Venezuela vota el próximo domingo las elecciones regionales, la primera cita en las urnas en los últimos seis años que cuenta con la participación de la oposición mayoritaria y que tendrá presencia de observadores internacionales, como la Unión Europea; una amalgama de factores que no se presentaron en las legislativas de 2020, las presidenciales de 2018, ni las regionales de 2017.

RL / Idaed / Elcolombiano

En la jornada se elegirán 23 gobernaciones, 335 alcaldías, 253 diputados regionales y 2.471 concejales. Por primera vez desde el referendo de 2004, la proporción de magistrados en el Consejo Nacional Electoral (CNE) está tres a dos, con un par de escaños que no están ocupados por togados cercanos al gobierno.

Tras años de crisis política, el tiempo ha mostrado que, en un escenario en el que Nicolás Maduro pone las reglas de juego, hay dudas en una parte de la población sobre la transparencia del proceso electoral y las medidas venideras del Palacio de Miraflores para mantener el control político, como la creación de la figura de protectores y la propuesta del “estado comunal” que está en trámite en el legislativo.

No obstante, la cita de este 21 de noviembre alentó la confianza en una parte de la oposición, que participará con la meta de retomar el poder local en Venezuela. Los candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) son la representación del oficialismo en esta contienda, mientras la oposición es, realmente, una combinación de oposiciones.Oposiciones y la disidenciaVenezuela carece de una oposición única.

Está la Mesa de Unidad Democrática (MUD) a la que también pertenecen los principales partidos del G4 (los más fuertes y tradicionales) y que luego articuló la Plataforma Unitaria con la que participan en las conversaciones de México con el régimen. Esa agrupación incluye a Juan Guaidó, Leopoldo López, Henrique Capriles, entre otros.

La Alianza Democrática, integrada por las colectividades que participaron en las elecciones legislativas de diciembre de 2020 y que están en la Asamblea Nacional (oficialista). Esos comicios, sin embargo, fueron calificados como ilegítimos por los partidos de la MUD, Colombia, Estados Unidos y otros actores en el ámbito internacional.

Hay una oposición más polarizada que apela por sacar a Maduro del poder por la fuerza, como el Vente Venezuela de María Corina Machado, y una disidencia política del chavismo que se disfraza de oposición aglutinada en la Alternativa Popular Revolucionaria.

“La reaparición de la MUD y la alianza de pedazos de partidos ha producido un efecto unificador. En los 23 estados, 20 tienen un candidato único de los principales partidos opositores”, apunta el politólogo Luis Salamanca.

En esos están las oportunidades de la oposición de retomar el poder local.Ganarle al oficialismoJosé Gregorio Correa, coordinador de la Alianza Democrática, dice que ganar en las elecciones requiere que la oposición no vaya dividida y que no se juegue a la abstención. “En Venezuela hemos explorado muchos caminos para salir de Nicolás Maduro y el único que nos ha hecho fuertes es la vía electoral. Antes el Gobierno nos ganó porque no fuimos a votar”, sentenció Correa.

No hay un relato uniforme en las oposiciones de Venezuela sobre las elecciones regionales, de ahí que el número de opositores aspirando a un cargo se cuenten hasta por decenas, sobre todo para las alcaldías, mientras el Psuv sí tiene postulados únicos. La complejidad del rompecabezas político de las regionales cambia si se revisa un municipio o un Estado y, sobre todo, cuál.

En Caracas Tomás Guanipa, de Primero Justicia, encabeza la campaña visitando, incluso, lugares que antes estaban vedados para la oposición, como el barrio 23 de enero.

En el estado Miranda David Uzcategui, de Fuerza Vecinal, está intentando cerrar alianzas con otros ocho opositores, incluido Carlos Ocariz de la MUD. Su colectividad, sin embargo, resultó de una escisión con Primero Justicia y no está en la élite de los partidos del G4.

Laidy Gómez, actual gobernadora de Táchira, busca la reelección, pero tiene el camino difícil frente al protector Fredy Bernal, quien fue designado por el oficialismo para administrar ese estado cuando Gómez fue elegida en 2017.

Manuel Rosales, del partido Nuevo Tiempo, exalcalde y exgobernador, está buscando arrebatarle la gobernación del estado Zulia al oficialismo y cuenta con un importante respaldo popular.

Henri Falcón, de Avanzada Progresista intenta regresar a la Gobernación del estado Lara, puesto en el que estuvo en dos ocasiones. Falcón, sin embargo, no tiene el apoyo pleno de los opositores porque fue uno de los colaboracionistas que participó en los comicios ilegítimos de 2018. En Lara también hay un candidato de la MUD, Luis Florido.

Morel Rodríguez, quien ya fue gobernador del estado Nueva Esparta, busca regresar a ese puesto, y también está en la lista de opositores con capital político para competir por las gobernaciones, en una contienda en la que la consultora Delphos apunta que la participación puede estar entre el 40 % y el 45 %.

La duda que siempre invade este tipo de jornadas es si hay garantías para participar. Pedro Méndez, de Primero Justicia, considera que “las condiciones no se están recuperando plenamente. No hay prensa libre, no hay espacio para que el público conozca lo que está pasando en el país, sigue gravitando la violencia política, hay espacios en los que la oposición no puede hacer campaña y hay candidaturas que persisten en dividir”.

Y ese, precisamente, ha sido el repetido problema de las oposiciones para tomar postura sobre las elecciones