Cree que los medios públicos y privados deben trabajar juntos en todo el mundo para derrotar a la desinformación, en una batalla en la que los gobiernos deben asumir la responsabilidad de enseñar a los ciudadanos a distinguir lo verdadero de lo falso
madrid – En una entrevista con EFE, el responsable del BBC World Service reivindica la utilidad del periodismo actual porque, aunque acosado por las noticias falsas, sigue siendo necesario y capaz de cumplir con metas tan elevadas como la de obligar a rendir cuentas a aquellos que “se creen por encima de la ley”.
Líderes políticos derribados por ‘noticias falsas’, superpotencias que declaran guerras híbridas con un ejército de ‘bots’. La gente llega a morir por bulos que se hacen virales. ¿Hay alguna posibilidad de que los periodistas salvemos al mundo de la desinformación?
-Creo que cualquiera que quiera ser periodista cree que puede salvar el mundo hasta cierto punto, pero es cierto que el negocio de la información hace cada vez más difícil que el periodismo de alta calidad sobreviva. Dos cosas tienen que pasar: las audiencias tienen que dirigirse a sus proveedores de noticias de confianza, pero también deben apoyar el periodismo de calidad allí donde lo encuentren, incluidos los modelos comerciales y de suscripción. No podemos ser únicamente las cadenas públicas o estatales las que libremos esta lucha, tiene que ser una coalición donde medios privados y públicos trabajen juntos para ganar la batalla a las noticias falsas y la desinformación.
Precisamente, la campaña para el referéndum sobre la salida de la UE en el Reino Unido reveló la debilidad de los medios frente a la desinformación y la manipulación de voto mediante el uso de datos privados. ¿Ha sido el Brexit una victoria para la desinformación?
-No sé si estoy de acuerdo con eso. Es cierto que tanto en las presidenciales de EE.UU. en 2016 como en el referéndum sobre el Brexit se detectaron prácticas de algunos medios y en las redes sociales que tienen que ver con la publicidad y la manipulación de datos privados. Pero, al final, el brexit es un problema más amplio. Tres años después, los británicos todavía estamos intentando encontrar la forma de llevarlo a cabo y de que los políticos y el país vuelvan a unirse después de un periodo en el que hemos estado profundamente divididos. No estoy seguro de que el Brexit diga mucho sobre los medios, creo que dice más de la problemática relación que los británicos han mantenido con la Unión Europea durante muchas décadas.
No obstante, durante la campaña del referéndum, la BBC fue criticada por dar un tratamiento equilibrado que llevó a situaciones en las que un premio Nobel tenía el mismo espacio que un portavoz de la campaña para salir de la UE sin una trayectoria sólida. ¿Qué consecuencias ha tenido este enfoque?
-La BBC está comprometida con dar un equilibrio apropiado, pero no falso. Nos vimos obligados, creo que con razón, a representar a ambos lados de la campaña del referéndum por igual y creo que es inevitable para una cadena pública además de una consecuencia inevitable de convocar un referéndum 50-50 (de una sola pregunta) sobre un tema técnico enormemente complejo. Pero la BBC no da un equilibrio inapropiado cuando se trata de temas como el cambio climático, por ejemplo. Somos muy cautos a la hora de representar donde está el centro del pensamiento y no presentar temas como el cambio climático como un debate 50-50.
Estos días están circulando muchos bulos en España relacionados con la situación de Catalunya, como ya ocurrió con el referéndum catalán. ¿Hay alguna relación entre nacionalismo y desinformación?
-El auge de la desinformación política se está transformando a través de la agenda política. No lo veo como una característica única del nacionalismo ni de la izquierda y la derecha. Creo que lo que representa es una mayor tendencia de las audiencias de recibir información de baja calidad en plataformas sociales porque los medios, en algunos casos, han abandonado ese espacio. El negocio de hacer noticias de calidad se ha vuelto muy difícil. En algunos países, las cadenas públicas están en retirada y los medios privados más potentes también se enfrentan a serias dificultades, y ese vacío ha dejado atrás un espacio en el que brotan noticias digitales de baja calidad por todas partes. Las personas las consumen en sus móviles y han sido abandonadas, incapaces de diferenciar lo que es buena y mala calidad.
El BBC World Service llega a una audiencia de 400 millones de personas. También tiene una reputación incontestable como servicio independiente e imparcial de noticias. Sería lógico pensar que la BBC debe liderar la lucha global contra la desinformación.
-Somos muy afortunados porque publicamos noticias en 42 lenguas, aparte del Inglés, y eso nos permite identificar en mercados de todo el mundo tendencias y patrones en noticias falsas y desinformación. Pero solo podemos ser parte de la solución: la alfabetización mediática global es un enorme desafío para las políticas públicas en todo el mundo. Lo vemos ahora mismo con el cambio climático: es un gran desafío para los países en todo el mundo, y cada país debe encontrar la forma de mejorar la alfabetización mediática de su población, tanto en Europa occidental como en África Subsahariana.
La investigación de la BBC ‘Anatomy of a killing’ se ha convertido en una obra maestra de la verificación digital que demostró cómo un grupo de soldados cameruneses habían asesinado a dos mujeres y dos niños. ¿Cómo de difícil y cara ha sido esa investigación?
-Fue difícil y bastante cara, pero creo que ha tenido un gran impacto y nos dice un par de cosas muy interesantes sobre el periodismo de hoy. Primero, que hace una generación difícilmente podíamos informar sobre los hechos que ocurrían sobre el terreno si no éramos capaces de ir allí, hacer nuestras fotos, nuestras investigaciones, filmar nuestro material. Anatomy of a Killingdemuestra que, incluso después de los hechos, somos capaces de reconstruir lo ocurrido a través del análisis de fuentes abiertas y de vídeos publicados en redes sociales. Creo que ha sido increíblemente importante y que muestra que hay responsabilidad por acciones que parecen haber sido enterradas. Las personas que perpetraron estos asesinatos confiaban en que nunca serían atrapados y pienso que un importante papel del periodismo, dentro del periodismo de investigación, es obligar a rendir cuentas a las personas que se creen por encima de la ley.
¿En qué lugares del mundo muestra su cara más temible la desinformación?
-La desinformación apoyada por Estados, ya sea Rusia u otros países, localiza conflictos preexistentes y promueve la violencia o perturba la actividad política legítima, especialmente en elecciones. Hemos visto que esto no ocurre solo en países en desarrollo;aquí mismo hemos visto pruebas de acciones de desinformación apoyadas por actores estatales en las elecciones al Parlamento Europeo de este año. Por lo tanto, para nada se trata de un problema exclusivo de los países en desarrollo, también es un problema para Europa occidental y Estados Unidos.