Los pacientes renales y familiares protestaron frente a la sede de PDVSA para exigir suministro regular de combustible, que le permita cumplir con el tratamiento médico.
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Los afectados reclamaron que pese a tener disponible 120 litros a precio subsidiado “solo podemos echar 30 litros al mes”.
Jesús Campos, afectado por la enfermedad, manifestó: “Nos estamos muriendo, no podemos caminar, no pueden seguir dándonos 30 litros de gasolina al mes, necesitamos semanal la gasolina”.
El grupo de manifestante aseguró que su bienestar depende del continuo tratamiento que tienen asignado. “Al faltar a una consulta ponemos en riesgo nuestra vida. Queremos vivir y necesitamos de la ayuda del gobierno para que podamos cumplir con las diálisis “, dijeron.
Humberto Abreu aseguró que pasado el mediodía autoridades de la estatal PDVSA recibieron a los afectados indicándoles que hablarían con miembros de la gobernación y de otras instancias para darles respuestas, “Vamos a esperar unos días, pero si no hay respuesta volveremos a protestar, son nuestras vidas las que están en juego”.