24 noviembre, 2024 5:39 am

Maduro: ¿es Venezuela una opción para suplir el petróleo ruso?

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Escuchar al presidente de Venezuela Nicolás Maduro, hablar de las banderas estadounidense y venezolana como “dos banderas bonitas, unidas como deben estar” fue, como poco, inusitado. Las declaraciones se hacían después de que saliera a la luz que, durante aquel fin de semana, Maduro se había reunido con una delegación de altos funcionarios estadounidenses en Caracas.

Idaed / huffingtonpost

“Tuvimos una reunión, yo podría calificarla de respetuosa, cordial, muy diplomática”, describió Maduro, que confirmó que el encuentro duró algo más de dos horas y se hizo con la esperanza de “avanzar en una agenda que permita el bienestar y la paz a los pueblos”.

Más allá de estas palabras grandilocuentes, el tema del que todos sospechaban que se había hablado era el petróleo, tras las sanciones a Rusia por la guerra en Ucrania y con los precios del crudo por las nubes. “Venezuela estará al frente en las iniciativas para estabilizar el mercado petrolero”, dijo Maduro ante la prensa. Desde la Casa Blanca, también admitieron que se discutió el tema de “la seguridad energética”, entre otros, pero restaron importancia al encuentro y días después, ante las críticas por este acercamiento, aseguraron que la posición de EEUU con respecto a Venezuela “no ha cambiado”.

Lo que no podían negar es que el primer paso para el deshielo ya se había dado. Tras la reunión, dos presos estadounidenses retenidos en Venezuela fueron liberados y, de nuevo, sonaron las voces críticas sobre los términos en que se podrían estar dando unas supuestas negociaciones.

“El esfuerzo de Biden por unificar al mundo contra un tirano asesino en Moscú es encomiable, pero no debe socavarse apoyando a un dictador en Caracas”- Bob Menéndez, senador demócrata

Incluso desde la bancada demócrata estadounidense, el senador Bob Menéndez criticó el acercamiento. “El esfuerzo de la administración Biden por unificar al mundo entero contra un tirano asesino en Moscú es encomiable, pero no debe socavarse apoyando a un dictador bajo investigación por crímenes de lesa humanidad en Caracas”, lanzó Menéndez.

Sólo dos días después del encuentro en Caracas, EEUU prohibió todas las importaciones de petróleo, gas natural y carbón de Rusia, convirtiéndose en el primer país en anunciar este tipo de sanciones por la invasión de Ucrania. Europa, mucho más dependiente de la energía rusa, no podría desengancharse tan rápido de los suministros de este país. Mientras que el petróleo ruso en EEUU suponía un 3% de sus importaciones, países como Alemania importan más del 50% de su gas de Rusia.

Estados Unidos es el mayor productor de petróleo del mundo y Rusia es el segundo mayor exportador: de los 11 millones de barriles diarios que genera, unos 7 millones iban destinados a la exportación. Ahora, se estima que Occidente necesita suplir unos 2,6 millones de barriles para subsistir sin suministro ruso. Hasta ahora, las sanciones han disparado los precios, y esta subida también se ha notado en EEUU.

Venezuela quiere aumentar su producción para garantizar “la estabilidad del mundo”

En su conferencia de prensa tras la reunión con EEUU, Maduro defendió la capacidad de Venezuela para elevar su producción de crudo a más de 3 millones de barriles diarios si estos “hicieran falta para la estabilidad del mundo”, dijo.

De repente, parecía que, por la carambola de la guerra en Ucrania, Estados Unidos estaba dispuesto a aliviar las tensiones con Venezuela, que vienen de lejos pero se endurecieron con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

“Es un poco como en ‘La Guerra de las Galaxias’, cuando Darth Vader estrangula a alguien. Eso es lo que estamos haciendo con el régimen venezolano en el plano económico”- John Bolton, consejero de Seguridad Nacional de EEUU, en 2019

Así explicaba la estrategia norteamericana el entonces consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, en marzo de 2019: “Es un poco como en La Guerra de las Galaxias, cuando Darth Vader estrangula a alguien. Eso es lo que estamos haciendo con el régimen en el plano económico”, dijo. Y, de algún modo, las sanciones lograron asfixiar a Venezuela.

