23 noviembre, 2024 8:31 am

Por qué Diosdado es quien le puede mover el piso a Maduro

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Diosdado Cabello alegó que solo se sentará con “los dueños del circo”, Trump ahora busca negociar “con quien le puede mover el piso a Maduro”.

Hace unos días se filtró que Estados Unidos inició conversaciones secretas con Diosdado Cabello, el “número dos del régimen”. Aunque este lo negó, 24 horas después Donald Trump y Nicolás Maduro confirmaron los intercambios entre “altos funcionarios”.

Analistas recuerdan que el actual presidente de la Asamblea Nacional Constituyente siempre ha sido una sombra para Maduro, desde los tiempos en que su figura era la que generaba expectativas para suceder a Hugo Chávez. Explican que al ser «el enemigo público número uno del madurismo dentro del chavismo» es quien podría colaborar para avanzar con el fin de la dictadura.

Es común que se le identifique como el “número dos del chavismo”, pero en el juego de poderes dentro del oficialismo venezolano Diosdado Cabello tiene tanto peso como Nicolás Maduro. Fue designado presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) el 19 de junio de 2018 y ejerce como primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) desde el año 2008.

La agencia de noticias AP reveló la semana pasada que Estados Unidos inició comunicaciones secretas con Cabello en julio “la meta del contacto es incrementar la presión sobre el régimen al contribuir con la lucha que Estados Unidos cree está ocurriendo tras bambalinas entre círculos de poder rivales dentro del partido gobernante”.

Cabello lo negó. Dijo que era una “mentira” y una “manipulación”, para luego agregar que él estaba dispuesto a conversar, con la autorización de Nicolás Maduro, con “los dueños del circo”. Esto ocurrió el lunes 19 de agosto durante una conferencia de prensa.

Un día después, el martes 20 de agosto, el Presidente de Estados Unidos Donald Trump confirmó que su gobierno mantiene contactos con funcionarios del régimen de Maduro. “Estamos en contacto. Estamos hablando con varios representantes de Venezuela. Estamos ayudando a Venezuela tanto como podemos. Nos mantendremos al margen, pero la estamos ayudando” y sin precisar nombres señaló que se trataba de funcionarios de alto nivel.

Los dichos de Trump fueron validados por el propio Maduro en cadena nacional de radio y televisión esa misma noche: “Confirmo que desde hace meses hay contactos de altos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos de Donald Trump y del Gobierno bolivariano que yo presido, bajo mi autorización expresa, para buscar regularizar este conflicto”.

Para Carlos Luna, académico de las universidades Central de Venezuela y Católica Andrés Bello y directivo del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales, “el enfoque de EE.UU. dista mucho del Grupo Internacional de Contacto y de la negociación en Oslo.

Estados Unidos es creyente y partidario de la idea de la división o fragmentación del bloque gobernante dominante en Venezuela, que es el chavismo, y esa división va a generar que cada una de las partes que componen este bloque dominante empiecen a luchar por la supervivencia y por salvarse ellos mismos, y bajo esa búsqueda de supervivencia es que tratarán en lo sucesivo de negociar una eventual salida o una eventual transición en el poder”.

Por su parte, Karen Quintero, cientista política venezolana, opina que «podemos estar presenciando un giro importante en la forma y el modo de la negociación o de las negociaciones que hemos visto hasta ahora. Diosdado siempre se mostró reacio a las conversaciones en Oslo.

Era muy evidente que él apostaba a que no prosperaran las conversaciones entre la oposición y los negociadores de Maduro. ¿Por qué EE.UU. toma en cuenta a Diosdado Cabello y no a cualquier otro personero del gobierno de Maduro? Porque Diosdado Cabello es el enemigo público número uno del madurismo dentro del chavismo, es quien le puede mover la silla y quien conoce ‘los secretos de Palacio’».

Ambos analistas destacan la posición de poder que “heredó” Cabello tras el fallecimiento de Hugo Chávez. Quintero recuerda que a finales de 2012 y principios de 2013, cuando ya había dudas de si Chávez se recuperaría del cáncer que finalmente hizo que falleciera, las expectativas de sucesión giraban en torno a Cabello, no a Maduro. «Esa es una tensión que ha crecido y se ha profundizado.

