Estados Unidos retirará algunas sanciones económicas contra Venezuela, una decisión que ha tomado a petición de la oposición venezolana, que está retomando el diálogo con el Gobierno del presidente, Nicolás Maduro.
Idaed / Swissinfo
Los cambios permitirán a la petrolera Chevron negociar con la estatal PDVSA “los términos de posibles actividades futuras en Venezuela”, lo que no significa que la compañía estadounidense pueda explotar o comerciar con crudo venezolano, explicó durante una llamada con periodistas un alto funcionario del Gobierno de EE.UU.
“No supondrá ningún aumento de los ingresos del gobierno”, dijo.
El Gobierno de Joe Biden quiso dejar muy claro que el anuncio tampoco conlleva un cambio en las políticas de Estados Unidos respecto a Venezuela, y que Washington está dispuesto a endurecer las sanciones contra el país si ve motivos para ello.
“Reimpondremos las sanciones ante cualquier paso atrás en cualquier clase de negociación”, explicó la fuente.
De igual manera, el Gobierno estadounidense recalcó este martes que sigue considerando a Juan Guaidó presidente interino de la Asamblea Nacional elegida en 2015, y que seguirá trabajando con la Plataforma Unitaria para asegurar que se celebran elecciones democráticas en el futuro.
Estas conversaciones, que comenzaron el pasado mes de agosto en Ciudad de México y bajo la mediación de Noruega, se interrumpieron en octubre por la extradición a Estados Unidos de Alex Saab.
La medida, por tanto, tiene como único objetivo facilitar estas conversaciones con el fin de celebrar unas elecciones con garantías democráticas en el país, y no está relacionada con el aumento en los precios del petróleo ni con la celebración de la Cumbre de las Américas.
Sobre este último punto, un experto en Latinoamérica de la American University que habló bajo condición de anonimato dijo que “ningún cambio en el gobierno de sanciones influirá en ningún país de una manera u otra sobre si acudir a la cumbre”.
La celebración del evento, que tendrá lugar en Los Ángeles (California) a comienzos de junio, se ha visto envuelta en polémica desde que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció su intención de no acudir si EEUU no invita a Cuba, Nicaragua y Venezuela a participar en la cita.
Las autoridades estadounidenses anunciaron ayer la reanudación de los vuelos comerciales a Cuba más allá de La Habana, la suspensión del límite de 1.000 dólares a las remesas y la autorización de ciertos tipos de viajes, si bien el turismo seguirá prohibido.