El pasado 24 de febrero, Nicolás Maduro ordenó la expulsión de la embajadora Isabel Brilhante Pedrosa, a quien el presidente señaló como persona no grata. En principio, a la embajadora le dieron 72 horas para abandonar el país, pero por petición diplomática ese periodo se extendió hasta este martes.

EB / Idaed / semana

Isabel Brilhante Pedrosa abandonó Venezuela este martes. Su orden de expulsión se dio en respuesta a las sanciones del bloque comunitario contra 19 venezolanos. Sin embargo, antes de abandonar el territorio la embajadora trinó: “Gracias infinitas a todos los venezolanos por su cariño, reconocimiento y afecto. Los llevo a todos en tantos recuerdos hermosos. Mi corazón se queda aquí. Te quiero, Venezuela”.

La decisión era esperada desde que el Parlamento, poder en el que el chavismo tiene una mayoría, incitara al Poder Ejecutivo a expulsar a la embajadora como respuesta a las sanciones del bloque comunitario. En dicha organización figuran sanciones para diputados y funcionarios del Estado.

Las sanciones de la Unión Europea llegaron luego de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, que fueron calificadas como fraude por los mayores partidos políticos opositores y desconocidas por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina. La votación dio al partido de gobierno y sus aliados 256 de 277 escaños del Parlamento.

Esta no es la primera vez que el presidente Nicolás Maduro emite una orden similar. A finales de junio de 2020, tras sanciones por parte de la Unión Europea contra funcionarios del estado venezolano, ya se había ordenado la salida de Pedrosa, pero la decisión fue revertida tres días después de tomada. En esta ocasión, aunque la salida de la embajadora estaba fechada para días anteriores, esta no pudo consumarse por razones logísticas de las que el gobierno venezolano tenía conocimiento, según fuentes informaron a EFE.

La oposición venezolana rechazó de manera inmediata la expulsión de la embajadora, pues la consideraban una aliada en la defensa de los Derechos Humanos del país. “Nos solidarizamos con la embajadora de la UE en Caracas, quien siempre ha demostrado su apoyo de los Derechos Humanos y la democracia en Venezuela en nombre de Europa”, manifestó en Twitter el líder opositor Juan Guaidó.

Ante la expulsión de la embajadora, Bruselas no tardó en declarar a Claudia Salerno, jefa de la misión de Venezuela ante la UE, como persona no grata. No obstante, esta decisión no implica una expulsión debido a que Salerno es también embajadora de Venezuela ante Bélgica y Luxemburgo.

Cabe resaltar que en 2017 Venezuela se convirtió en el primer país latinoamericano sancionado por la Unión Europea, que desde entonces ha aprobado medidas contra 55 funcionarios venezolanos que incluyen la prohibición de viajar a su espacio y la congelación de activos. Esta última tanda de 19 sanciones se trata de la quinta tanda de medidas restrictivas adoptadas por el organismo europeo contra Venezuela.

Es importante mencionar que Maduro también ha hecho menciones sobre el embajador español en Caracas, Jesús Silva Fernández, a quien calificó de cómplice del opositor Leopoldo López, en supuestos planes que mantienen para “asesinar” a la dirigencia chavista.

Silva representa al gobierno español en Caracas desde 2017 y en 2018 fue expulsado por Maduro, luego de ser calificado como persona no grata; no obstante, tres meses después retornó al país. Las tensiones entre estos dos países aumentaron en 2019 cuando el líder opositor venezolano Leopoldo López se hospedó en la residencia del diplomático.