Cabello tiene mucho poder, que ha sabido construir y administrar, generando tentáculos en distintas instituciones». Sostiene que, además, «ellos saben qué sucedió en un episodio tan gris para los venezolanos como fue la muerte de Hugo Chávez, ellos saben los secretos de lo que allí ocurrió. Eso los ha obligado a crear un binomio de poder, queriendo o no, para que haya un acuerdo de gobernabilidad»

Luna enumera la jerarquía de fidelidades de Cabello: “Diosdado es primero fiel a sí mismo, es fiel al legado de Hugo Chávez y no es tan fiel, en mi percepción muy particular, a Maduro. Hugo Chávez era el pater familias del chavismo, cuando él muere empiezan las disputas de poder, y por eso la lealtad de Diosdado a Maduro no es igual a la que le puede tener al legado de Hugo Chávez”.

El jefe de la Constituyente “supraconstitucional”

Las conversaciones secretas de las que habla EE.UU. ya habían sido esbozadas en el pasado. El 30 de abril cuando Juan Guaidó intentó la salida de Maduro a través de la fracasada Operación Libertad, el asesor de seguridad nacional de los Estados Unidos, John Bolton, aseguró que figuras venezolanas como el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino; el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Maikel Moreno; y el comandante de la Guardia de Honor Presidencial y Director General de Contrainteligencia Militar, Iván Hernández Dala habían estado en conversaciones con la oposición desde hace, por lo menos, tres meses. Los tres son hombres de confianza de Nicolás Maduro. Padrino es incluso el Ministro de Defensa que más ha durado en el cargo desde la llegada del chavismo a Venezuela.

Tras la publicación de la nota de AP, la especialista en temas militares y presidenta de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, Rocío San Miguel escribió este tuit: “Diosdado Cabello es el camino más directo, seguro y discreto para una interlocución real de los EE.UU. con buena parte de los militares con poder en Venezuela”.

Luna subraya que la fortaleza de Cabello recae en sus grandes conexiones y su gran influencia sobre el estamento militar. “De hecho, la generación que se encuentra en este momento mandando y la que salió en retiro este 5 de julio son compañeros de armas y son de muy directa relación con Cabello”.

Después de la Operación Libertad, el poder de Diosdado Cabello lució renovado. La confusión generada obligó a Maduro a volver a poner a Gustavo González López en la Dirección del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), hombre de confianza de Diosdado Cabello, quien había sido desplazado de estas funciones en octubre de 2018 después de un incidente que pudo “comprometer la seguridad” de Maduro, según el ex vicepresidente, José Vicente Rangel.

El 27 de octubre de 2018 una caravana de Maduro fue interceptada por cuatro funcionarios del Sebin que portaban armas largas y se enfrentaron con los efectivos de Casa Militar en una autopista principal de Caracas.

En sustitución de González López llegó Manuel Ricardo Cristopher Figuera a dirigir el Sebin, pero el militar ayudó a Guaidó a dejar en libertad al dirigente opositor Leopoldo López, lo que obligó a Maduro a restituir a González López.

“El nombramiento nuevamente del general Gustavo González López, en la dirección del Sebin, no significa fortaleza para Nicolás Maduro, significa triunfo de poder para Diosdado Cabello porque González López está al servicio incondicional del presidente de la Asamblea Constituyente, significando un retroceso en las estrategias que había venido desarrollando Nicolás Maduro para enfrentar a Diosdado Cabello internamente y para restarle poder”, escribió la periodista especializada en la fuente militar Sebastiana Barráez tras los suceso del 30 de abril en Caracas.

Además, Maduro nombró a Alexis Rodríguez Cabello, de quien se dice es primo de Diosdado Cabello, como comandante general del Ejército -el componente con mayor poder de fuego- a principios de julio, lo cual también fue leído como una “concesión al poder” que ejerce el presidente de la ANC .

Cabello conoce muy bien la estructura de las Fuerzas Armadas. Egresó en la misma promoción del Ejército que Rodríguez Cabello en 1987.

Además, ha sido desde la Asamblea Nacional Constituyente -la instancia que avaló las elecciones del 20 de mayo de 2018, que mantienen a Maduro en el poder y que han sido calificadas como fraudulentas- desde donde se ha impulsado una purga hacia los diputados de la Asamblea Nacional (el Congreso), único poder público reconocido por las más de 50 naciones que aceptan a Juan Guaidó como Presidente encargado de Venezuela. Desde la ANC han dejado sin inmunidad parlamentaria a 23 diputados, en lo que va de 2019. 

Nacido en 1963 en Monagas, al oriente de Venezuela, Cabello conoció en los cuarteles a Hugo Chávez, allí este lo sumó para que se le uniera en el fallido golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez del 4 de febrero de 1992. En ese entonces, Cabello tenía el rango de teniente -Maduro lo ascendió a capitán en diciembre de 2013-. La misión de Cabello durante el alzamiento era gestionar las comunicaciones de los insurrectos, pero las antenas fallaron. Por esta acción estuvo en prisión durante 22 meses.

