El diésel o gasoil es el principal combustible para el traslado de alimentos, medicinas, pasajeros y demás enseres en Venezuela. Al no contar con red ferroviaria para carga, el trasporte es básicamente dependiente de este combustible y se hace imposible la llegada de todo tipo de productos a las ciudades grandes y pequeñas.
EB / Idaed / elciudadano
La escasez de diésel, el principal combustible que mueve los vehículos pesados en Venezuela, especialmente los que transportan los alimentos y moviliza a la población a través del transporte público, parecer haberse constituido en una nueva etapa de las acciones unilaterales coercitivas internacionales contra el país suramericano, que buscan la salida del poder, por cualquier vía, del presidente Nicolás Maduro.
“El diésel o gasoil es el principal combustible para el traslado de alimentos, medicinas, pasajeros y demás enseres en Venezuela”, señaló sociólogo, analista político y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Ociel Alí Lopez, para el portal El Asalto.
Señaló que al no contar con red ferroviaria para carga, el trasporte es básicamente dependiente de este combustible y se hace imposible la llegada de todo tipo de productos a las ciudades grandes y pequeñas.
Dijo que hasta hace algunas semanas, la crisis petrolera no había trascendido hacia el diésel puesto que contaba con una exención que lo dejaba fuera de las sanciones del Gobierno de Estados Unidos. Así, Venezuela podía intercambiar crudo por diésel.
Algo que cambió radicalmente tras la iniciativa de Elliott Abrams, represente de la Casa Blanca para asuntos sobre Venezuela del Gobierno de Donald Trump, cinco días antes de las presidenciales en su país, que incluyó al diésel en la lista de sanciones. “Una jugada política para dejar una gran mina explosiva al nuevo Gobierno demócrata”, opinó Lopez.
En las grandes ciudades, la crisis del diésel había pasado, hasta ahora, inadvertida. Pero ya han comenzado las grandes colas para camiones y transporte en diésel y muchos actores de diverso signo político advierten que lo peor de la crisis económica que ya lleva más de siete años pudiera estar por llegar.
Los principales efectos comienzan a verse entrado el mes de marzo y parte de abril. Muchos actores políticos y económicos prevén que la situación pueda agudizarse.
“Si esta situación se agrava podremos presenciar, en pocas semanas, catastróficas imágenes de cruda escases, comida pudriéndose en sus lugares de origen sin poder ser transportadas, medicinas y vacunas sin repartir a lo largo del país, masas de personas caminando para poder llegar a sus lugares de trabajo, y mucha hambre”, advirtió el sociólogo.
La Federación de Ganaderos de Venezuela (Fedenagas) expresó que “la falta de diésel hace imposible producir y distribuir alimentos (como) la carne, leche y queso”.
Los gremios industriales advierten que los inventarios de diésel, imprescindibles para operar las industrias, alcanzaban para unas semanas.
La Asociación Venezolana de la Industria Química y Petroquímica (Asoquim) planteó que el 80% de la industria tenía problemas graves para abastecerse de este rubro y el 76% tenía problemas con proveedores para obtener materia prima por razones similares.
Esto en medio de la crisis económica mundialmente conocida y en pleno pico de la pandemia que no había golpeado al país tan duramente como en los últimos días.
La doble jugada Elliott Abrams
López aseveró que una vez el daño —no tan colateral— estaba hecho, Abrams pasó a un extraño momento de reflexión. Claro, ya había asumido el nuevo gobierno y Abrams estaba siendo desalojado de su cargo cuando escribió un artículo publicado en el Consejo de Relaciones Exteriores en el que le pedía al nuevo inquilino de la Casa Blanca, eliminar la sanción contra el diésel.
En ese escrito reconocía que este tipo de sanciones hacia Venezuela habían generado un debate interno en el Gobierno estadounidense, debido a que algunos no las consideraban correctas. Pero sobre todo hablaba que con ellas, el presidente Maduro derramaría “lágrimas de cocodrilo”.
Tamaña rectificación no parece cuestión de halcones. “¿Se ha producido un cambio en la política trumpista o el presidente Biden? Ninguna”. Más bien, cree, que podría radicalizar sus posturas hacia Venezuela.
Maduro anuncia plan para regularizas suministro de diésel
Por lo pronto, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, instruyó un plan de 60 días para regularizar la distribución del diésel en el país para beneficio del sector agroalimentario, han reseñado, por su parte, los medios venezolanos.
Maduro aseguró que Venezuela nuevamente está produciendo en las refinerías, pese a que se le ha impedido importar cualquier insumo referido a la industria petrolera.
Recordó que Venezuela está sometida a una persecución mundial en la que se le ha prohibido por vía legal importar cualquier insumo y/o producto vinculado a la industria petrolera.
“Nos han robado barcos que hemos contratado en el mundo para traer gasolina y diesel; se lo llevó el gobierno anterior de los Estados Unidos, se lo robó, los remató y se agarraron la plata”, dijo.
Añadió que además hay una prohibición mundial con amenaza a cualquier empresa del mundo que le venda gasolina o diesel a Venezuela.
“Las sancionan, le congelan los recursos, le cierran las cuentas bancarias, le expropian los barcos”, explicó, por lo que pidió a los productores y trabajadores del campo que tengan conciencia de las medidas que se le han impuesto al país.
El Presidente manifestó que las refinerías ya están en un alto nivel de recuperación por lo que considera que llegó el momento de regularizar el tema del diesel con los productores agropecuarios.
El Jefe de Estado también mencionó los ataques que han recibido tres refinerías que estaban produciendo. “Recuperamos, remontamos y ya estamos produciendo otra vez”, aseguró.
En este orden de ideas, denunció que hay grupos terroristas solamente dedicados a sabotear y atacar los sistemas de funcionamiento de las refinerías.
No obstante, auguró que en un futuro no muy lejano Venezuela estará boyante en la producción de todos los derivados del petróleo.