El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, presentó nuevas pruebas que desacreditan la autenticidad y legitimidad de las elecciones primarias de la oposición realizadas el domingo.
En conferencia de prensa ante medios nacionales y extranjeros en el Palacio Federal Legislativo, el diputado consideró un “fraude descomunal” lo ocurrido y apuntó que fueron organizados por los mismos que generaron violencia, “pusieron a un imbécil a autojuramentarse” (Juan Guaidó) y violaron la Constitución.
Rodríguez anunció la convocatoria urgente a una reunión de la comisión verificadora de los acuerdos de Bridgetown, Barbados, entre el gobierno y la oposición de la Plataforma Unitaria, al estimar existe una amenaza que ponen en peligro lo allí firmado.
Lo que hubo el domingo no fue una elección, sino el intento de llevar al país a la zozobra, a la inquietud, a la búsqueda de más sanciones contra Venezuela, denunció.
El parlamentario afirmó que el oficialismo ha sido muy escrupuloso en cuidar lo rubricado en la capital barbadense y van a insistir en ello, pero llamó la atención de que hubo una “violación flagrante” y en los documentos firmados se habla de respetar la Constitución y preservar la paz.
Reiteró que lo sucedido “no fue una elección, sino una farsa” y en Barbados firmaron un acuerdo que garantice que las elecciones sean justas, libres y verificables; lo ocurrido el domingo “no hay manera de verificarlo”.
El presidente del parlamento comentó que se veía venir el gigantesco fraude, lo cual explica el por qué la Comisión Nacional de Primarias no quiso aceptar el concurso del Consejo Nacional Electoral, que brindó su apoyo técnico y logístico para esos comicios.
Entre las irregularidades detectadas, el legislador del Partido Socialista Unido de Venezuela mencionó el desconocimiento de los electores del padrón electoral y de los centros de votación, los cuales dijo fueron nucleados y “luego volvieron a nuclear”.
Remarcó que hubo lugares de votación tan absurdos como baños en casa de familias y nadie sabía si estaba registrado ni dónde estaba su centro de votación.
Rodríguez puntualizó que la capacidad instalada no llegaba al millón de votantes, sino a unos 860 mil como máximo, y aseguró que el conteo real de los que asistieron a sufragar fue 598 mil 530.
Ellos, dijo, están inflando el voto en más de dos millones, por lo que constituye un delito el usurpar la identidad de los venezolanos sin su consentimiento; “hemos mostrado evidencias suficientes que tipifican delitos en Venezuela”.