23 noviembre, 2024 12:22 am

Por qué los venezolanos no pueden esperar a los políticos para comer

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Es urgente activar la agenda económica. Los venezolanos no pueden esperar por los procesos electorales (la única opción que quedó sobre la mesa, por cierto) para poder trabajar, comer, tener gasolina, electricidad, gas, agua potable. Y ya comenzaron a actuar.

RL / Idaed / ElNacional

1. Durante 20 años, tanto la oposición como el gobierno se han enfocado solamente en la crisis política, aun cuando el país venía en caída franca y con múltiples crisis. El razonamiento básico consistía en que la crisis política es la partera de las demás crisis, por tanto, resolviendo la crisis política, automáticamente se resolverían las demás crisis.

2. El anterior argumento es relativamente cierto. La crisis política venezolana tiene una dinámica propia, no depende de las demás crisis para poder solucionarse. Sin embargo, la crisis económica también adquirió, desde hace un año, una dinámica propia. Ya no depende de una previa solución a la crisis política para poder resolverse.

3. Los chinos, por ejemplo, lograron superar la crisis económica sin resolver su crisis de democracia. China sigue congelada políticamente, con un gobierno dictatorial, totalitario, pero lograron superar su devastación económica sin cambiar al régimen político.

4. La hambruna china provocada por el “Gran Salto Adelante” maoísta (1958-1961) dejó más de 30 millones de personas muertas por inanición, es decir, por hambre. Mao arruinó al país. Deng Tsiaoping (el líder sucesor de Mao), hace 40 años, fue quien dio el vuelco radical a aquella crisis económica provocada por el socialismo decrépito de Mao. Demostró, pasándose 100% al capitalismo, que sí es posible superar una crisis económica sin cambio de gobierno. Ya sabemos cómo está China hoy.

5. Sin duda, ese es el status que quisiera Maduro en Venezuela. Pero Maduro no es Deng Tsiaoping, ni el PSUV es el PCChino, ni Venezuela es China. Son realidades muy diferentes. Soy de los que cree que en Venezuela aún hay espacios para intentar acuerdos. Como ya lo dijimos, todos estamos obligados a entendernos para comenzar la reconstrucción del país, y el restablecimiento de reglas de juego democráticas. Todos saldremos ganando. Todos. Es total y absoluto.

6. Es hora de decirlo de una vez: mientras se abren los espacios para comenzar a solucionar la crisis política por la vía electoral (la única opción que quedó sobre la mesa, por cierto), es imprescindible comenzar a caminar en paralelo y en forma simultánea con la solución de la otra crisis: la económica. Esta no puede esperar más.

7. Una solución a la crisis política por la vía electoral ocurrirá a partir de 2022. No antes. La activación de una mesa de negociaciones, en primer lugar, luego la elección de un nuevo CNE equilibrado, definir el cronograma electoral, auditar las máquinas de votación chinas, depurar el REP, y empadronar a la mayoría de los venezolanos que están en el exterior llevará como mínimo un año de arduo e ininterrumpido trabajo.

8. ¿Y qué va a ocurrir con el país durante todo ese periodo? Los venezolanos no pueden esperar por la solución de la crisis política para poder sobrevivir. Es necesario activar un pacto social y político de alcance nacional para reconstruir la economía a partir de las leyes del capitalismo (especialmente las del post capitalismo), restablecer la producción nacional, y normalizar a la mayor brevedad el suministro de servicios públicos (especialmente electricidad, agua potable, gas doméstico, internet y gasolina). Esto es lo más urgente.

Protesta de educadores. Foto: Kenny Linares

9. Los empresarios venezolanos que aún tienen sus ahorros e inversiones en Venezuela, están en condiciones muy precarias en este momento. La devaluación de sus activos ha sido devastadora. Ya no resisten más, es la verdad.

10. Por esta razón, la mayoría de estos empresarios ya están sintiendo la necesidad de propiciar acuerdos con el gobierno para restablecer las garantías económicas en el país, (de manera muy formal), para poder activar sus empresas de nuevo, e impulsar la producción nacional de manera agresiva.

11. Sin duda, esta es una iniciativa individual que cada día está tomando más fuerza. No quieren esperar más por los políticos, especialmente por los tantos fracasos continuos y las promesas de cambio incumplidas (y sin que aparezcan los responsables por ninguna parte).

12. Pero cualquiera acción que se realice en términos individuales, o a través de gremios o grupos empresariales, no tendrá las mismas garantías formales y vinculantes que las que pudiese generar un acuerdo de amplio alcance avalado por la comunidad internacional, y en una formal mesa de negociaciones. Esto es clave para el futuro de las inversiones en Venezuela.

13. A partir de ahora mismo, la agenda económica debe ser un instrumento de trabajo de toda la sociedad venezolana. Chavismo, oposición, empresarios, templos religiosos, y toda Venezuela deben unirse en esta gran tarea. Ya no quedan más opciones. Lo más importante es que con la solución de la crisis económica ganan todos, absolutamente todos los venezolanos, y especialmente la oposición en términos políticos.

14. Pero hay una tercera agenda urgente: la crisis emocional, que es quizás la peor de todas nuestras mega crisis. El odio, la ira, la sed de venganza, la frustración, la tristeza, la impotencia, el miedo, la depresión, la desesperanza son emociones destructivas que hoy controlan la vida de millones de venezolanos. Bajo los efectos de estas emociones nadie es capaz de solucionar de manera asertiva ningún problema.

15. Para lograr el éxito de las negociaciones y de las tareas por venir, son necesarias la mayor unidad nacional posible y una sincera reconciliación entre los venezolanos. Esta tarea debe corresponder, en gran medida, a todas las iglesias, templos, sinagogas y mezquitas del país. Los pastores de Dios deben estar al frente de esta gran cruzada por la paz, el perdón y la reconciliación.

16. Es la hora de las grandes mayorías: de las iglesias, de los trabajadores y sus sindicatos, de los empresarios, de los docentes, de los estudiantes, de los agricultores, de los gobernadores, alcaldes, diputados y concejales… y por supuesto de todos los partidos políticos que decidan estar también al frente de esta gran jornada histórica. Ya no queda más que comenzar a conformar un “todos por Venezuela” para salvarnos de lo peor y edificar a la Venezuela del siglo XXI. Soy optimista.

Finalmente, dejo tres útiles recomendaciones de Peter Drucker a los venezolanos en este intento de poner fin a la confrontación y retomar la ruta del entendimiento democrático para dirimir nuestras legítimas diferencias:

  • “Si quieres algo nuevo, tienes que dejar de hacer algo viejo”.
  • “Hacer lo correcto es más importante que hacer las cosas bien”.
  • “No hay nada tan inútil como hacer con gran eficiencia algo que no debería haberse hecho en absoluto”.

(*) Resumen de la conferencia compartida con los cardenales Baltazar Porras y Jorge Urosa, el nuncio apostólico Aldo Giordano, monseñor Diego Padrón y monseñor Trino Fernández, de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), y más de 40 obispos de Venezuela el pasado 7 de enero de 2021.

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