Un estudio de la Universidad Johns Hopkins descubrió que hubo pocas ocasiones en las que el asesoramiento del Fondo Monetario Internacional influyó en las decisiones de los organismos. La excepción fue el BCE.
El asesoramiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) a los principales bancos centrales tras la crisis financiera fue bien recibido, pero tuvo poco efecto en las decisiones reales de política económica, según un informe.
“Hubo pocas ocasiones en las que el asesoramiento del FMI influyó en las decisiones políticas”, escribió Laurence Ball, profesor de economía de la Universidad Johns Hopkins, en el estudio publicado el viernes por la Oficina de Evaluación Independiente del FMI.
El informe, que analizó una década de interacción del FMI con la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra, el Banco Central Europeo y el Banco de Japón, se conoce en momentos en que las autoridades monetarias se alejan de la línea dura ante las crecientes disputas entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales.
El miércoles la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, advirtió que las consecuencias podrían empeorar una perspectiva ya moderada sobre el crecimiento mundial.
Ball observó una excepción en el reporte: el BCE.
“Tanto el personal del fondo como los altos funcionarios del BCE declararon que el diálogo sobre la postura amplia de las políticas y los detalles operativos desempeñó un papel importante al influenciar al BCE a medida que avanzó hacia una flexibilización monetaria no convencional”, escribió en el informe.