El fiscal general Tarek William Saab, afirmó este jueves en entrevista con la AFP que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, incurre en «trata de personas» al cobrar dinero para encarcelar a migrantes venezolanos deportados por Estados Unidos y alertó a la comunidad internacional que el mandatario salvadoreño se alza como un «criminal extremadamente peligroso”.
«(Bukele) Está cometiendo el delito de trata de personas (…) está cobrando 7 millones de dólares por tener encarcelados a estos venezolanos en El Salvador, es decir, él está haciendo un negocio sucio», dijo el fiscal Saab, y señaló que en algún momento «la justicia internacional actuará contra Bukele en este asunto».
Apelando a la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, el gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, deportó a El Salvador sin someter a juicio a unos 252 venezolanos a quienes acusa de pertenecer a la extinta banda criminal denominada Tren de Aragua.
El Salvador los encerró en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una megaprisión de máxima seguridad creada por Bukele para pandilleros.
El Salvador recibirá 6 millones de dólares de Estados Unidos para un grupo inicial de 200 venezolanos detenidos, anunció la Casa Blanca.
«La tarifa sería relativamente baja para Estados Unidos, pero significativa para nosotros, haciendo sostenible todo nuestro sistema penitenciario», afirmó Bukele en febrero pasado, sin especificar el monto.
Un primer grupo de 238 migrantes venezolanos llegó al Cecot, inaugurado en enero de 2023, el 15 de marzo.
Saab: Bukele es un tirano
Tanto el presidente Nicolás Maduro como la fiscalía venezolana exigen la «liberación incondicional» de los connacionales deportados al señalar que su detención y traslado a El Salvador es ilegal.
La exigencia responde a la oferta que Bukele hizo el domingo 20 de abril de un canje de 252 migrantes deportados al Cecot por el mismo número de «presos políticos» en Venezuela.
«Los venezolanos que fueron privados de su libertad en El Salvador residían en Estados Unidos sin haber cometido previamente ningún delito en ese país (…) mucho menos en El Salvador», subraya Saab.
«Además de ser un violador serial de derechos humanos (…) Bukele es un tirano. Es el inspector nacional de tránsito, es el director de la policía, es el jefe de las televisoras, los medios de comunicación, el sistema judicial, la Fiscalía», ironizó el fiscal. «Estamos ante un criminal extremadamente peligroso», concluyó.
Saab afirma que contactó a autoridades judiciales salvadoreñas pero no ha recibido respuesta ni «una lista exacta» de detenidos, y que cita cifras de la prensa estadounidense.
«El Salvador está en manos de Bukele. Es un Estado fallido. Allí no hay justicia, la democracia institucional no funciona. No existe en absoluto el principio de independencia entre los poderes», señaló Saab.
«Envié comunicaciones a Volker Türk, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, quien guardó silencio», comenta.
Hay más «de 250 venezolanos privados de libertad, desaparecidos en El Salvador, no hacen nada (…) la ONU también ha guardado silencio absoluto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos… No se está haciendo nada. Se están cayendo las máscaras», afirma.
«En Venezuela, un pájaro cae de la rama de un árbol y ya están armando un caso, un escándalo», denunció Saab, quien tacha de «tibias» a las oenegés de derechos humanos.
«¿Dónde están las acciones urgentes de todos los oenegés para exigir la libertad de estos venezolanos inocentes?», se pregunta Saab. Cuestiona que muchos están detenidos por tener tatuajes, uno de los criterios de la administración de Trump para asociarlos con pandillas.
Demonización de los tatuajes
El fiscal, que tiene numerosos tatuajes, entre ellos una bandera venezolana detrás de una oreja, protesta por la demonización que se ha creado en torno al uso de tatuajes y tachó de ridículo vincular a una persona tatuada con alguna banda criminal.
«Los tatuajes han sido considerados durante miles de años como una obra de arte (…) El hecho de que alguien pueda tener, como les ha sucedido a muchos de estos jóvenes, tatuados los nombres de sus padres y que se diga que están vinculados a una organización criminal, es ridículo», remarca.
«En Estados Unidos deberían arrestar a todo el país porque es uno de los países con más gente tatuada», afirma.
Saab recuerda que seguirá exigiendo la libertad de los deportados por tratarse de «un hecho excepcional».
«¿Cómo voy a perder la esperanza? Es lo último que podría perder, seguimos insistiendo, seguimos haciendo todo lo posible».
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