Franco Micucci, arquitecto y diseñador urbano comentó todos los detalles sobre la historia de la construcción de la Torre de David, el tercer rascacielos más grande de Venezuela.

Idaed / mundour

El diseñador urbano comentó que así como la Torre de David, «Caracas tiene que recuperar inmuebles que fueron ocupados ilegalmente y que afectan el valor del inmueble».

«Detrás de la historia de esta torre hay un drama social, las cosas ocurren como evidencia de procesos políticos, económicos y sociales en distintos momentos de la historia» dijo.

Además, recordó que la Torre de David se construyó en los 90, «en pleno proceso de liberalismo económico» y luego se permitió un proceso de ocupación «por la necesidad».

«Los estacionamientos se fueron ocupando de una manera inadecuada y lo llamaban el barrio vertical de Caracas» porque se trataba de una torre que se iba descomponiendo a medida que se le iban agregando fachadas.

El arquitecto resaltó que «el acceso era muy difícil para las personas porque no tenía ascensor y se produjeron dentro de ella muchos procesos delictivos no solo quienes vivían allí, si no también las personas que habitaban a su alrededor».

«No se justifica una operación de este tipo en este momento, porque hay una gran cantidad de casas vacías en este momento y además la Misión Vivienda benefició a muchas personas» dijo.

Micucci resaltó que «pareciera que las personas quieren obtener algún beneficio de esta invasión, algún tipo de ayuda económica» y explicó que su teoría se basa en que «se fueron de manera pacífica el mismo día».

«La Torre de David estuvo a la venta pero el precio del inmueble era enorme y la situación del país no permitía que fuese comprada» recordó el arquitecto y afirmó que «este proyecto no era solo de oficinas, era un centro urbano que tendría hasta hotel».

El también diseñador destacó que «es importante entender que hay un contexto, estas situaciones no pueden ser analizadas como hechos aislados».