Gilberto Aparecido Dos Santos, alias “Fuminho”, un prominente narcotraficante vinculado al PCC, ha sido capturado en Mozambique. El sorprendente final de su persecución, que se extendió por 21 años, lleva a plantearse si los líderes actuales de la conocida pandilla de Brasil podrán mantenerse en el poder.
Fuminho, asociado al Primer Comando de la Capital (PCC), fue arrestado con dos socios nigerianos cerca de un hotel de lujo en Maputo, capital de Mozambique, donde había estado alojado desde el 30 de marzo.
Los medios de Brasil informaron que, en el momento de su captura, Fuminho ya había viajado por varios países africanos, y que estaba trabajando con socios comerciales del lugar para organizar planes de narcotráfico y lavado de dinero del PCC. Algunos de esos supuestos planes habrían implicado el trasladado de drogas a Europa.
El arresto del narcotraficante fue el resultado de una operación conjunta entre la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), la policía de Mozambique y la policía federal brasileña.
Fuminho había logrado evadir su captura desde 1999, cuando se fugó de prisión llevándose consigo los registros de sus huellas dactilares. Durante la década del 2000 se dedicó a consolidar el control sobre el suministro de cocaína y armas a Brasil procedentes de Bolivia y Paraguay.
Según Globo, en dos ocasiones intentó en vano liberar al principal líder del PCC, Marcos Willians Herbas Camacho, alias “Marcola”.
Brasil había emitido una nueva orden de arresto contra Fuminho en 2018, tras los asesinatos de los líderes del PCC Rogério Jeremias de Simone, alias “Gegê do Mangue”, y Fabiano Alves de Souza, alias “Paca”, quienes supuestamente habían estado malversando las ganancias de la pandilla.
Lo más probable es que Fuminho se hubiese establecido en Bolivia hasta la caída del gobierno de Evo Morales en octubre de 2019, cuando al parecer perdió muchos socios comerciales en el país y decidió huir, según aseguran varios expertos en comunicación con InSight Crime. Al parecer viajaba por Mozambique utilizando un pasaporte boliviano falso, según O Estado de São Paulo.
Si bien los informes han dicho en muchas ocasiones que Fuminho es un lugarteniente de alto rango del PCC, e incluso que es segundo al mando.
El PCC suele mantener a sus líderes fuera de sus registros internos con el fin de ocultar sus identidades, lo cual alimenta la confusión.
Fuentes brasileñas han dicho que Fuminho es un buen amigo de Marcola, pero no un miembro en pleno del PCC, y que actúa más bien como un “hermano” o “aliado” que obtiene cocaína de Bolivia a través de su propia red y ayuda a consolidar las rutas de narcotráfico en Paraguay; se ha dicho incluso que en dos ocasiones intentó sacar a Marcola de la cárcel”.
Si bien el arresto de Fuminho es una victoria de relaciones públicas para las autoridades brasileñas, no logrará alterar el panorama del narcotráfico en el país en el largo plazo.
Por un lado, la pandilla se ha logrado sobreponer a la pérdida de socios clave en otras ocasiones. Las muertes de Gegê do Mangue y Paca en 2018, por ejemplo, no tuvieron ningún efecto evidente en la actividad del narcotráfico en Brasil o en el extranjero, según dijeron analistas expertos en el PCC .
Y antes de eso, la detención de Elton Leonel Rumich da Silva, alias “Galán”, quien ayudó a Fuminho a transportar armas y cocaína bolivianas, tampoco tuvo un gran impacto.
Marcola ha sido trasladado a numerosas celdas aisladas en el sistema penitenciario brasileño desde principios de la década de 2000, pero esto no parece haber debilitado su capacidad de control.
La pandilla está acostumbrada a trabajar de manera remota a través de una vasta red horizontal de lugartenientes que cambian de manera constante —un sistema que ha facilitado su rápido ascenso en todo Brasil y en el vecino Paraguay, y le ha permitido establecer importantes contactos del narcotráfico en Estados Unidos y Europa.
De São Paulo a Paraguay y más allá: el creciente poder del PCC
Desde principios de la década de 2010, las autoridades brasileñas han hecho llamativos arrestos de figuras que estaban encargadas de sacar cocaína del país y hacerla llegar a diversos rincones del mundo. Esas personas continuaron operando desde las prisiones, como Marcola y la gran mayoría de los líderes del PCC, o bien fueron reemplazadas.
El caso de Fuminho es similar. Se cree que contaba con una extensa red criminal en la provincia de Chapare, Bolivia, y con contrabandistas alrededor de la zona de la Triple Frontera de Paraguay, que le servían para transportar armas y drogas a Brasil.
La red boliviana goza de protección policial, según dijeron expertos criminales a InSight Crime, y el arresto de Fuminho no implica un riesgo de que esta sea desmantelada.
Lo más probable es que Fuminho continúe operando desde el interior de la prisión o que alguien se haga cargo del tráfico de drogas y armas que él solía administrar. Para el PCC, los negocios continuarán inalterables.
Insightcrime