Rusia exportaba a EEUU 700.000 barriles diarios, los mismos que produce ahora Venezuela

Venezuela dejó de exportar petróleo a Estados Unidos en 2019 por orden de Donald Trump, y entonces los norteamericanos recurrieron a Putin. Según datos de la Casa Blanca, el año pasado Rusia exportó a Estados Unidos casi 700.000 barriles de petróleo y productos refinados de petróleo cada día.

Esa cifra, que hace unos años habría resultado asequible para Venezuela, es hoy la producción total diaria del país, que se ha visto tremendamente mermada en los últimos tiempos.

Si cuando Hugo Chávez llegó al poder Venezuela producía unos 3,4 millones de barriles diarios, la cifra cayó a 2,7 millones para cuando Maduro tomó las riendas del país en 2013. Tras las sanciones de Trump y el progresivo abandono de las infraestructuras petroleras, Venezuela no produce actualmente más que unos 700.000 barriles al día.

“El gran beneficiado aquí sería el Gobierno de Venezuela, tanto en términos económicos como en la consolidación del régimen de Maduro”- José Antonio Gurpegui, director del Instituto Franklin

Las cuentas, a priori, no salen. Es decir, Venezuela no podría cubrir a día de hoy el hueco que deja Rusia. Sin embargo, el acercamiento de la Administración Biden podría ser una forma de que EEUU “diversifique su fuente de aprovisionamiento” y de intentar que “el resto de países, sobre todo europeos, pueda disminuir su dependencia de Rusia”, apunta Carlos Malamud, investigador principal de América Latina del Real Instituto Elcano.

Si los norteamericanos aflojan las sanciones y entra más inversión extranjera a Venezuela, esta también podría aumentar su producción. Tras el aislamiento internacional y el desgaste de los últimos tiempos, la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA) “tiene una pavorosa falta de repuestos para las instalaciones, no tiene técnicos y carece de capital para invertir en mejorar la producción”, indica Malamud.

Según explica a la agencia AFP Francisco Monaldi, director del Programa de Energía para América Latina del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice, lo primero que debería hacer EEUU para poder volver a comprar petróleo venezolano sería cambiar las sanciones vigentes. Y esto podría hacerse de forma “acotada”, por ejemplo concediendo una licencia a la petrolera estadounidense Chevron o a algunas empresas occidentales —Repsol sigue operando en Venezuela— “para que exporten a Estados Unidos algunos cargamentos”.

Para José Antonio Gurpegui, director del Instituto Franklin, “el gran beneficiado” de este cambio sería, en todo caso, el Gobierno de Venezuela, “tanto en términos económicos como en la consolidación del régimen de Maduro”.

Maduro, en el Palacio Federal Legislativo de Caracas (Venezuela), el 12 de enero de 2021.
Maduro, en el Palacio Federal Legislativo de Caracas (Venezuela), el 12 de enero de 2021. 

¿Qué hay de Juan Guaidó?

Recordemos que, hasta el día de hoy, Estados Unidos reconoce a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela, algo que la Unión Europea dejó de hacer en enero de 2021. Es precisamente a Guaidó a quien los expertos describen como el gran perdedor de este acercamiento entre países.

El equipo de Guaidó no fue avisado de la visita de la delegación estadounidense hasta después de la reunión con Maduro y, en todo caso, no sentó nada bien. “No podemos hacer un trueque, un intercambio de petróleo por libertad”, criticó el dirigente opositor venezolano Leopoldo López al ser preguntado por este encuentro. Desde España, López insistió en que “todo el camino que se haga hacia un entendimiento” entre Estados Unidos y Venezuela “tiene que tener como principal objetivo lograr elecciones libres” en su país, y tachó de “poco ético” sopesar cualquier opción donde “se sacrifique la libertad por el petróleo”.

“El entusiasmo del Gobierno americano por Guaidó se enfrió un poco, así como el protagonismo del propio Guaidó en la política interior venezolana”- Carlos Malamud, investigador del Real Instituto Elcano

Malamud reconoce que el panorama actual de deshielo sitúa a Guaidó “en un terreno complicado”, pero además la figura del político se había ido desdibujando en el último año. “Su protagonismo se ha visto reducido considerablemente”, constata el investigador, que cita la llegada de Biden al poder como punto de inflexión. Pese a que Biden siguió reconociendo a Juan Guaidó como presidente, el “entusiasmo del Gobierno americano se enfrió un poco, así como el protagonismo del propio Guaidó en la política interior venezolana”, apunta Carlos Malamud.

