La Policía advierte sobre la utilización de un nuevo modus operandi por parte de los extorsionadores.

En principio, los delincuentes crean un perfil falso (preferentemente de una mujer) en Facebook para “engatusar” a sus víctimas y luego envían mensajes de Whatsapp fingiendo ser policías para advertirles sobre una supuesta denuncia de acoso sexual.

 los ciberdelincuentes utilizan las redes sociales -de preferencia, Facebook- para cometer sus golpes y sacar dinero de manera fácil, aunque valiéndose de métodos que están al margen de la ley.

Según los criminales primeramente crean un perfil falso (casi siempre con la foto de una mujer joven) e incluyen en la biografía la mayoría de los datos personales requeridos como lugar de residencia, estudios, trabajo actual, etc. con el fin de darle mayor credibilidad.

Para poder identificar a sus potenciales víctimas, los delincuentes realizan una “ingeniería social” y analizan qué personas son más propensas a caer en su modus operandi.

Luego de establecer contacto y mantener conversaciones frecuentes, ya sea vía Messenger o directamente a través de WhatsApp, el criminal detrás del perfil falso se gana la confianza de la persona, hasta el punto de inclusive llegar a enviarse mensajes subidos de tono en algunos casos.

Posteriormente, aparece otra persona que se hace pasar por agente de policía y que contacta con la víctima, ya sea a través de llamadas o mensajes de texto. El mismo alega la supuesta existencia de una denuncia por acoso sexual a una menor de edad para provocar temor.

Para hacer más creíble la versión, el delincuente envía la imagen de la supuesta denuncia, aunque realmente se trata de un documento de contenido falso.

La foto de perfil del supuesto efectivo policial que contacta con la víctima es una fotografía que se encuentra alojada en internet y que puede ser fácilmente descargada, por lo que no hace falta siquiera que se trate de una imagen actual.

Al producirse la extorsión telefónica, el delincuente menciona que para solucionar el problema y retirar la denuncia la persona debe pagar una suma de dinero.

Cuando la víctima cae, la extorsión es constante, no termina con girar la plata porque mañana le van a decir que los familiares fueron a la comisaría y volvieron a ampliar la denuncia o cosas así.

Para evitar caer en este tipo de engaños, se recomienda prestar atención a todos los signos de alerta y tener cuidado a la hora de mantener conversaciones con personas desconocidas a través de las redes sociales.

Idaed