La coordinadora especial de las Naciones Unidas para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, advirtió este domingo de una “catástrofe inminente” en Oriente Medio, en medio de la escalada de tensiones entre Israel y el grupo chiita Hezbolá.
“Con la región al borde de una catástrofe inminente, no se puede exagerar: No hay ninguna solución militar que haga que ambas partes estén más seguras”, comunicó Hennis-Plasschaert.
Las declaraciones de la funcionaria de la ONU, se producen luego del intercambio de ataques entre Israel y la milicia chiíta de Hezbolá, luego de que Tel Aviv mantenga la ocupación de la Franja de Gaza y esté perpetrando un genocidio contra su población.
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, aseguró este domingo que el grupo chií Hezbolá está “empezando a sentir” las capacidades ofensivas israelíes después de una semana de ataques en Líbano que se han cobrado la vida de decenas de sus combatientes.
“Hezbolá ha empezado a sentir el impacto de las capacidades del Ejército, y sienten que están siendo perseguidos”, dijo Gallant durante una visita al centro de control de la fuerza aérea israelí.
No conformes con la tragedia humanitaria que han causado en Gaza y el sitio brutal contra Cisjordania, Israel lleva días bombardeando el sur del Líbano, incluyendo su capital Beirut, lo que en cualquier momento podría desatar una guerra a mayor escala, dado la potencial inclusión de países como Irán, Siria, Irak y Yemen en el conflicto.
Por su parte, el grupo chiita Hezbolá lanzó la mañana de este domingo más de 100 misiles contra Israel, varios de los cuales impactaron contra diferentes objetivos del país hebreo.
El grupo libanés afirmó haber disparado decenas de misiles Fadi 1 y Wadi 2 en respuesta a “los repetidos ataques israelíes que apuntaron a varias regiones libanesas y provocaron la caída de muchos mártires civiles”, añadió Hezbolá.