Un pacto interamericano de defensa mutua firmado hace más de 70 años y que nunca se ha invocado centró este martes el debate en la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, controlada por la oposición.
Es el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), un pacto también llamado Tratado de Río por la ciudad brasileña donde fue originalmente firmado el 2 de septiembre de 1947, tras la Segunda Guerra Mundial.
Este martes la AN (controlada por la oposición aunque despojada de sus funciones parlamentarias por el Tribunal Supremo, al que la oposición acusa de actuar al dictado del gobierno de Nicolás Maduro) acordó iniciar el proceso de reincorporación de Venezuela al TIAR, del cual se retiró en 2013.
Así lo informaron en Twitter los responsables de comunicación de Juan Guaidó, presidente de la AN y autoproclamado presidente encargado de Venezuela.
El diario El Nacional señala que en una sesión “sin medios de comunicación”, la AN se aprobó remitir el proyecto de acuerdo en respaldo a la reincorporación al TIAR para “la defensa de la soberanía, la Constitución y el pueblo” a la Comisión de Política Exterior.
Según el abogado y docente venezolano Andrés Mezgravis, la reincorporación de Venezuela al TIAR requiere de la firma de Guaidó, considerado como presidente legítimo del país en lugar de Maduro por más de 50 países.
¿En qué consiste el TIAR?
Intervención militar
Actualmente 15 miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA)están adheridas al TIAR, entre las cuales se encuentran Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú, entre otros.
De acuerdo con el texto, los países firmantes condenan formalmente la guerra y se comprometen a buscar soluciones pacíficas a sus conflictos mutuos.
Pero también establece que “un ataque armado por parte de cualquier Estado contra un Estado americano será considerado como un ataque contra todos los Estados americanos“.
“En consecuencia -continúa- cada una de dichas partes contratantes se compromete a ayudar a hacer frente el ataque, en ejercicio del derecho inmanente de legítima defensa individual o colectiva que reconoce el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas”.
Por eso algunos analistas afirman que este antiguo pacto abre las puertas a una posible intervención militar en Venezuela.
Por ejemplo, el abogado y docente venezolano Pablo Aure escribió en Twitter que “el TIAR será el instrumento que le abrirá las puertas a la fuerza militar extranjera para reinstitucionalizar el país y volver a la democracia”.
En cambio, Mariano de Alba, abogado venezolano especialista en derecho internacional, dijo a BBC Mundo que “históricamente Venezuela fue parte del tratado”, por lo que volver a integrarlo es una buena idea ya que funcionaría como “una garantía adicional a su soberanía”.
“Es una herramienta para la AN, pero no significa que se vaya a considerar la solicitud de una intervención militar internacional”, agregó.
Paso a paso
De aprobarse el proyecto de acuerdo de respaldo a la incorporación de Venezuela al TIAR en la AN, todavía restarían varios pasos antes de que la misma se volviese efectiva.
Según De Alba, la firma propiamente dicha corresponde al Poder Ejecutivo, es decir, al presidente.
Luego debe ser aprobada por el Parlamento, ratificada por el mandatario y recién entonces llegaría a la OEA.
Ahí, estimó De Alba, es probable que el trámite sea aprobado, dado que la mayoría de los estados miembros ha reconocido a Guaidó como presidente.
“La última medida”
La amenaza de una intervención militar para derrocar a Maduro lleva en el aire muchos meses y es alentada por sectores de la administración de Donald Trump, principal aliado de Guaidó.
Según informó este domingo el periodista Andres Oppenheimer en el periódico El Nuevo Herald, funcionarios estadounidenses y latinoamericanos están explorando invocar el pacto TIAR.
En concreto aseguró que el representante del gobierno de Trump para Venezuela, Elliott Abrams, le dijo que “el TIAR es mucho más amplio” que un tratado militar.
A lo que agregó: “El TIAR habla de acciones en común, pero pueden ser relaciones diplomáticas, pueden ser [medidas] económicas, pueden ser sanciones”.
De Alba destacó que en el pacto “se detallan una serie de medidas similares a las ya puestas en práctica con Venezuela”, como las rupturas de relaciones diplomáticas y consulares y las sanciones económicas, y otras que “puede que veamos en el futuro”, como un bloqueo del transporte marítimo.
En cambio, “el uso de la fuerza militar es la última medida a tomar”.
TIAR en la historia
Si bien De Alba opinó que volver a firmar el TIAR “envía un mensaje político importante”, su posible aplicación excede lo jurídico, afirmó.
En este sentido, el abogado citó dos casos históricos.
Uno ocurrió en 1982, cuando Argentina invocó el tratado durante la guerra contra Reino Unido por las islas Malvinas/Falklands.
En esa oportunidad, EE.UU. no aplicó las condiciones establecidas por el pacto y optó por apoyar a la nación europea, de la que también es socio en otra alianza de defensa, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El otro ejemplo ocurrió tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, momento en que “EE.UU. invocó el pacto de forma simbólica, porque no esperaba la cooperación militar de los países de la región”, explicó De Alba.