Refinería de Curazao, Di Korsou (RDK), propietaria de la refinería Isla de 335.000 barriles por día en la isla caribeña de Curazao, está demandando a su exoperador Petróleos de Venezuela por 51 millones de dólares en un tribunal del estado de Nueva York, según un expediente fechado el 26 de agosto.
RDK dijo que PDVSA no había realizado pagos mensuales desde principios de 2018 hasta diciembre de 2019, como se requiere en el contrato entre las dos compañías.
El acuerdo de PDVSA para operar la refinería expiró a fines de 2019 y RDK actualmente está buscando un nuevo operador.
La refinería estuvo en gran parte inactiva durante el período en el que PDVSA no realizó los pagos de servicios públicos, ya que una crisis económica en Venezuela y el colapso en la producción llevaron a la empresa a reducir la cantidad de crudo que envió a la refinería Isla, asevera RDK en el documento.
Mal precedente
En marzo pasado, la estatal Refineria Di Korsou ocupó una terminal de almacenamiento de petróleo en Bonaire por otra disputa de pagos con PDVSA.
Curazao buscó la aprobación de una corte holandesa para vender Bonaire Petroleum Corp (BOPEC) y su terminal de almacenamiento de 10 millones de barriles de crudo, en caso de que no reciba lo adeudado por PDVSA, dijo en ese entonces Marcelino de Lannoy, director gerente de RdK, en una declaración difundida en un video.
PDVSA y el gobierno de Nicolás Maduro adeudan miles de millones de dólares a sus acreedores, montos que han subido en los últimos años a medida que la economía de la nación OPEP, que en el pasado recibió ingentes recursos por exportaciones de crudo, colapsó y puso en riesgo muchos de los activos de la petrolera en el exterior.
La estadounidense ConocoPhillips obtuvo en 2018 una orden judicial que congeló los inventarios de PDVSA en Bonaire y otras islas del Caribe para tratar de cobrar un laudo arbitral de 2.000 millones de dólares, aunque la orden se retiró más tarde.
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