15 mayo, 2024 3:28 am

¿Será que los chavistas utilizarán a Smartmatic en las elecciones del 6D?

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Entre las dudas que existen sobre las condiciones de la elección parlamentaria convocada para el 6 de diciembre destaca el estado del sistema automatizado de votación. ¿Qué tipo de sistema de votación se utilizará? ¿Quién será su proveedor? ¿Es el sistema diseñado por Smarmatic?

Los rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) sostienen que el 6 de diciembre el proceso de votación será 100% automatizado y contará con todas las garantías técnicas que desde la oposición se han exigido. Según el CNE será el mismo sistema automatizado de votación que se ha utilizado desde 2004.

No obstante, después del incendio ocurrido el 7 de marzo de 2020 en los galpones del CNE en Fila de Mariches (municipio Sucre del estado Miranda) que consumió todo el hardware electoral que se utiliza en Venezuela se desconoce, incluso, la cantidad de máquinas de votación que serán utilizadas.

Sobre este particular Rafael Simón Jiménez, vicepresidente del CNE, sostiene que el organismo comicial en diciembre de 2019 (presidido en ese momento por Tibisay Lucena) “aprobó adquirir 15 mil máquinas de votación por renovación tecnológica. Pero la compra no se había podido realizar porque no había disponibilidad presupuestaria para ello”.

A pesar de tener el cargo de vicepresidente del organismo Rafael Simón Jiménez está fuera de la Junta Nacional Electoral, instancia que preliminarmente toma todas las decisiones sobre la plataforma tecnológica. La Junta Nacional Electoral está integrada por la presidenta del CNE Indira Alfonso, el rector principal José Luis Gutiérrez y el rector suplente incorporado Carlos Quintero.

Ninguno de estos tres rectores ha realizado aclaratorias o precisiones relacionadas con el sistema de votación. La Unidad de Verificación de Datos y Fact-Checking de Efecto Cocuyo intentó obtener alguna declaración formal de los rectores de la JNE sin éxito

Hasta el lunes 27 de julio se desconocen las características del nuevo hardware y software que se utilizará en los comicios. No obstante, existe una reducción significativa en la cantidad de revisiones previstas si se compara el proceso previsto para el mes de diciembre con el desarrollado en el año 2015.

Adicionalmente debe indicarse que hasta el momento se desconoce el alcance de las auditorías propuestas.

En este cronograma destaca significativamente la desaparición de todas las revisiones previstas para el sistema de identificación biométrico, aunque se mantiene entre el 18 y 21 de enero de 2021 “revisiones a los datos de los electores”.

Como ocurrió en los últimos cuatro procesos electorales tampoco se incluyen revisiones a la tinta indeleble, aunque en este caso en particular la ausencia de la tinta indeleble puede asociarse a las normas sanitarias de control del COVID-19.

En el caso de las auditorías de puesta a cero en los centros nacionales de totalización (CNT1 y CNT2) en el cronograma de 2020 no se hace mención específica a la cantidad, ni a la denominación de los centros nacionales de totalización.

Para el evento parlamentario convocado para el 6 de diciembre de 2020 el CNE prevé 14 revisiones al proceso electoral. De éstas, nueve son auditorías a la plataforma automatizada de votación.

  • Auditoría del software de máquinas de votación.5 al 12 de octubre. 12 días.
  • Auditoría al software de totalización. 26 de octubre al 5 de noviembre. 12 días.
  • Auditoría de archivos de máquinas de votación.30 de octubre. 1 día.
  • Auditoría de infraestructura tecnológica electoral.9 al 13 de octubre. 5 días
  • Auditoría de producción de máquinas de votación. 9 al 28 de noviembre. 20 días
  • Auditoría pre-despacho. 29 de noviembre. 1 día.
  • Auditoría puesta a cero de los centros nacionales de totalización. 4 al 5 de diciembre. 2 días
  • Auditoría telecomunicaciones. 5 de diciembre. 1 día
  • Auditoría de datos electorales. 18 al 21 de enero de 2021. 3 días.

De Smartmatic a Ex-Clé

Venezuela dejó de utilizar la votación manual paulatinamente. Este proceso comenzó en 1995 y se extendió hasta 2003. En esos nueve años se utilizó la tecnología de las empresas Indra y Election Systems & Software (ES&S). Esta tecnología consistía en un escaner de reconocimiento óptico para boletas marcados con lapiceros por los electores.

