La aparición de una “megabanda” de Venezuela en Trinidad y Tobago ha encendido las alarmas sobre la expansión del crimen transnacional organizado en el Caribe.
El asesinato de tres personas de nacionalidad venezolana en los últimos meses del año en Trinidad y Tobago y la captura de uno de sus principales cabecillas, fue la principal pista para detectar la presencia de la megabanda Venezolana de “Evander” en el país caribeño y su conexión con el crimen organizado local.
De acuerdo a información obtenida por The Trinidad and Tobago Guardian, oficiales de inteligencia aseguran que miembros de la banda estarían en el país de forma ilegal, buscando trabajos en las áreas de la construcción, además de estar involucrados en el tráfico de drogas y armas al país.
“Evander”, o “Frente de Liberación Deltano”, como también se conoce a la megabanda controlaría parte de los mercados criminales del estado Delta Amacuro, ubicado en uno de los principales puertos entre Venezuela y Trinidad y Tobago.
El principal cabecilla de la megabanda, Evander Barrada, fue abatido por el Ejército y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Venezuela en marzo. Sin embargo, su franquicia criminal continúa delinquiendo.
El portafolio económico de la organización y la cercanía de Delta Amacuro con Trinidad y Tobago, habrían generado los lazos necesarios para que llegaran al país vecino en busca de expansión y cooperación con grupos de origen trinitense, interesados en el tráfico proveniente de Venezuela.
La ubicación estratégica de Trinidad y Tobago como punto de tránsito hacia el resto del Caribe y a mercados como Estados Unidos y Europa, serían la principal razón de la llegada de “Evander” a la isla. Esta llegada tabién ha sido atractiva para las redes trinitenses de narcotráfico que habrían encontrado un aliado directo.
La megabanda de “Evander” habría iniciado su historia delictiva en la cárcel La Pica, en el estado de Monagas. Según señalaron algunas fuentes en campo a InSight Crime, todavía tendría influencia en esa zona y no se descarta que tenga relación con el pranato carcelario.
Desde ahí habría llegado al estado de Delta Amacuro donde se hizo del control de las espesas rutas fluviales y caños que componen la zona y que son la conexión directa de salida al mar Caribe, donde las embarcaciones cruzan hacia Trinidad y Tobago.
Su grupo estaría encargado de extorsionar a los botes que salen de manera ilegal hacia el país vecino y el envío de cargamentos de droga y armas, además del robo de ganado en el estado deltano.
El avance de esta organización en Trinidad y Tobago también podría explicarse a partir la confrontación que ha tenido con las autoridades venezolanas.
En un panorama criminal donde cada vez el “todos contra todos” cobra más fuerza en Venezuela, la megabanda de “Evander” estaría intentando mantener sus ganancias y alejarse del modelo que se ha documentado en otros estados, donde la Guardia Nacional Bolivariana o el Ejército de Liberación Nacional (ELN) reciben parte de estas rentas ilegales. Esto, sumado a las acciones violentas del grupo, habrían generado enfrentamientos con las autoridades.
Fuentes cercanas a InSight Crime relataron que “Evander” habría tenido diferencias con la gobernadora del estado Delta, Lizeta Hernández, hecho que también habría acelerado la pugna entre las autoridades y el grupo criminal.
Tras la muerte de Evander en marzo de este año, alias “El Culón” habría quedado a cargo de la organización y sería el principal cabecilla, pero fue recientemente capturadoen Point Fortin, Trinidad y Tobago. El Culón fue detenido con varios venezolanos y un pescador trinitense quien, aparentemente, le estaría ayudando en el tráfico entre ambos países.
La captura de quien sería su actual líder en suelo trinitense, quien se estaría escondiendo de las autoridades venezolanas, reafirma la presencia de la estructura criminal en los dos países y sus facilidades de paso.
La megabanda sería el primer grupo criminal de nacionalidad venezolana que se encuentra en Trinidad y Tobago trabajando en conjunto con organizaciones criminales locales. Sin embargo, no se descarta la llegada de otros elementos que se puedan sumar al panorama criminal en el país caribeño, especialmente a causa del deterioro de la crisis en Venezuela.