Autoridades colombianas informaron que 86 personas han sido asesinadas en la zona de Arauca en lo que va de año. La violencia proviene de los enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las FARC para controlar rutas de narcotráfico.
RL / Idaed / France24
Por medio de una rueda de prensa, el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, aseguró que el comienzo del 2022 en la frontera con Venezuela ha sido caracterizado por un aumento de la violencia debido a enfrentamientos entre las disidencias de la extinta guerrilla de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Unos combates que según las autoridades del país han dejado 86 personas muertas en lo que va del año.
Las alarmas se prenden sobre el departamento colombiano de Arauca. El ministro del Interior colombiano, Daniel Palacios, reportó este domingo que al menos 86 personas han sido asesinadas en la frontera de Colombia con Venezuela.
Una situación que se ha presentado, según las autoridades colombianas, por el aumento de los enfrentamientos entre las disidencias de la extinta guerrilla de las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que se disputan el control de la zona.
“Aquí las disidencias de las FARC, el ELN y la nueva Marquetalia, generan homicidios, a sus mismos hombres y en ese sentido estaremos trabajando de la mano con la Fuerza Pública”, denunció Palacios en una rueda de prensa.
Por su parte, el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, anunció millonarias recompensas por los jefes de ambas organizaciones. “Vamos tras ellos. No importa en dónde se escondan, no importa si están en Venezuela y buscan moverse a Colombia, vamos a capturar a quienes son los responsables”, aseguró.
El departamento fronterizo de Arauca se ha convertido en uno de los focos del conflicto tras los acuerdos de paz firmados entre la extinta guerrilla de las FARC y el Gobierno colombiano en 2016. Tan solo en 2022 ya se han reportado varias masacres y el aumento de los desplazamientos.
Con el recrudecimiento de la violencia, uno de los lugares más afectados se trata del municipio de Tame, en donde se llevó a cabo la rueda de prensa. Allí, en el mes de enero se presentaron explosiones y varios secuestros. Una situación que ha terminado por afectar a los habitantes del municipio.
“Debido a la guerra y los problemas de orden público, hay muchos negocios cerrados, muchos comercios cerrados, a la mayoría de las personas les ha tocado cerrar”, comentó Luz Marina Ardila, habitante de la zona a AFP.
¿Qué ha llevado al aumento de la violencia en Arauca?
Arauca volvió a paralizar al país a comienzos del año. Allí fue donde se presentó la masacre más grande que ha sido reportada en 2022. Según la Fiscalía colombiana, 27 personas perdieron la vida en enero. Y aunque las primeras versiones hablaban de unos enfrentamientos entre las disidencias de las FARC y el ELN, la última investigación apuntaba a que el ataque pudo ser en la modalidad de sicariato.
La masacre expone la complejidad de la violencia en la zona. En la que, además de las luchas por el control territorial de los grupos armados, existen fuertes disputas por las rentas derivadas del narcotráfico.
El Gobierno colombiano ha denunciado que desde hace un año las disidencias de las FARC y el ELN han intensificado los combates. Y ha llegado incluso a responsabilizar al presidente venezolano, Nicolás Maduro.
“Quienes están generando esa violencia en Arauca, para que le quede claro al país, son las disidencias de las FARC, el ELN, con esos grupos que tienen disputas criminales del otro lado de la frontera (en Venezuela), en Apure, con la connivencia y apoyo de las Fuerzas Militares Bolivarianas”, aseguró Molano.
A pesar de la desmovilización de gran parte de los militantes de la guerrilla de las FARC tras el Acuerdo de Paz, según el centro de estudios independiente colombiano Indepaz, las disidencias tendrían cerca de 5.200 efectivos. Mientras que el ELN estaría compuesto de 2.500.
Específicamente en Arauca, los combates se explicarían, en parte, porque en 2016 las FARC abandonaron las zonas que controlaban en dicho departamento. Estas mismas fueron ocupadas posteriormente por el ELN. Ahora, las disidencias están intentando volver hacer presencia en dicha zona.
Así lo expuso Jorge Mantilla director de dinámicas del conflicto de la FIP para el periódico colombiano El Espectador: “Esto generó una suerte de desacuerdos que fueron escalando sobre las reglas de juego. El ELN está acostumbrado a ser el actor hegemónico en Arauca”.
También en enero la ONU y la Defensoría del Pueblo colombiana aseguraron estar preocupados por el aumento de la violencia en el departamento expresada en homicidios, amenazas y desplazamientos.
En una entrevista con la emisora radial colombiana W Radio, el personero de Tame, Juan Carlos Villate, aseguró que el 2 de enero fue el día más violento en el municipio de los últimos 10 años.
Además, según comentó a France 24 Luis Fernando Trejos, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad del Norte, lo que se está viviendo en la frontera entre Colombia y Venezuela se trata de “un conflicto binacional en donde hay unos actores regulares e irregulares que se enfrentan a cada lado de la frontera.”
Divergencias entre Venezuela y Colombia: otro punto de tensión en la frontera
Las acusaciones cruzadas entre Colombia y Venezuela se suman al tenso panorama. El presidente colombiano, Iván Duque, ha culpado en repetidas ocasiones a Maduro de proteger a los grupos armados en su territorio. Unas acusaciones que Caracas niega.
El ministro de Interior colombiano, por su lado, volvió a asegurar este domingo desde su cuenta de Twitter que la violencia que vive Arauca tiene como origen el país vecino.Es claro que la violencia que se vive en Arauca se origina en Venezuela por la disputa de rentas criminales del Eln, disidencias de las Farc y la Segunda Marquetalia.
Del otro lado de la frontera, el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, informó el viernes del fallecimiento de al menos ocho personas debido a la explosión de minas antipersonas en el estado de Apure. Venezuela asegura, además, que está combatiendo los grupos armados colombianos en su territorio.