México, Brasil y Colombia, que el pasado mes de julio pidieron en conjunto la publicación de las actas desglosadas de los comicios en Venezuela, ahora proponen “una solución venezolana” sobre el conflicto que se ha agudizado desde el extranjero tras la proclamación del triunfo del presidente Nicolás Maduro, dijo la canciller mexicana Alicia Bárcena.
“Estábamos esperando a que el Tribunal Supremo tomara una decisión. Al final, los tres países, México, Colombia y Brasil, estamos muy de acuerdo en que tiene que ser una decisión venezolana: es el pueblo de Venezuela el que tiene que tomar las acciones”, señaló la jefa de la diplomacia mexicana en conferencia de prensa en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York.
La propuesta significa un giro en la postura de los gobiernos de México, Brasil y Colombia respecto a los asuntos internos de Venezuela y sus instituciones, luego de que el máximo órgano judicial del país, determinó como válido el proceso electoral que dio como ganador a Maduro.
Bárcena dijo en la sede de Naciones Unidas que “este es un problema nacional y se ha convertido en un problema internacional”, y exhortó a que se permita “que los venezolanos tomen sus propias decisiones con cierta soberanía”, y dejó claro que México no apoya una intervención foránea. “No creemos en la intervención”, enfatizó.
“Creemos que la comunidad internacional debe dar a los venezolanos la oportunidad de que tomen sus propias decisiones con cierta soberanía (…) Somos un país que tiene como principio la no intervención y el respeto a la soberanía de otros países”, argumentó Bárcena en una rueda de prensa en la ONU.
“Los tres países, México, Colombia y Brasil, estamos muy de acuerdo en que esta tiene que ser una decisión venezolana”, argumentó Bárcena.
El 8 de agosto pasado, los tres países reiteraron un pedido al Consejo Nacional Electoral de Venezuela para que presentara los resultados de los comicios presidenciales desglosados por mesa de votación, para así despejar las dudas de un presunto fraude, y reafirmaron la conveniencia de una verificación imparcial.
Pedían además que las fuerzas de seguridad de Venezuela garantizaran “el pleno ejercicio de este derecho democrático dentro de los límites de la ley”, y el respeto a los derechos humanos.
El referido Consejo declaró ganador a Maduro, con el 51,95% de los votos, frente a 43,18% de Edmundo González, de la opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD, centro), y el Tribunal Electoral ratificó el resultado.
La PUD desconoció los resultados, denunció “fraude” y anunció como “presidente electo” a González, quien recibió el reconocimiento de varios países latinoamericanos y se exilió en España.