“Debemos retomar los esfuerzos para alcanzar una declaración de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el impacto negativo de las Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU) en el disfrute de todos los Derechos Humanos, incluido el derecho al desarrollo que coadyuve a la erradicación de esta nociva práctica contra los países del sur”,
Así lo señaló el representante permanente de Venezuela ante la ONU y demás Organismos Internacionales en Ginebra, Héctor Constant Rosales, en su cuenta de la red social X, @h_constant.
Esta sesión se desarrolló con la presencia del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk y de la relatora especial sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales, Alena Douhan, (ONU).
Cabe destacar que recientemente, un total de 33 países, 70 % de los integrantes del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, votó positivamente una resolución en Ginebra, en la que se insta a los Estados a que dejen de adoptar, mantener, aplicar o cumplir medidas coercitivas unilaterales contrarias al derecho internacional, en particular, medidas con efectos extraterritoriales, que crean obstáculos a las relaciones comerciales entre los Estados y afectan los derechos humanos en todo el mundo.
Es relevante aclarar que el término “medidas coercitivas unilaterales”, se refiere a acciones económicas adoptadas por un Estado para forzar un cambio en la política de otro Estado.
Ejemplos de estas medidas incluyen sanciones comerciales en forma de embargos y la interrupción de flujos financieros y de inversión entre países fuentes de remesas y países receptores.
Las medidas coercitivas unilaterales repercuten negativamente en los derechos de las personas para conseguir un nivel de vida adecuado, incluyen alimentos y asistencia médica, vivienda y los servicios sociales necesarios.