Luego de los reiterados reclamos de sus aliados en las distintas regiones de Venezuela, los partidos de la oposición se preparan para cambiar su estrategia y participar en las elecciones regionales, que se llevarán a cabo el 21 de noviembre, en las que estarán en disputa los cargos de gobernadores y alcaldes.
RL / Idaed / Ladiaria
Según se espera que en las próximas horas los partidos de la oposición anuncien una lista unitaria, algo similar a lo que sucedió en las regionales de 2017, la última vez que participaron en una elección, en la que se presentaron como la Mesa de Unidad Democrática (MUD).
En los comicios de 2017, la MUD, una coalición que agrupaba a partidos como Voluntad Popular (Leopoldo López, Juan Guaidó, Lilián Tintori), Acción Democrática (Henry Ramos Allup), Un Nuevo Tiempo (Manuel Rosales) y Primero Justicia (Julio Borges), obtuvo cuatro de las 23 gobernaciones, en medio de denuncias de fraude electoral contra el chavismo liderado por Nicolás Maduro.
En ese momento, el presidente venezolano anunció que destinaría a cuatro “protectores” a los estados de Anzóategui, Zulia, Nueva Esparta y Mérida, justamente los cuatro distritos donde hubo triunfo opositor, quedando estos por encima de la figura del gobernador. Los protectores designados por Maduro, a su vez, fueron los cuatro candidatos del oficialismo en esas regiones.
El cada vez más probable anuncio de la oposición llega en el marco de las negociaciones que oficialismo y oposición están llevando a cabo en una mesa de diálogo en México desde principios de agosto, con la mediación de Noruega. En ese marco, Maduro, que no integra la delegación pero envió a su hijo, Nicolás Maduro Guerra, prometió que tras las elecciones se eliminarán los protectorados regionales.
La participación de la oposición venezolana significa un cambio de rumbo en su estrategia, que pone fin a tres años de boicot que implicó la no participación en las elecciones presidenciales de 2018 y en las parlamentarias de 2020.
La delegación opositora en México, conformada por nueve políticos, busca también que se adelanten las elecciones presidenciales, previstas para 2024. En este contexto, el líder opositor Juan Guaidó dijo el 26 de agosto, en una entrevista con la agencia AFP, que quiere que Maduro deje la presidencia y “se mida” con él en elecciones anticipadas.
“El origen del conflicto es la no elección de 2018, el conflicto es una usurpación en el Ejecutivo… un cronograma de elecciones que transforme una elección en una real solución al conflicto es parte del proceso”, manifestó desde Estados Unidos.
El sábado el Consejo Nacional Electoral (CNE) extendió el plazo para la presentación de candidaturas hasta el miércoles, en lo que se interpreta como un guiño del gobierno para que la oposición pueda finalizar sus negociaciones internas y presentarse a los comicios.
Mientras tanto, se espera que el 3 de setiembre se reanude la mesa de diálogo en México, con la oposición presionando para que haya garantías electorales y se permita la participación de una misión de observación de la Unión Europea, que semanas atrás indicó que, en caso de que los partidos opositores participen, estaba dispuesta a monitorear las elecciones.
Al mismo tiempo, algunos políticos que se encontraban exiliados están pudiendo regresar a Venezuela, con el visto bueno del gobierno, para presentarse en sus regiones, incluso a los que habían sido inhabilitados para ejercer cargos públicos por la Justicia venezolana, que también ha sido seriamente criticada por su rol en la condena de varios referentes de la oposición en los últimos años.