El expresidente colombiano Juan Manuel Santos, firmante del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC, pidió este jueves que el Estado mantenga su compromiso con los excombatientes que siguen comprometidos con el proceso y que reprima a los “desertores” que anunciaron un retorno a las armas.
“El 90 % de las FARC sigue en el proceso de paz. Hay que seguirles cumpliendo. A los desertores hay que reprimirlos con toda contundencia. La batalla por la paz no se detiene”, escribió Santos en su cuenta de Twitter, después de que el exjefe negociador de las FARC, Luciano Marín, alias “Iván Márquez”; Seuxis Paucias Hernández, alias “Jesús Santrich”, y Hernán Darío Velásquez, alias “El Paisa”, anunciaran que inician “una nueva etapa de lucha”.
Por su parte, el también expresidente Álvaro Uribe, el más duro crítico de la negociación con las FARC, dijo que en el país nunca hubo paz.
“Aquí no hubo paz, sino el indulto para algunos responsables de delitos atroces a un alto costo institucional”, escribió Uribe también en Twitter.
Los tres exjefes de las FARC aparecieron en un vídeo junto a otros miembros de la organización y culparon al Gobierno de su decisión de retomar las armas.
“La trampa, la traición y la perfidia, la modificación unilateral del texto del acuerdo, el incumplimiento de los compromisos por parte del Estado, los montajes judiciales y la inseguridad jurídica, nos obligaron a regresar al monte”, dijeron en un mensaje leído por Iván Márquez, número dos de las FARC.
“En dos años, más de 500 líderes y lideresas del movimiento social han sido asesinados, y ya suman 150 los guerrilleros muertos en medio de la indiferencia y la indolencia de un Estado”, añadieron.
Por su parte, Rodrigo Londoño, presidente del partido político FARC, se desmarcó de su número dos y aseguró este jueves que la mayoría de los integrantes de la antigua guerrilla sigue comprometida con el acuerdo de paz.
“Las grandes mayorías seguimos comprometidos con lo acordado. Aun con todas las dificultades o peligros que se avizoran, estamos con la paz”, manifestó Londoño, conocido en sus años de guerrillero como “Timochenko”, en respuesta al anuncio de Márquez y los demás disidentes.
En su cuenta en Twitter, Londoño recordó al fundador de las FARC, Pedro Antonio Marín, alias “Manuel Marulanda” y “Tirofijo”, fallecido en 2008.
“Algo que nos enseñó Manuel Marulanda fue a cumplir la palabra. Nuestra palabra hoy es la paz y la reconciliación”, subrayó.
Iván Márquez fue jefe del equipo negociador de las FARC en los diálogos de paz de La Habana y designado senador por el partido de la antigua guerrilla, cargo que no asumió porque a mediados de abril de 2018 se trasladó a un espacio de reunión de excombatientes en Miravalle, en el departamento de Caquetá (sur), donde se le vio por última vez en compañía de El Paisa.
Jesús Santrich, sobre quien pesan una petición de extradición de la Justicia de Estados Unidos por narcotráfico y una circular de la Interpol, llegó a asumir como miembro de la Cámara de Representantes por el partido FARC el pasado 11 de junio.
Sin embargo, a finales de ese mes también desapareció sin dejar rastro después de escabullirse de sus escoltas durante una visita al Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Tierra Grata, en el departamento del Cesar (norte), donde exguerrilleros completan su reinserción a la vida en sociedad.
Los disidentes de las FARC dijeron que buscarán alianzas con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El compromiso con el acuerdo de paz también fue reiterado por otros miembros del partido FARC, como la senadora Victoria Sandino.
“Las razones que expone Iván Márquez en su comunicado son justas, pero la respuesta no es volver a la guerra. Seguimos insistiendo en la posibilidad de la paz”, manifestó Sandino.
El también senador de la FARC Julián Gallo, conocido en sus tiempos de guerrillero como “Carlos Antonio Lozada”, hizo por su parte una llamada a los militantes a que no pierdan la esperanza “de que finalmente lo pactado logre imponerse”.