Si finalmente hubiera negociaciones EEUU-Venezuela, una de las reclamaciones del Gobierno de Maduro será que los estadounidenses dejen de reconocer a Guaidó como presidente legítimo, augura Malamud. “Pero es un itinerario muy complicado; los obstáculos en ambos lados son muy fuertes”, advierte.

Los lobbys, obstáculos políticos en el camino

El investigador Carlos Malamud explica que el lobby cubano-venezolano en Estados Unidos rechaza cualquier tipo de acercamiento, que interpretan como “un refuerzo de la dictadura chavista de Maduro” por parte de la Administración Biden.

Poco después de conocerse la visita de la delegación estadounidense a Caracas, varios senadores –incluido el demócrata Bob Menéndez– se reunieron con la número tres de la diplomacia estadounidense, Victoria Nuland, para mostrar su rotunda oposición a que EEUU retome la compra de petróleo venezolano.

Según recoge France 24, Nuland no descartó “categóricamente” la compra de petróleo a Venezuela. “Permítanme tratar de poner todo este asunto del petróleo en cierto contexto”, dijo la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, que admitió la necesidad de reducir el “impacto” del embargo a la energía rusa.

Cuando los senadores preguntaron a Nuland si Estados Unidos sigue reconociendo a Guaidó como presidente interino, la respuesta de la diplomática fue: “Reconocemos su liderazgo en Venezuela, sí”.

Quien sí tiene interés en EEUU por que se relajen las actuales sanciones –apunta Malamud– es la empresa petrolera Chevron, a quien el Gobierno de Trump ordenó en 2020 “cesar gradualmente” sus actividades petroleras en Venezuela, además de prohibirle perforar, transportar o negociar con crudo.

“Es el tiempo de la diplomacia, de la palabra, de la verdad y para reconstruir la paz”- Maduro, tras reunirse con EEUU

No obstante, en el lado venezolano, también hay quien se opone a este acercamiento a Estados Unidos. “Hay sectores [del Gobierno de Maduro] que siguen pensando que EEUU es el enemigo, y que cualquier concesión equivaldría a liquidar la revolución”, sostiene Malamud.

Al mismo tiempo, el régimen ruso también tiene “grandes valedores” dentro del Gobierno venezolano, recuerda el experto. Maduro, en cualquier caso, ha pasado de justificar la invasión rusa de Ucrania a defender una “agenda de paz”. “Es el tiempo de la diplomacia, de la palabra, de la verdad y para reconstruir la paz”; “no se puede estar a favor de una guerra que afecte a nuestra paz”, dijo tras su reunión con la delegación estadounidense.

Qué le queda(ría) a la población venezolana

Tras la confirmación de las conversaciones entre ambos países, toca preguntarse cómo repercutirá esto en la población venezolana, económica y socialmente muy tocada. Como defiende la periodista venezolana Luz Mely Reyes en el pódcast El Hilo, “cualquier acción que permita que se recupere la actividad petrolera en Venezuela debería incidir directamente en una mejora en las condiciones de vida de los venezolanos”.

Reyes también aboga por que el aperturismo de Maduro al mundo se traduzca en una ley de amnistía para la liberación de presos políticos y en un compromiso para celebrar elecciones con garantías. Pero de momento no hay nada que asegure esto a los venezolanos.

“Es la gran oportunidad de Maduro”

Nicolás Maduro confirmó el mes pasado que las conversaciones con Washington “continuarán”. Aunque los expertos avanzan: “El asunto transitará por derroteros discretos, por no decir secretos”.

Por el momento, se sabe del interés por parte de Maduro en mejorar las relaciones con EEUU, algo que viene manifestando desde la llegada de Joe Biden al poder. Para José Antonio Gurpegui, director del Instituto Franklin, el venezolano ha visto en la crisis energética “su gran oportunidad, la gran oportunidad de Venezuela”.

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