Human Rights Watch (HRW) publicó un informe donde constató que numerosos solicitantes de asilo en Estados Unidos, que fueron enviados a México por el expresidente Donald Trump, sufrieron violencia y extorsión por parte de policías, agentes migratorios y grupos criminales mexicanos. Muchos de los migrantes son venezolanos.
RL / Idaed / Eldiario
Entre septiembre y diciembre de 2020, HRW entrevistó a 71 venezolanos que habían pedido asilo en Estados Unidos y luego los llevaron a México para esperar mientras procesaban sus solicitudes con el programa Quédate en México. La gran parte de estas personas viajaban con sus parejas, hijos u otros familiares.
Programa Quédate en México
También conocido como Migration Protection Protocols (MPP) y Remain in Mexico, “Quédate en México” es un programa del gobierno de Estados Unidos, a través del cual las personas que solicitan asilo en ese país y están en la frontera con México, deben esperar la resolución de sus casos en territorio azteca. Las personas solicitantes de asilo tienen que esperar en territorio mexicano el tiempo que dure su procedimiento de asilo que puede presentarse incluso en varias audiencias. El proceso puede tardar meses o años.
Además, el organismo entrevistó a solicitantes de asilo de otras nacionalidades en México, a abogados y defensores de los derechos humanos, visitó albergues y campamentos de migrantes en la frontera y consultó documentos legales. Debido a todo esto, HRW concluyó que los migrantes en ese país están expuestos también a violaciones sexuales, agresiones y trauma psicológico.
Cambio de gobierno en la Casa Blanca
Desde que Joe Biden asumió el poder de la presidencia de Estados Unidos, se suspendió la inclusión de nuevos casos en Quédate en México y permitió a los 25.000 solicitantes de asilo, que pudieron acudir a sus citas ante los tribunales migratorios, anotarse para darles fecha de ingreso al territorio estadounidense, destacó HRW. Casos de asilo activos. De acuerdo con HRW, existen al menos 1.600 venezolanos que aún tienen casos activos de asilo en Quédate en México.
Sin embargo, aclaró el organismo, el gobierno de Biden continúa “invocando dudosos motivos” de salud pública para expulsar a los solicitantes de asilo que llegan a la frontera.
De acuerdo con HRW, el gobierno de Trump, a través del programa Quédate en México, envió a más de 71.000 solicitantes a México mientras sus pedidos eran procesados. Desde marzo de 2020, han sido expulsados en total 400.000 migrantes, gran parte de ellos a México, invocando restricciones de viaje impuestas para prevenir la propagación del covid-19.
Blanco de ataques y amenazas
16 de los 71 casos entrevistados manifestaron que agentes de migración o policías mexicanos los sacaron de autobuses o filas en el aeropuerto y amenazaron con deportarlos si no les pagaban vacuna. Algunos afirmaron a HRW que incluso los detuvieron y amenazaron con matarlos o entregarlos a carteles de la mafia si no pagaban.
27 de los entrevistados indicaron que grupos criminales los habían interceptado en cruces fronterizos, estaciones de autobús, hoteles u otros lugares en ciudades fronterizas. Los migrantes denunciaron que los secuestraron por días o amenazaron con secuestrarlos, y les exigieron cientos o miles de dólares a modo de rescate o a cambio de protección.
Muchos afirmaron a HRW que temen salir a las calles o interactuar con funcionarios mexicanos, incluso para encontrar trabajo o conseguir atención médica. Declararon que evitan hablar frente a extraños porque les preocupa que su acento los convierta “un blanco fácil” y les preocupa que secuestren a sus hijos si los inscriben en las escuelas.
Sin acceso a los servicios
El organismo detalló que varios de los solicitantes de asilo señalaron no poder abrir cuentas bancarias o recibir transferencias internacionales para ayudarse económicamente. Una migrante afirmó que en sus familias han pasado hambre porque no pueden trabajar ni recibir dinero.
Además, muchos de los solicitantes en México no recibieron tratamiento cuando presentaron graves condiciones de salud. Los niños estuvieron meses sin ir a las escuelas, incluso mucho antes de la suspensión de clases presenciales por la pandemia.
Los solicitantes de asilo en el programa Quédate en México tienen derecho a acceder a servicios esenciales como educación pública y atención médica básica, así como a trabajar en México. En diciembre de 2018, el gobierno se comprometió a garantizar que quienes estén en el programa gocen plenamente de los derechos y libertades reconocidos en la Constitución (mexicana) y en los tratados internacionales de los cuales es parte el Estado mexicano, así como en la Ley de Migración.
Human Rights Watch pidió información a las secretarías de Salud, Educación, Trabajo y Relaciones Exteriores de México sobre los obstáculos para acceder a servicios esenciales en ese país. El secretario de Salud respondió que las autoridades de Baja California, Sonora, Chihuahua y Coahuila han hecho esfuerzos por brindar información sobre el acceso a atención médica a quienes forman parte de Quédate en México y que en esos estados se brindó atención médica en 157.000 oportunidades durante 2019 y 2020. Las demás secretarías no respondieron.
El organismo también exigió y recomendó tanto al gobierno de los Estados Unidos como de México, velar y asegurar la protección no solo de los migrantes venezolanos sino de todos los solicitantes que aún esperan respuestas. HRW aseguró que debido a las condiciones en las que tuvieron que huir de sus países de origen, se encuentran vulnerables en territorio mexicano y más expuestos a secuestros, extorsiones y explotación laboral y sexual.