Desde Isnotú Maduro mostró a un reducido grupo el video donde el Sumo Pontífice confirmó desde la Plaza San Pedro que firmó la canonización del Beato
Lo primero que hizo el presidente Nicolás Maduro al llegar a Trujillo fue visitar en Isnotú la casa donde nació José Gregorio Hernández, el bautizado Médico de los Pobres y cuya santificación está en proceso.
En el aeropuerto “Coronel Antonio Nicolás Briceño” (San Rafael de Carvajal), lo recibió el gobernador Gerardo Márquez, el diputado Pedro Carreño y autoridades militares. “Allá está el hombre”, comentaban vecinos de Trujillo que estaban esperando en las rejas de la terminal aérea.
De San Rafael de Carvajal, Maduro se trasladó hasta Isnotú para visitar la casa natal del doctor José Gregorio Hernández que a esa hora (3:30 pm) ya estaba rodeada de chavistas, quienes lo recibieron con gritos, aplausos y el “vamos Nico”. Maduro los saludó brazos al aire antes de ingresar al centro espiritual.
De primerito entró a la capilla inicial donde hay una estatua del Médico de los Pobres adornada con un rosario gigante y una inscripción donde dice que allí nació José Gregorio Hernández el 26 de octubre de 1864.
Ya cuando Maduro caminaba hacia el templo principal del santuario, lo llamaron desde la puerta de entrada. “Ya voy, ya voy”, respondió, para luego devolverse a ese portón donde una niña lo abrazó y se tomó una foto con Maduro y su esposa Cilia Flores. Luego entró al capilla del Niño Jesús, hizo la reverencia ante el Santísimo y el sacerdote lo guio hacia una vitrina con objetos que pertenecieron a José Gregorio Hernández, entre ellos un sombrero negro, relicario con uno de sus huesos, residuos de la urna donde fue sepultado y el mantel que se usó para depositar los restos del doctor en la exhumación del 24 de octubre de 1975, cuando lo trasladaron a la iglesia La Candelaria, Caracas.
En el Museo propiamente, Maduro se detuvo a leer los 19 récipes originales con puño y letra del médico José Gregorio Hernández. “Como buen médico, es difícil entenderle la letra”, comentó el Presidente con la cara pegada a los documentos acopiados en un gran retablo.
El sacerdote-guía Mervin Óscar Fuentes iba explicando las obras de arte. En eso llegaron al busto de Pedro Celestino Sánchez, maestro de José Gregorio y quien lo impulsó en su vocación.
En una parte central del Museo estaba el piano de José Gregorio ñ, taburete y tapiz de la época.
Maduro también se detuvo en el cuadro del siniestro que apagó la vida de Hernández, el 29 de junio de 1929. “Ese día él fue a la iglesia a dar gracias a Dios por un aniversario más de su graduación. Al salir atendió una señora enferma y salió a comprar medicina y lo atropelló un carro, a los minutos murió en el hospital José María Vargas”, contó el sacerdote quien le mostró al Jefe de Estado dos fotos originales del sepelio del médico ocurrido el 30 junio 1929.
Al terminar el recorrido, el Presidente mandó a buscar su celular y convocó a todos los presentes para observar un video. Era el papa Francisco conversando con un sacerdote venezolano en la Plaza San Pedro del Vaticano. “En Venezuela hay un pueblo maduro”, comentó el Sumo Pontífice, quien afirmó en esa breve interacción que ya había firmado la canonización de José Gregorio Hernández, detalle que el presidente Maduro ya había lanzado en su programa del lunes pasado.
El Presidente cerró el celular y el padre se colocó la vestimenta apropiada para bendecir una imagen de José Gregorio que le regaron al Jefe de Estado. “Estamos protegidos Cilita”, le dijo mostrándole la pequeña efigie.
Al salir del Santuario, Maduro estrechó las manos de quienes estaban en la calle pegados a las rejas del centro espiritual. De allí salió a la calle y sobrevino la algarabía cuando se montó encima de un vehículo rústico. “Que viva Trujillo, que viva la patria”, decía megáfono en mano y mirando hacia los distintos puntos de la calle donde estaban apretujados sus seguidores.
Ya montado en el Tiuna, manejado por Diosdado Cabello, Maduro enfiló hacia Betijoque donde entregó una Farmapatria en cuyos alrededores se apostaron los chavistas. Al grupo y en ese sitio, se le unió el Presidente, quien camino en medio del gentío la última cuadra antes de llegar al establecimiento farmacéutico.
De regreso, Maduro se detuvo en cuatro caseríos a orilla de carretera, que le esperan en grupos.
Caída la tarde, el Presidente llegó a Valera para inaugurar un CDI donde la niña Daniela Fontana le entregó una réplica de la Nuestra Señora de La Paz “para que siga ayudando a nuestra patria”. La estudiante Michel Delgado agarró el micrófono para saludar al Presidente a nombre de la Federación Venezolana de Estudiantes de Educación Media.
Ya de regreso al aeropuerto de San Rafael de Carvajal, Maduro igualmente se detuvo en varias localidades donde le esperaban simpatizantes. El cierre de la gira fue en las adyacencias del aeropuerto donde había una tarima. “El pueblo de Venezuela está viviendo el renacer de la esperanza revolucionaria”, expresó Maduro frente a la multitud que le respondió con aquello de “y dónde está Trujillo / Trujillo dónde está / Trujillo está en la calle / apoyando a Nicolás”.
Emocionado, el presidente invitó a los trujillanos para que vayan a Caracas el próximo 23 de junio cuando trasladen al Panteón Nacional los restos del trujillano Cristóbal Mendoza, el primer presidente civil que tuvo Venezuela. Antes de despedirse Maduro mandó a colocar la canción del Gallo Pinto para bailarla y presentarse como el ejemplar que dará la pelea a los “nueve patarucos” que lleva la oposición a las presidenciales del 28 de Julio.