En el estado de Florida, en Estados Unidos, entró en vigor desde este sábado una nueva ley sobre inmigración que incluye medidas que afectarán a los inmigrantes indocumentados en el ámbito laboral, de identificación, en la educación, el transporte y la salud.
El marco legal fue clasificado como el más duro en este tipo en toda la nación norteamericana. El texto contempla en términos laborales, que las empresas con más de 25 empleados deberán usar un sistema federal que determine si sus trabajadores pueden hacerlo legalmente en el país. Se establecen sanciones penales para quienes utilicen documentos de identificación falsos o suplanten los de otra persona.
Se aplicarán multas de 1.000 dólares al día por contratar a indocumentados, reseñó RT.
Asimismo, se invalidan las tarjetas de identificación y determinados carnés de conducir expedidos en otros estados fuera de Florida.
Se establece que al transportar a sabiendas a un inmigrante ilegal hacia ese estado resultará en cinco años de prisión y una multa de 5.000 dólares. El transporte de cinco o más extranjeros indocumentados, un menor de edad no acompañado o un contrabandista convicto supondrá una multa de 10.000 dólares y hasta 15 años de cárcel.
La medida exige a los hospitales que acepten Medicaid, que recopilen información sobre el estado migratorio de los pacientes e informen al Gobierno del estado. No obstante, no prohíbe la atención médica.
La nueva medida afectará a un aproximado de 770.000 inmigrantes indocumentados que viven en Florida, de acuerdo a datos del Instituto de Políticas Migratorias. Entre los sectores
más afectados se encuentran el de la construcción.
Una caravana llegó a Florida para protestar contra esta nueva ley. Los convocantes han llamado a un paro y a que nadie compre artículos elaborados en el estado para mostrar los efectos de la ley.
