de las mayores crisis de desplazamiento en el mundo”.
“Mientras el flujo de personas fuera de Venezuela en 2020 se contuvo por el cierre de fronteras y las restricciones de movimiento debido a la pandemia (de covid-19), las medidas plantearon problemas de protección para refugiados y migrantes en movimiento”, señaló.
En la clasificación entra por primera vez Honduras, “devastada por dos tormentas tropicales en 2020”, que se sumaron a “años de inseguridad alimentaria crónica, bandas criminales, violencia de género, cambio climático y desempleo generalizado agravado por las consecuencias económicas de la pandemia”.
El NRC destaca sobre Honduras que “decenas de miles de personas fueron desplazadas por la violencia o perdieron la esperanza de una vida digna en 2020, y se embarcaron en peligrosos viajes en busca de seguridad en México y Estados Unidos”.