La producción petrolera alcanzó, de manera puntual, en varias jornadas diarias del pasado mes de noviembre, el millón de barriles diarios, pero el esfuerzo de los trabajadores de Pdvsa por instalarse sobre esa cifra se vio arruinado el sabotaje perpetrado contra el Complejo Industrial Muscar, en el estado Monagas.
El complejo Muscar separa el gas propano y otros derivados del gas del petróleo y envía esos combustibles por un gasoducto de 26 pulgadas a otros centros que alimentan a industrias de todo el país. La instalación es una de las infraestructuras medulares claves para el manejo y la recuperación del gas natural asociado al crudo de las unidades de explotación de El Furrial, Carito y Pirital.
Muscar cuenta con cinco plantas de procesamiento con una capacidad de 30 millones de pies cúbicos diarios y se utiliza para alimentar la planta de inyección de gas a alta presión PIGAP I, que se requiere para la extracción de petróleo. Adicionalmente forma parte de la infraestructura que se ha construido para intentar reducir la quema o venteo de gas natural.
Pdvsa informó que el acto terrorista del pasado 11 de noviembre estuvo dirigido contra la unidad de producción de diésel. Derribó la producción de gas propano en 97% y provocó una explosión de gran magnitud que causó cinco heridos y el corte del suministro de gas para las poblaciones aledañas, además de daños directos a la industria petroquímica y la Corporación Venezolana de Guayana (CVG).
La vicepresidenta de la República Bolivariana de Venezuela y ministra de Petróleo, Delcy Rodríguez, atribuyó el hecho a extremistas que tenían como objetivo “el corazón del sistema de gas natural del país”. Al menos 11 personas han sido detenidas como parte de lo que calificó de complot para socavar la economía venezolana.
El ataque generó la consecuente parálisis del resto de los procesos medulares, entre los cuales se incluyen la inyección de gas a los yacimientos productores de petróleo, a las plantas para la generación eléctrica y el despacho de gas para la producción industrial y uso doméstico.
«La explosión quemó un colector clave y el calor causó daños secundarios a los tanques de productos químicos, controladores y otros sistemas, según señalaron las fuentes que pidieron no ser identificadas por tratarse de información que no es pública», indica el medio estadounidense Blomberg.
Como prioridad Pdvsa atendió inicialmente la distribución y suministro de gas a los hogares, para luego, finalmente, tras 15 días de labores, a las necesidades de producción petrolera de la industria.
“El personal técnico realiza maniobras apegadas a los protocolos de seguridad, para resguardar la integridad del personal de la industria petrolera y de las comunidades cercanas”, indica el comunicado de Pdvsa. “Se han atendido en centros de salud a cinco trabajadores con lesiones a causa de la explosión, garantizándoles la atención médica especializada y brindando todo el apoyo requerido”, acota.
El titular de PDVSA indicó que desde que ocurrió el «ataque terrorista», los trabajadores no cesaron en su lucha por restablecer el servicio de gas a la población venezolana, por lo que hoy se encuentra totalmente recuperado, luego de la barbarie por grupos extremistas de derecha, informó VTV.
«Para lograr restablecer la electricidad, para garantizar el gas necesario de las termoeléctricas, así como para otros usos industriales. Nuestros trabajadores se han esforzado para retomar las condiciones adecuadas», dijo el presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), Héctor Obregón.
Por su parte, el supervisor mayor de segregación de gas del complejo, Kabir Serrano, señaló que fueron entre 14 y 15 días de trabajo incansable de la clase obrera para poder completar estas labores y restablecer el servicio, luego del ataque criminal.
De allí que, tras haber alcanzado, de manera puntual, durante varias jornadas, más de un millón de barriles diarios, la producción promedio en noviembre 2024, fiscalizada, comunicada por el Ministerio del Petróleo a la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Opep, cayó a 960.000 barriles de petróleo, cifra que evidencia la primera baja significativa tras un ritmo de alza continua durante 14 meses, desde 762.000 barriles en septiembre de 2023 hasta 989.000 en octubre de 2024.
Apenas faltaba añadir 11.000 barriles diarios en diciembre para marcar la anhelada meta de un millón de barriles por día.
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