Las disidencias de las FARC reconocieron el fallecimiento de alias el Paisa y alias Romaña, de acuerdo con información que conoció RCN, en el cual el décimo frente de la Segunda Marquetalia indicó que la muerte de estos dos no se generó como producto de enfrentamientos por rutas del narcotráfico.
RL / Idaed / Semana
De acuerdo con la información expuesta en su comunicado, ambos líderes guerrilleros fallecieron como consecuencia de los combates adelantados en los planes contrainsurgentes.
Romaña y el Paisa, dos de los más grandes sanguinarios de las FARC que intentaron refugiarse en Venezuela para delinquir a sus anchas, pagaron con sus vidas su historial criminal.
Ambos llegaron a ser símbolos de la audacia de las FARC que por 50 años cometieron los peores crímenes contra civiles y miembros de la Fuerza Pública.
Los dos eran atrevidos en sus acciones de guerra. Eran osados. Infundían miedo y mucho temor. Parecían no temerle al peligro.
Alias Romaña fue el precursor de las mal llamadas “pescas milagrosas”, una manera de delinquir dirigida contra la población civil que consistía en salir a cualquier hora del día o de la noche a las carreteras, a asaltar civiles, y llevárselos secuestrados, para luego exigir millonarios rescates.
Salía con sus hombres a las carreteras más transitadas –siempre eran grupos numerosos– a plena luz del día y elegía, según su parecer, a quiénes se llevaba.
No le importaba si eran adultos mayores, mujeres o apenas jóvenes. Él sabía escoger. Ponía su mirada sobre personas que dejaran ver poder económico.
Los secuestrados podían demorar meses en su poder. Era sorprendente, casi siempre lograba sus objetivos. Nunca pudieron ser sorprendidos por la Policía o el Ejército en flagrancia.
Alias el Paisa, comandante de la también temible columna Teófilo Forero, hizo fama en los departamentos del Huila, Caquetá y Tolima, donde tenía su círculo de operaciones.
Una de las acciones más osadas que se le atribuyen a alias el Paisa fue el secuestro del senador Jorge Eduardo Géchem Turbay, cuando se dirigía de Neiva a Bogotá, en un vuelo comercial, hecho que terminó con los diálogos del Caguán, entre el Gobierno del entonces presidente Andrés Pastrana y las FARC.
La aeronave donde se movilizaba Géchem fue desviada a El Hobo, Huila, y la hicieron aterrizar en una carretera desolada que habían despejado para tal fin.
En pleno diálogo entre el Gobierno y las FARC, Géchem fue secuestrado y estuvo seis años en cautiverio.
Otro hecho de gran audacia, atribuido a alias el Paisa fue la toma del Edificio Miraflores, en Neiva, de donde se llevó secuestradas a 15 personas.
Se cree que el comando guerrillero dirigido por el Paisa estaba conformado por 75 miembros, que lograron llevarse los secuestrados de un conjunto residencial ubicado en el centro de la ciudad, sin ser interceptados por la Policía.
La operación de los insurgentes no tomó más de 21 minutos y fue planeada para que se hiciera entrada la noche, justo cuando se disputaba un partido de fútbol de Colombia con Honduras, de la Copa América, para no despertar sospechas.
Los guerrilleros tuvieron el atrevimiento de ir apartamento por apartamento del edificio buscando sus víctimas.
En varias ocasiones el entonces presidente Álvaro Uribe estuvo en la mira de alias el Paisa. En una de esas veces una bomba de gran poder fue explotada cerca de la pista del aeropuerto cuando el avión del presidente estaba próximo.
Romaña y el Paisa llegaron a convertirse en el terror de la guerrilla para la población, y en especial para las zonas de influencia de sus operaciones.
Serán recordados como dos de los hombres más sanguinarios de las FARC que delinquieron hasta los últimos minutos de vida.