Félix Plasencia. Su nombre resonará desde ahora como el canciller de Nicolás Maduro, en lo que parece un intento por refrescar la desgastada imagen de la dictadura en el exterior. Todo esto ocurre en medio de las negociaciones en México con la oposición dirigida por Juan Guaidó y de la proximidad de las elecciones regionales y municipales del 21 de noviembre.
RL / Idaed / ElPitazo
Esta designación es aún más estratégica para el gobierno, considerando que es un funcionario que no está sancionado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos. También cuenta con doble nacionalidad –venezolana y española, ya que es hijo de canarios–. Y además tiene amplias relaciones con China.
Después de los cuatro años turbulentos de Jorge Arreaza frente al despacho y de las sanciones que pesan sobre él, Maduro giró su mirada hacia Plasencia, quien desde octubre del año pasado resguardaba las relaciones con el régimen de Xi Jinping como embajador en el gigante asiático.
Sin perder tiempo
Con menos de una semana en el cargo, Plasencia ya asumió la jerga chavista diplomática. Desde su cuenta en Twitter llama “hermano” al canciller de Cuba, Bruno Rodríguez y agradece al “comandante (Daniel) Ortega” por la “solidaridad con el pueblo” ante las lluvias registradas en los últimos días, mientras le declara “amistad incondicional” a Hossein Amirabdollahian, quien también asumió recién el cargo de ministro de exteriores de la República Islámica de Irán. “Desde la patria de Bolívar y tierra del comandante Hugo Chávez, nos ponemos a su disposición para trabajar codo a codo en defensa del multilateralismo”, le manifiesta.
A Rusia no le tocó un saludo virtual sino personal a través de su embajador en Caracas, Serguei Melik- Bagdasárov, con quien revisó “los temas fundamentales de la agenda bilateral de cooperación” en una cita que sirvió para “ratificar los lazos de amistad entre Rusia y Venezuela que continuarán fortaleciendo en todos los ámbitos, espacios y foros internacionales”
China como epicentro
Félix Plasencia fue director de Protocolo en la Cancillería en 2015, viceministro para Asia, Medio Oriente y Oceanía en 2016 y en 2018 viceministro para Temas Multilaterales.
Ahí está el epicentro de su gestión. Desde su cuenta de Twitter divulga que mantiene contacto con la Cancillería comunista de China a cargo de Wang Yi para “revisar los asuntos más importantes de las relaciones bilaterales”.
La meta del nuevo canciller de Maduro es promover la Asociación Estratégica Integral China-Venezuela. “Es prioridad la cooperación binacional y consolidar la posición estratégica de Venezuela como epicentro natural en toda América” mediante la Iniciativa de la Franja y la Ruta para “ganar-ganar”. ¿Estados Unidos? Ni una sola mención en sus redes sociales.
Lo que deja Arreaza
Con el cambio en la Cancillería, Arreaza pasará al Ministerio de Industria y Producción Nacional, que ocupaba Tareck El Aissami junto con el Ministro de Petróleo. En esta cartera enfrentará la debacle económica del país, mientras observa el evidente desplazamiento que sufre el grupo de poder de la familia de Chávez por el círculo más cercano de Maduro, considerando que Arreaza estuvo casado con Rosa Virginia Chávez, la hija del fallecido Hugo Chávez, con quien tiene un hijo.
Plasencia tiene el campo libre pero con espinas. Tal como le tocó a su antecesor, que maniobró con los demoledores informes sobre violaciones de derechos humanos en Venezuela presentados por la Organización de Naciones Unidas (ONU), la visita al país de la Alta Comisionada, Michelle Bachelet, y la investigación de la misión independiente de la ONU, le corresponderá manejar este frente diplomático que continúa abierto y avanza en la Corte Penal Internacional.
Del tono con el que lo hará se conoce muy poco, ya que cuenta en su historial con escasas apariciones en las dos décadas de socialismo. Una de ellas fue al lado de Jorge Rodríguez cuando estuvo al frente de la Alcaldía del municipio Libertador de Caracas entre 2012 y 2017. Allí Plasencia se desempeñó como director de Relaciones Internacionales de la Alcaldía y como presidente de Fundapatrimonio, institución encargada de la conservación de los edificios históricos de Caracas.