Gustavo Petro y el cambio geopolítico en Venezuela

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Venezuela y Colombia acordaron restablecer relaciones diplomáticas a nivel de embajadores con la llegada de Gustavo Petro al poder el pasado domingo, tras la ruptura en 2019 por el reconocimiento de «presidente encargado» que dio la saliente administración de Iván Duque al dirigente opositor Juan Guaidó.

Idaed / Eleconomista

Colombia jugaría un papel estratégico para encontrar diversas soluciones a la crisis venezolana, escenarios que no han logrado cuajar desde la OEA y la Casa Blanca, principalmente por el error de haber reconocido a Juan Guaidó como presidente y, particularmente, por el intento de golpe de Estado promovido por el propio Guaidó a través de una empresa estadounidense de seguridad dirigida por Jordan Goudreau.

Error también de la oposición al creer a legisladores como Marco Rubio y Ted Cruz que la solución a su problema necesariamente pasaría por Washington.

Ambos legisladores desconocen Latinoamérica y carecen del componente diplomático.

Gustavo Petro será una figura estratégica en la normalización del sistema político venezolano porque lo mismo Álvaro Uribe o Iván Duque colocaron obstáculos en la relación bilateral entre Venezuela y Colombia

Venezuela lo entiende. Su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, comentó: «He recibido las instrucciones del presidente Nicolás Maduro de entrar en contacto con el ministro de Defensa de Colombia, cosa que voy a hacer en las próximas horas».

«Dado el nuevo escenario nacional que vive Colombia es momento ya de retomar responsabilidades y de trabajar en conjunto», añadió Padrino López, al frente del ministerio de defensa de Venezuela desde octubre de 2014.

Petro designó a Iván Velásquez, reputado investigador que presidió la comisión de la ONU contra la corrupción en Guatemala, como ministro de Defensa.

Su perfil no sólo es respetado en Colombia, también en toda Latinoamérica por su gran trabajo que se tradujo en el encarcelamiento del entonces presidente de Guatemala Otto Pérez Molina junto a la vicepresidenta Roxana Baldetti.

Petro se sumaría al acompañamiento que también está haciendo México a través de las mesas de diálogo entre el gobierno de Maduro y la oposición.

Este ejercicio se contrapone con los discursos rebasados de Marco Rubio y Ted Cruz.

Rubio se ha encarado con el presidente López Obrador sin conocer la dinámica de los países latinoamericanos. México ha mostrado su inquietud por la injerencia en Venezuela, respetando y apostando por el diálogo.

Con la llegada de Petro al poder dará un giro geopolítico a Colombia. Los nuevos pasos los estaremos viendo en los próximos meses, y el gran paso será la normalización de la política en Venezuela.

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