A partir del referendo revocatorio del año 2004 se comenzó a utilizar el sistema ideado por la empresa Smartmatic.

Esta tecnologia fue seleccionado después de una licitación internacional en donde se valoró el costo del sistema y la posibilidad de que el CNE tuviera el control de los códigos fuentes de los programas utilizados, algo que no ocurría con el sistema Indra / ES&S.

En concreto, el sistema utilizado desde el año 2004 está conformado por el software de Smartmatic, bases de datos con la información de los electores obtenida de las diferentes actualizaciones del Registro Electoral, una estructura tecnológica de servidores, equipos de comunicaciones, centros de cómputo, líneas de teléfonos móviles y de telefonía básica, conexiones satelitales, diferentes computadores para el control de los sistemas, máquinas de votación, etc.

A partir del año 2012, se incorporó el Sistema de Autenticación Integrado (SAI) para la identificación biométrica (huellas), para ello se construyó una base de datos con la información de las huellas dactilares de los electores.

El 100% de la automatización del voto Venezuela llegó con la elección presidencial del año 2006 y contó con la participación de Smartmatic hasta el año 2017, cuando la empresa abandonó el país después de denunciar que la presidenta del CNE había manipulado el boletín de participación de la elección de delegados a la Asamblea Nacional Constituyente. La ausencia de Smarmatic ha sido asumida por la filial en Venezuela de la empresa Argentina Ex-Clé

En su web site de Ex-Clé se asegura que sus clientes en el país son el CNE, el Banco de Venezuela, el Banco del Tesoro, Banco Bicentenario y Coco-Cola. En el caso del CNE la empresa argentina mantiene relación comercial con el organismo comicial desde el año 2004. Entre los años 2004 y 2017 el rol de Ex-Clé en la organización de las elecciones venezolanas se limitó a prestar asesoría en el área de identificación biométrica.

La sede de Ex-Clé en Venezuela se encuentra ubicada en la 2da Transversal entre 2da y 3er Avenida de Santa Eduvigis, Municipio Sucre, Estado Miranda. Sin embargo, en esta dirección no es posible contactar a ningún integrante de la empresa. Tampoco a través del teléfono +58 212 283 8984.

La sede principal en Argentina  se encuentra en la siguiente dirección: Paraguay 1896 – 5to Piso, Buenos Aires. +54 11 4815 3488. No obstante, los voceros de la sede principal de la empresa declinan comentar sobre sus operaciones en Venezuela, incluso si éstas operaciones pudiesen violar las sanciones internacionales impuestas por el departamento del Tesoro de los EEUU al gobierno de Nicolás Maduro.

El incendio de marzo

El galpón del CNE en Filas de Mariches (propiedad de la empresa de encomiendas Aerocav hasta el año 2004) se utilizaba para almacenar los equipos de votación, identificación biométrica, tarjetones electrónicos de votación y material tecnología indispensable para las elecciones en Venezuela.

Adicionalmente en este espacio de 6 mil metros cuadrados se realizan tareas complejas como la producción (programación) de las máquinas que se utilizan en cada elección y algunas de las principales auditorías al sistema de votación.

En el incendio del 7 de marzo de 2020 resultó afectada la  infraestructura del galpón, la infraestructura tecnológica instalada (lineas de producción y auditorías) y el parque tecnológico (máquinas y otros componentes)

En el incendio se perdieron:

  • 49.508 máquinas de votación (98,5% de los equipos)
  • 49.323 Ssistemas de Autenticación Biométrica (98, 5% de los equipos).  Estos equipos se usan para identificar al electora biometricamente en cada mesa de votación /máquina.
  • 22.434 inversores de corriente. Los modelos más antiguaos de las máquinas SAES 2500 necesitan utilizar inversores para poder acceder a energía de respaldo (baterias de 12V) en caso de fallos en la red eléctrica. Los modelos mas nuevos de máquinas tienen un inversor integrado.

Adicionalmente se perdieron

  • 582 computadoras portátiles utilizados para los operativos de actualización del Registro Civil y Electoral
  • 400 boletas electronicas
  • 127 mil membranas (estás membranas son de elecciones de cuerpos deliberantes de los últimos 10 años).

Después del incendio se lograron recuperar:

  • 105 mil memorias removibles de las máquinas de votación
  • 24 servidores
  • 562 máquinas de votación modelos SAES 4.300
  • 724 Sistemas de Identificación Integrado.

