El presidente interino Juan Guaidó, encabezó un foro organizado por la Fundación Libertad, en el que hizo hincapié en la que reiteró que la presión nacional e internacional son “herramientas fundamentales” para hacer frente a la dictadura. Indicó, sin dar detalles, que su gobierno ya tomó medidas en caso de ser detenido por las fuerzas del régimen.
RL / Idaed / Infobae
“La intención de la dictadura de Maduro es aniquilar la alternativa democrática en Venezuela (…) Estamos alineados en lograr recuperar nuestra democracia, nuestra libertad, y sobre todo la dignidad de un país”. Desde las elecciones convocadas por el régimen chavista en diciembre del año pasado -y consideradas fraudulentas por la vasta mayoría de la comunidad internacional- el presidente interino Juan Guaidó ha remarcado la importancia de continuar haciéndole frente a la dictadura con “unión”, tanto dentro como fuera de las fronteras.
Este miércoles, el líder opositor venezolano encabezó un foro organizado por la Fundación Libertad y que contó con la mediación del periodista y escritor Álvaro Vargas Llosa. Durante su exposición, que se extendió por casi una hora, el presidente interino describió la situación actual del país y cuáles serán los principales lineamientos del gobierno interino para afrontar “la persecución y censura” del régimen.
Tras más de 20 años del chavismo en el poder, Venezuela está sumida en la peor crisis humanitaria de su historia, y en la peor que reportó el continente en la historia moderna.
En la videoconferencia, de la que participó Infobae, Guaidó sostuvo que la situación que atraviesa el país “es tan dolorosa, que se traduce en los indicadores de un país en guerra”: “Hablamos de refugiados, desplazados, migrantes, que pronto superarán en número a los sirios… De la no atención de enfermedades crónicas, incluso hoy en medio de una pandemia. También en Venezuela hay incertidumbre sobre cosas elementales como qué comer mañana, o bañarse o no, ya que no hay agua”.
El presidente interino detalló que el 80% de la población vive bajo la pobreza. Mientras el sueldo mínimo es de apenas un dólar, en el país escasean recursos básicos como el agua y el gas, “incluso la gasolina”.
En el contexto de la pandemia, Guaidó denunció que la dictadura en lugar de atender la emergencia sanitaria, “persigue a los que buscan ayudar”. Al respecto, puso como ejemplo cómo el régimen intentó bloquear el bono de USD 300 que el gobierno interino otorgó a 70.000 trabajadores sanitarios que forman parte de la llamada primera línea de lucha contra la pandemia.
El líder opositor también explicó que para poder acceder al sistema internacional COVAX para adquirir vacunas contra el covid-19, la dificultad que se presenta es que organismos como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), “deben contar con el aval de la dictadura, que por supuesto lo hace complejo”: “Estamos enfrentando no sólo la pandemia, en Venezuela ha habido brotes de otras enfermedades, como la malaria. Estamos en el umbral de la catástrofe humanitaria producto del colapso del sistema sanitario”.
Guaidó sostuvo que la crisis humanitaria que atraviesa Venezuela es sólo comparable a la de países en guerra (EFE/Mario Caicedo)
Ante esta situación, el líder opositor consideró fundamental “la presión ciudadana” y la “unión” entre las distintas fuerzas políticas, sumado a la diplomacia y la “presión internacional”. “Estamos en un proceso de organización y unificación de luchas. La clave es la articulación de la lucha. El momento de la lucha por la libertad y la democracia nunca se pierde. Es una justa reivindicación”.
Si bien reconoció el riesgo que representa enfrentar a una dictadura como la de Maduro, Guaidó aseguró que la presión interna y externa es fundamental, “no sólo para Venezuela, sino para los pueblos que buscan la libertad, como lo que está ocurriendo en Bielorrusia”. “Hemos estado perseguidos por exigir, otros no la han contado, como Neomar Lander. Pero vamos a asumir el riesgo que implica desafiar a una dictadura”.
La resistencia que ha emprendido el gobierno de Guaidó desde enero de 2019 ha provocado amenazas de prisión para el jefe parlamentario, y persecución contra decenas de diputados que han tenido que ir al exilio. Esas amenazas se acentuaron después de las fraudulentas elecciones legislativas del pasado mes de diciembre. Consciente de que el chavismo pueda hacer efectiva la orden de mandarlo a detener, Guaidó aseguró que ya analizaron cómo seguiría el gobierno interino en ese caso, aunque no precisó detalles al respecto: “Hemos tomado las medidas respectivas. No las vamos a decir en detalle, para que la dictadura no vaya a perseguir al resto que está luchando por la libertad”.
Además, recordó que hace pocos días “sacaron unas esposas en televisión nacional diciendo que si me encontraban en alguna calle me iban a detener”, en referencia a la participación de la vicepresidente de la írrita Asamblea Nacional chavista, Iris Varela.
Pese a tener un gran respaldo por parte de la comunidad internacional, el presidente interino venezolano subrayó la importancia de reforzar ese apoyo: “Es lo que nos permite equiparar la enorme desigualdad de esta lucha, mientras ellos secuestran el aparato represivo, de manera irregular intentan judicializar todo ámbito de espacio público nacional”.
“El reconocimiento internacional es una herramienta para desafiar a la dictadura, para evitar que sigan robando, que sigan atacando a los venezolanos”, añadió.
En ese sentido, destacó que el gobierno interino siga contando con el respaldo de Estados Unidos, la Unión Europea, el Grupo de la Lima, la OEA, y el Reino Unido, entre otros. Sobre el apoyo de Washington, agradeció el “respaldo bipartidista” que emitió el martes el Congreso norteamericano, además del ya anunciado reconocimiento por parte de la administración de Joe Biden.
El líder opositor comentó que su equipo diplomático está en constantes conversaciones con el gobierno de Estados Unidos y países latinoamericanos “para fortalecer la presión” contra la dictadura.
Consultado sobre la posibilidad de una posible salida negociada, Guaidó recordó que en años anteriores la dictadura incumplió lo pactado, y en ocasiones se retiró de manera unilateral de la mesa de diálogo. “No estamos dispuestos a seguir perdiendo tiempo con la dictadura.
Debemos lograr trascender a eso, aprender de los errores cometidos, aprender de los anteriores procesos de mediación. Entender que la dictadura no va a hacer de manera unilateral un acuerdo que solvente la crisis. Tenemos que presionar de manera nacional e internacional para conseguir condiciones que nos lleven a elecciones libres”.
El presidente interino, por momentos cuestionado por la falta de resultados ante la presión sobre la dictadura, reconoció que hubo algunos errores en la estrategia de lucha, de los cuales “se debe aprender” para seguir fortaleciendo la “unidad” contra la dictador.
Entre esos “errores”, Guaidó sostuvo que “se subestimó a la dictadura y su capacidad de alianzas con regímenes totalitarios”. Alianzas que le permitieron, por ejemplo, evadir las sanciones internacionales y seguir comercializando. El caso emblemático es el envío de gasolina iraní para hacer frente a la escasez de combustible.