22 enero, 2025 8:16 am

Donald Trump toma posesión anunciando tormentas

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Cuando este lunes el magnate Donald Trump tome posesión de la presidencia de Estados Unidos por segunda vez, probablemente las principales expectativas estarán centradas en el posible inicio de un proceso de deportación masiva de inmigrantes indocumentados, una de sus promesas electorales, a modo de amenaza.

No es para menos, pues en ese país hay alrededor de 11,5 millones de personas que viven en esa condición y que, para bien o para mal, dan aportes importantes a la economía de ese país, como lo han apuntado innumerables analistas y, además, representan mano de obra barata.

Sus anuncios durante la campaña y luego de ser electo, en su estilo de nuevo sheriff del pueblo, tal y como lo han definido no pocos, presagian tormentas de distintos tipos, pues entre sus variopintas amenazas han estado la de imponer un 25% de aranceles a los productos que lleguen de Canadá y México, apoderarse del canal de Panamá, tomar Groenlandia comprándola o por la fuerza o desatar un infierno en la Franja de Gaza si Hamás no libera a los israelíes que mantiene retenidos, como si los habitantes del enclave palestino no estuvieran atravesando ya por algo tal vez superior al averno.

Una de las principales interrogantes en su nuevo período es hasta qué punto correrá peligro la precaria estabilidad mundial si pregona que impondrá “la paz con la fuerza”.

Peligro

“Trump es un hombre muy peligroso para el mundo entero y para su propio país; basó su campaña nuevamente en el slogan “Hagamos a América Grande Nuevamente”, en la doctrina del Destino Manifiesto, donde “América” es una nación superior, tal como piensa es superior la raza del hombre blanco anglosajón”, alerta el exdirector general del viceministerio de la Cancillería venezolana para América del Norte, Ricardo Moreno.
El diplomático recalca que en esta ocasión el mandatario ultraderechista “está más envalentonado, con una visión geopolítica más unipolar, en la cual los intereses imperiales de EEUU estarán en el centro de su política exterior. En lo interno, favorecerá a sus amigos de las élites empresariales en detrimento del ciudadano promedio y las minorías”.

El también articulista, al referirse a las amenazas que ha lanzado Trump, apunta que esto “independientemente de que sean solo bravuconadas o más bien una táctica de negociación o algo más, muestra la intención de dominio, algo que siempre ha impulsado su carrera política ante su base más radical y extremista: la idea de que todo lo que controle sea lo más grande posible. De ahí su fijación con la expansión territorial que pregona”.

Venezuela

Ricardo Moreno se refiere entonces a cómo podrían ser las relaciones con Venezuela en este nuevo período:

La presencia de Michael Waltz como consejero de Seguridad, de Marco Rubio como secretario de Estado, de Richard Grenell como enviado especial para Corea del Norte y Venezuela, de Mauricio Claver-Carone como enviado especial para América Latina, pareciera indicar que tendrá la intención de establecer una línea dura contra nuestro país, pues todos tienen en común que son halcones de la política exterior estadounidense, vinculados a la oposición extrema venezolana”.

No obstante, el exfuncionario de la Cancillería apunta que “pudiera ser que Trump, quien en muchas ocasiones hace caso omiso a lo que le dicen sus asesores, dado el fracaso de su política de máxima presión durante su primer gobierno, opte por el pragmatismo político y diplomático, y decida negociar con el presidente Nicolás Maduro un acuerdo de repatriación de connacionales, pues una de sus promesas electorales es la deportación de indocumentados. También está el panorama energético mundial y el alto costo del combustible en EEUU, y tal vez decida ampliar las licencias a empresas de ese país para hacer negocios aquí”.

Presidente Nicolás Maduro.

Venezuela se mantendrá a la expectativa en su mandato

Tan pronto como se confirmó la victoria de Trump, Nicolás Maduro, en su carácter de jefe de Estado de nuestro país –tal y como lo será Trump del suyo desde este lunes–, no tardó en felicitarlo, para luego expresarle lo que espera en los próximos cuatro años de las relaciones Venezuela-Estados Unidos:

“Este es un nuevo comienzo para que apostemos a ganar-ganar y le vaya bien a Estados Unidos, le vaya bien a Venezuela y siempre abogamos para que le vaya bien a América Latina y el Caribe”, dijo el 6 de noviembre en un programa especial transmitido por VTV.

Todas las agresiones sufridas por nuestra nación en el primer mandato del magnate que ocupará la Casa Blanca en adelante, incluyendo siempre la amenaza de que “todas las opciones” estaban sobre la mesa y el sainete de la autoproclamación de un “presidente interino”, designado desde Washington, necesariamente fueron recordadas por el mandatario venezolano, aunque con la pertinente moderación.

Dijo que en aquel período “hubo tensiones o tirantez”, pero ello no impidió que cuando Trump fue blanco de un intento de magnicidio en julio pasado, “no dudé ni un segundo en solidarizarme y desearle buena salud y larga vida. Hoy le deseo suerte en su gobierno y que sus propuestas y ofertas electorales tengan buen destino, una buena realización”.
La expectativa se mantendrá en cuanto a cómo se mantendrán las relaciones, con un gabinete repleto de halcones.

Presidenta Claudia Sheinbaum.

México espera respeto y colaboración mutua

México ha sido uno de los tantos blancos contra los cuales Trump ha dirigido su andanada de vociferaciones y amenazas desde su campaña electoral, pero elevando sus decibeles desde que se concretó su victoria el 5 de noviembre.

La presidenta del país azteca, Claudia Sheinbaum, con extrema delicadeza y manejando cuidadosamente el lenguaje diplomático, ha venido expresando su rechazo firme a tales anuncios, como lo hizo el domingo pasado, en su discurso al cumplirse sus primeros 100 días de gobierno.

“Estoy convencida de que la relación con Estados Unidos será buena y de respeto, y que prevalecerá el diálogo. Nuestra visión es el humanismo mexicano, la fraternidad entre los pueblos y las naciones. Eso sí, siempre tendremos la frente en alto; México es un país libre, independiente y soberano”, dijo en el Zócalo de Ciudad de México ante miles de personas.
Agregó luego, con la elegante contundencia con la cual ha venido expresándose desde que asumió la presidencia en octubre pasado:

“Y como he dicho, nos coordinamos, colaboramos, pero nunca nos subordinamos”, recordando también las buenas relaciones que mantuvo su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, con Trump.

UN

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