¿Se salvó el corazón del sistema?

Como se indicó previamente el sistema de votación venezolano está conformado por diversos elementos, y solo el hardware fue destruido en el incendio de marzo pasado, la mayor parte del sistema incluyendo el software, las bases de datos, la infraestructura de los centros de cómputo, los sistemas de comunicaciones, y los servidores. Ninguno de estos componentes sufrió daños.

 Sin embargo: ¿el software que se utilizará el 6 de diciembre es el software de Smartmatic?.

Según explicó la compañía en una nota de prensa el pasado 24 de julio Smartmatic “no tiene trato alguno con el CNE, ni con sus proveedores, ni con Ex-Clé, la empresa integradora argentino-venezolana que provee el soporte al ente electoral en Venezuela desde el 2017 (…)

 El software de Smartmatic no puede ser utilizado por el CNE, por lo que el software a utilizar en la elección de 2020 con las nuevas máquinas compradas a otro proveedor no es el nuestro”.

Sin embargo, los técnicos de la dirección de informática y automatización del CNE consultados por la Unidad de Verificación de Datos y Fact-Checking de Efecto Cocuyo argumentan que, aunque Smartmatic ya no está en Venezuela, el organismo sigue manteniendo el control sobre software de la empresa. Según estos técnicos (no autorizados a declarar) el CNE solo debe limitarse a instalar los programas en los nuevos equipos de votación.

Sobre este punto, los voceros de Smartmatic sostienen que la empresa,  tras casi tres años desde que terminó toda relación comercial con el CNE, “se encuentra en un proceso de querella contra el gobierno de Nicolás Maduro por el fraude de reporte cometido en la elección a la Asamblea Nacional Constituyente de 2017 y los activos expropiados a la empresa ese mismo año”.

En relación con el software y las máquinas la empresa indica que no ha suministrado “máquinas de votación, ni licencias para el uso de su software, ni servicios electorales de ningún tipo al CNE, ni tampoco ha participado en ningún proceso de auditoría, desde que denunció que el CNE había publicado resultados diferentes a los procesados por la plataforma automatizada en las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente realizadas el 30 de julio de 2017″.

Técnicos consultados sostienen que sin la debidas auditorias es imposible conocer si el CNE o Ex-Clé realizaron cambios en los programas de escrutinio, transmisión y totalización que se venía utilizando en Venezuela. Al no poderse comprobar la integridad de estos programas, no es posible asegurar que se trate del sistema que se utilizó entre los años 2004 y 2015.

Una máquina por mesa

Las afirmaciones del vicepresidente del CNE tienen otras implicaciones que pueden sugerir un cambio significativo en el procedimiento de votación de los venezolanos. En las elecciones presidenciales del 20 de mayo de 2018 el CNE habilitó 33.665 mesas distribuidas en 14.400 centros de votación. Esto significa que en cada mesa de votación debían estar inscritos un máximo de 800 personas.

El pasado 23 de julio el CNE realizó el sorteo de funcionarios electorales temporales, incluyendo a los miembros de mesa. El sorteo se realizó pensando en 33 mil mesas de votación.  Esto significa que para mantener la dinámica de votación de los últimos 16 años el CNE necesita más de 40 mil equipos de votación. 33 mil máquinas para las mesas de votación y aproximadamente 15% de equipo adicionales para remplazo y contingencia.

Tomando como referencia que el precio máximo de los equipos que requiere el CNE oscilan, en promedio, en mil dólares, se puede asegurar que el organismo comicial requiere, al menos, 40 millones de dólares para poder recuperar el hardware necesario. Sin embargo, aunque se logren comprar los equipos aún permanece la duda sobre los programas que utilizará el CNE para la votación, escrutinio, transmisión y totalización de resultados.

Según el vicepresidente del CNE solo se comprarán 15 mil máquinas. De ser así y para mantener la estructura de una máquina por mesa de votación el CNE deberá reducir a la mitad la cantidad de mesas disponibles, lo que provocaría que en medio de la pandemia del COVID-19 la vida de electores inscritos en cada mesa de votación sea de, al menos, 3 mil personas.

La otra opción del CNE es cambiar la dinámica de votación para solo utilizar máquinas de transmisión en cada centro de votación. Hasta el 27 de julio no existe precisión sobre estos temas.

EfectoCocuyo

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