Las alarmas en Arauca están encendidas desde el arranque del 2022. El 1 y 2 de enero los choques entre el Eln y las disidencias de las Farc dejaron 33 personas muertas, según la Defensoría.

RL / Idaed / Lavanguardia

Este miércoles el reporte es de dos explosiones y la amenaza a un periodista en ese departamento fronterizo con Venezuela.

Según informes de la comunidad, las explosiones se registraron en la vía que conecta a Tame con Arauca capital y Saravena en el sector conocido como la “Y de Beyotes” con artefactos conocidos como tatucos.

Sin que se conozca pronunciamiento oficial por este hecho, los pobladores señalaron que el ataque con explosivos iba dirigido a la fuerza pública que se encontraba de patrullaje por el lugar. No hay reporte de heridos.

Esta es la tercera explosión que se conoce en ese departamento fronterizo en menos de un mes: el primero fue un ataque con carrobomba en Saravena, que dejó a una persona muerta y 20 heridas el pasado 18 de enero, el hecho se atribuyó a las disidencias del frente 28 de las Farc; la segunda fue un ataque con granada en Arauca capital contra la sede de la farmacéutica Oxígeno del Llano.

Intimidación a la prensa

La confrontación que sostienen las disidencias de las Farc y el Eln involucró a la sociedad civil y, en particular, a la prensa. Este miércoles se conoció que los desertores del Acuerdo de Paz del frente 28 de las Farc amenazaron al periodista Emiro Goyeneche.

“Es un panfleto del frente 28 de la Farc donde me amenazaban como periodista, como director de un medio de comunicación comunitario de la región. Nosotros, desde que inició el conflicto entre las dos insurgencias , la verdad, no hemos emitido ningún comunicado de las dos guerrillas”, se escuchó en la denuncia de Goyeneche, director de la emisora comunitaria de Saravena, Sarare Estéreo.

En el panfleto de los disidentes señalan al comunicador de pertenecer a la guerrilla del Eln. La Asociación Departamental de Periodistas de Arauca (ADPA) rechazó las intimidaciones a la prensa en ese departamento.

“Los enfrentamientos entre estos grupos al margen de la ley están perjudicando el trabajo y la integridad de los periodistas, quienes somos ajenos al conflicto y, nuestro único interés, y a la vez nuestro derecho, es informar a la comunidad de lo que pasa a su alrededor”, se lee en el pronunciamiento de la ADPA.