¿Qué hacemos cuando las personas encargadas de protegernos están sirviendo a otros intereses además de la seguridad pública? En Sudáfrica, la corrupción policial deja al público expuesto a altas tasas de delincuencia y genera desconfianza en el servicio policial, al tiempo que permite que florezca la delincuencia.
Nueva investigación
Nuestro reciente informe de Corrupción en el uniforme , publicado a mediados de junio, pinta una imagen sombría de la corrupción dentro de los servicios policiales y de policía de Sudáfrica. Analizando los 1,440 informes que hemos recibido hasta la fecha que apuntan a la corrupción policial, notamos que los tres principales tipos de corrupción experimentados por los denunciantes son el soborno (33 por ciento), el abuso de poder (23 por ciento) y la falta de acción ( 18 por ciento).
Esto se relaciona con los resultados del Barómetro Global de la Corrupciónde 2019 de Transparencia Internacional para África , que encontró que el 40 por ciento de los encuestados sudafricanos creía que algunos oficiales eran corruptos, y el 30 por ciento creía que la mayoría de ellos lo eran. Un preocupante 19 por ciento cree que todos lo son.
El GCB para África también descubrió que el 19 por ciento de los encuestados sudafricanos habían pagado un soborno a un oficial de policía, ya sea una sola vez, ocasionalmente o con frecuencia. Esta experiencia se repite en la mayoría de los 35 países encuestados, con ciudadanos que identifican a la policía como la institución pública más corrupta, y casi la mitad (47 por ciento) cree que la mayoría o todos los oficiales de policía son corruptos.
Los denunciantes hablan
Nuestros denunciantes también hablaron de policías que solicitaban sobornos. Algunos mencionaron un elemento de coerción o intimidación. Por ejemplo, un periodista declaró que un automóvil policial la siguió a su casa, la detuvo y la acusó de conducir bajo la influencia para extraer un soborno.
El efecto del soborno en esta circunstancia es más que solo la corrupción. Permitir conducir de forma peligrosa o imprudente, a cambio de una compensación monetaria ilegal, significa que los representantes de las fuerzas del orden público no cumplen con su deber de garantizar la seguridad en las carreteras.
Sextortion y violencia policial contra la mujer
Un tema destacado tanto en los informes como en las conversaciones comunitarias es la violencia de género por parte de la policía, particularmente hacia las mujeres. En un caso de agresión, una mujer víctima fue encerrada en una celda y le dijeron que su abusador había presentado un caso contrario. Un detective le preguntó repetidamente si tenía tatuajes en su cuerpo, y luego la amenazó con una búsqueda de desnudos, y el oficial le dijo que no había “nada que alguien pudiera hacer para detenerlo”.
También existe la posición patriarcal de “culpar a las víctimas”, que a menudo ocurre en las estaciones de policía, especialmente donde las mujeres oficiales no están disponibles para ayudar. En Diepsloot, un municipio de la provincia de Gauteng, algunas mujeres nos dijeron que en casos de violencia doméstica, los vehículos de la policía son como camionetas mortuorias, solo vienen cuando hay un cuerpo.
En el otro extremo del país, en compromisos con las comunidades de Cape Flats en el Cabo Occidental, escuchamos recuentos anecdóticos de cómo los agentes de policía detendrían a las mujeres que caminaban por la calle, las acusarían de prostitución y luego las agredirían sexualmente para ‘verificar’ si habían tenido relaciones sexuales recientemente. También hablaron de las trabajadoras sexuales que realizan favores sexuales para los agentes de policía, para evitar el arresto. Esto nos deja en claro que las mujeres son un grupo muy susceptible en relación con la corrupción policial.
Lo que estamos haciendo
Estos informes han impulsado nuestra campaña policial en curso, que tiene varios elementos. Hemos hecho campaña para que nuestro liderazgo superior sea nombrado por mérito en lugar de por razones políticas, como ha tendido a suceder en los últimos años.
Hemos celebrado compromisos comunitarios en todo el país con el objetivo de documentar las experiencias de las personas con la policía. Hemos aparecido como amicus curiae en un asunto relacionado con la independencia del cuerpo que investiga delitos penales presuntamente cometidos por policías y agentes de metro.
Uno de nuestros desarrollos más emocionantes fue ser nombrado ganador en el Google Impact Challenge Sudáfrica, en noviembre. Este premio nos ha dado los recursos para desarrollar una herramienta interactiva en líneadestinada a mejorar la participación pública y la transparencia en el Servicio de Policía de Sudáfrica, otorgando acceso público a más de 1,100 estaciones de policía en todo el país y permitiéndoles calificar sus estaciones de policía basadas sobre sus experiencias, así como también sobre incidentes de corrupción.
El proyecto tiene un fuerte énfasis en la participación pública y el compromiso de la comunidad, y tiene como objetivo liberar el poder que las comunidades tienen para exigir la prestación de servicios libres de corrupción.
Mejoras necesarias
Detrás de escena, estamos trabajando arduamente para construir relaciones con varias partes interesadas en el sector policial, para que nuestros informes e investigaciones puedan ser implementados. Necesitamos instituciones de supervisión policial para reconocer el alcance del problema y luego tomar medidas concretas para abordarlo de una manera que produzca consecuencias firmes para los perpetradores, fomente el comportamiento ético y restablezca la confianza en la policía.
Es importante destacar que debe haber voluntad política de los líderes para apoyar a los órganos de supervisión con recursos suficientes para poder llevar a cabo este trabajo.
Como miembros del público, debemos estar seguros de conocer nuestros derechos, ya que nos permite afirmarnos contra las perversiones del debido proceso. En última instancia, la esperanza es que nuestra campaña policial genere un renovado escándalo y rechazo, y finalmente, una acción decisiva contra la corrupción en la policía.
Sabeehah Motala es coordinador de proyectos en Corruption Watch , involucrado en compromisos y campañas con las partes interesadas. Su trabajo implica una interacción frecuente con las comunidades de Sudáfrica, y es una escritora consumada para la organización.