El recién nacido es ahora una estadística, un número más entre los 1279 decesos que notifica la cúpula madurista desde que se inició la pandemia y la evidencia de que la enfermedad es mortal y más en un país en crisis.
RL / Idaed / Semana
Su corazón y pulmones también fallaron. Presentó daño “multisistémico” y casi dos meses después de su ingreso se salvó de engrosar las cifras de Nicolás Maduro.
Solo palabras
Prometer un plan nacional de vacunación contra el coronavirus es fácil. Ejecutarlo en Venezuela raya en casi imposible divulga en un comunicado la Academia Nacional de Medicina.
En el documento difundido en redes sociales, la organización sostiene que “la vacunación de la población es una actividad muy compleja y requiere no solo contar con un abanico de vacunas seguras y efectivas, sino también con personal capacitado, lineamientos y protocolos, equipos e insumos (paquetes fríos, cavas, bandejas, inyectadora, agua jabonosa, algodón y otros).
Además de un tren de comunicación social para la promoción y participación comunitaria, de un sistema de vigilancia epidemiológica con sus guías, protocolos, laboratorios, manuales y apoyo logístico, equipos de respuesta e investigación, monitoreo, supervisión y evaluación del proceso e impacto”.Anuncios
Pero de lo mencionado poco o nada está disponible. Venezuela tiene “enormes fallas para la distribución, almacenaje y traslado de vacunas a gran escala”.
Las vacunas necesitan refrigeración, algunas de ellas temperaturas hasta -80º C. y en el interior del país existen “serias limitaciones” por falta de refrigeradores o los existentes están en mal estado, que no permiten conservar las dosis bajo cadena de frío, por lo que se trabaja en operativos o jornadas periódicas desde hace varios años, situación agravada por las frecuentes fallas del sistema eléctrico en el país revela la Academia Nacional de Medicina.
Condiciones en contra
Inmunizar al 70 % de la población para detener la pandemia está sujeto a los recursos que se destinen para “almacenaje, transporte y conservación desde el laboratorio de producción hasta su aplicación en los establecimientos de salud o jornadas especiales”.
A esa cuenta se añaden los costos por obreros de carga y descarga, viáticos, hospedajes, combustible, vehículos con mantenimiento preventivo y correctivo, guías y permisos de traslado y control estricto de inventarios.
El escenario es desalentador. Avanzar depende de “convocar a todos los integrantes a participar en el Plan Nacional de Vacunación contra la COVID-19 para su éxito; las Fuerzas Armadas, los ministerios, la academia y las sociedades científicas y gremiales de la salud, al sector privado y, por supuesto, a todas las agencias internacionales y ONG que ya están apoyando programas de salud y medicinas en muchas zonas del país”.
Es una petición y un deseo para combatir la enfermedad pero el régimen está lejos de admitir y escuchar mientras el gremio reporta más de 330 profesionales muertos por coronavirus según Infobae.
Mundo paralelo de mentiras
La realidad es otra para los socialistas. Los voceros posicionan a Venezuela como uno de los países menos afectados en América Latina cuando “los hospitales están colapsados, los insumos son escasos y no existe un protocolo eficiente de registro de muertes por covid-19” revela Semana.
El manejo de la enfermedad está plagado de “mentiras e improvisación” apunta el medio colombiano. El número de casos positivos y muertes es subestimado por la insuficiencia de pruebas PCR y una dependencia de pruebas rápidas de anticuerpos.
“Miraflores informa un número de fallecidos bajo el esquema de resultados de la prueba del PCR, sin embargo, hay muertes que nunca recibieron la confirmación de ser positivos y no se contabilizan como casos de muerte por coronavirus” analiza Semana y Enrique López Loyo, presidente de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela lo confirma en una entrevista difundida por Sumarium en Twitter. «No hay cifras reales ni certificación de cómo ha circulado la pandemia en el país».
📹 Enrique López Loyo, presidente de la Academia Nacional de Medicina de Venezuela 🇻🇪, considera lamentable que no se tengan cifras reales de certificación de cómo ha circulado la pandemia en el país. pic.twitter.com/zPnyGgm6lS
— Sumarium (@sumariumcom) February 10, 2021
Vacunas en la incertidumbre
Así la oscuridad epidemiológica reina. Y en las mismas sombras también permanece el número de vacunas solicitó el régimen a través de COVAX considerando que no hay indicios sobre la cantidad de población que inscribió Maduro como base para el cálculo del 20% que beneficia el mecanismo de la Naciones Unidas. Nadie sabe si fueron 25, 28 o 30 millones de habitantes señala Efecto Cocuyo.
Pero de entrada se requieren 40 millones de dosis, para 20 millones de personas. Si se calcula un precio razonable de 10 dólares por dosis para un solo tipo de vacunas, eso representa 400 millones de dólares
De esa cantidad sólo arribó el primer lote de la vacuna rusa Sputnik V al Aeropuerto al Internacional de Maiquetía en un avión procedente de Moscú de la aerolínea estatal venezolana Conviasa, como parte del contrato establecido entre Venezuela y Rusia por diez millones de dosis. El avión que llegó cerca de las 14:00 horas a suelo venezolano según Gestión sólo transportó 100.000 dosis.