Más tarde, en 1998, fue uno de los operadores políticos de la campaña que llevó a Chávez a la Presidencia y desde entonces ha estado siempre vinculado al poder y ocupado todos los cargos posibles en Venezuela, incluso el de Presidente interino por un breve período en 2002.

Entre 1999 y 2002 fue director de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones. Fue Vicepresidente de la República, entre los años 2000 y 2001, ministro de la Secretaría de la Presidencia (2002), ministro de Interior y Justicia (2002-2003), de Infraestructura (2003-2004), gobernador del estado de Miranda (2004-2008) y al perder esta gobernación frente a Henrique Capriles lo pusieron frente al Ministerio de Obras Públicas y Vivienda (2009-2010).

Su carrera parlamentaria comenzó en 2010, cuando fue electo diputado por su natal estado Monagas. En 2011 fue nombrado Presidente del Parlamento, cargo en el que se mantuvo hasta enero de 2016, cuando asumieron nuevos diputados de mayoría opositora.

Cabello fue reelecto para ese nuevo período, pero renunció para integrarse a la Asamblea Nacional Constituyente, instalada fraudulentamente en agosto de 2017, que ha dicho que sus actos son “supraconstitucionales” y que sus decisiones deben ser acatadas por todos los Poderes Públicos, incluyendo el Ejecutivo.

El breve período en la Presidencia de Cabello ocurrió en 2002, cuando fue a Chávez a quien le dieron un golpe de Estado el 11 de abril. Cabello primero pasó a la clandestinidad para reaparecer el día 13. Chávez permanecía recluido en la isla de la Orchila, así que el entonces vicepresidente debió jurar para asumir la Presidencia provisional. Su primera orden fue enviar a un grupo de militares a “rescatar” a Chávez y el 14 de abril le traspasa el poder.

Cabello ha sido una sombra para Maduro desde diciembre de 2012, cuando Chávez nombró como su heredero a Maduro. Cada uno estaba sentado a uno de los costados del mandatario fallecido: Maduro a su derecha y Diosdado a la izquierda.

Christian Zerpa fue nombrado magistrado del Tribunal Supremo de Justicia de forma express en diciembre de 2015 por la Asamblea Nacional que dirigía Cabello antes de entregar los escaños a los nuevos diputados que se instalarían en enero de 2016.

El abogado huyó de Venezuela a finales de 2018 y reapareció en Estados Unidos en enero de este año, admitió actos de corrupción del chavismo y dijo en una entrevista que Maduro juró como Presidente el 10 de enero ante el TSJ y no ante la ANC porque “tiene miedo de subordinarse ante Diosdado y que él termine dándole un golpe de Estado o tomando una decisión en el ejercicio del poder constituyente y diga que ya no es más Presidente de la República”.

Añadió que Cabello continúa en el gobierno porque “ellos han entendido que juntos son más fuertes y que es la única forma de seguir en el poder”.

Sancionado y buscado por narcotráfico

El 18 de mayo de 2018, Estados Unidos incluyó en la lista de la Oficina de Control de Activos en el Extranjero (OFAC) a Cabello. Lo acusaban de estar involucrado en una extensa y poderosa red de lavado de dinero, corrupción y narcotráfico, en asociación con Maduro, el entonces vicepresidente Tareck El Aissami y otros funcionarios.

Aquí está Tareck El Aissami, junto a Diosdado en el programa Con El Mazo Dando. Escuálidos y gringos oligárquicos temblad, porque aquí están los hijos de Chávez. No Podrán con ellos ni con su moral inquebrantable. Nosotros Venceremos.

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Por otra parte, el 7 de agosto de este año el Gobierno de Suiza ratificó las sanciones económicas y la prohibición de entrada a ese país a 18 altos dirigentes chavistas, incluyendo a Cabello -medidas que se aplicaron por primera vez en marzo de 2018-. Se les acusa de violación de derechos humanos y socavar la democracia en Venezuela. Estas medidas se suman a las impuestas por la Unión Europea en enero de 2018 a Cabello y otros seis líderes del chavismo.

“La justicia en EE.UU. funciona de una determinada manera. Si usted es culpable, pero colabora, puede obtener beneficios procesales varios.

No sé si es para quedar libre o no, pero sí podría haber una colaboración para que en el caso de que sea completamente culpable de todas las causas tratar de generar beneficios por colaboración con el sistema de justicia”, concluye Luna.

Quintero insiste en que así como Cabello alegó que solo se sentará con “los dueños del circo”, Trump ahora busca negociar “con quien le puede mover el piso a Maduro”.

Elibero

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