Teresa Sánchez, madre del profesor Javier Tarazona, exigió la liberación de su hijo. El director de la organización no gubernamental Fundaredes, que ha documentado el conflicto armado en Venezuela y al extensión en el territorio de grupos armados, está detenido desde el 2 de julio del año pasado.
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“Ya son ocho meses en los que mi hijo tiene coartada su libertad. Pero es solo su libertad física, porque sus pensamientos, sus ideas y sus propósitos siguen libres; las celdas no callan la verdad”, manifestó durante una protesta pacífica en el estado Táchira.
Manifestó que la detención de un defensor de derechos humanos habla de la intención del Estado venezolano de silenciar a quienes defienden a los más vulnerables. Afirmó que uno de los deseos de Tarazona es luchar por quienes no tienen voz, un objetivo que sigue cumpliéndose a través de las acciones de Fundaredes.
Los familiares de Tarazona también han asegurado que el activista corre peligro de muerte por su estado de salud. Su condición, aseguran, la han evaluado médicos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional. Está preso en la sede de El Helicoide, de esa policía política.
“A Javier lo detuvieron para callarlo y callar a la organización, pero en Venezuela no pueden callar a los que sufren. Porque aquí no se detienen los conflictos, no se detiene la emergencia humanitaria, principalmente en las zonas fronterizas”, expresó el activista Adolfo Baptista.
