Después de tres años, Estados Unidos ha vuelto al Consejo de Derechos humanos de Naciones Unidas e inmediatamente avaló una resolución condenando la realidad en Corea del Norte.
EB / Idaed / worldkbs
En un discurso pregrabado, emitido en la reunión del consejo del miércoles 24, el secretario de Estado estadounidense Tony Blinken pidió el apoyo de los presentes a la resolución de la ONU sobre las violaciones de derechos humanos que persisten en Siria y Corea del Norte, la negligencia de las autoridades de Sri Lanka sobre las atrocidades cometidas en el pasado, y la necesidad de realizar investigaciones adicionales sobre la situación en Sudán del Sur.
En una declaración aparte, el canciller estadounidense mencionó específicamente a Siria y a Corea del Norte, instando al Consejo de Derechos Humanos de la ONU a apoyar la campaña contra la injusticia y la opresión, y respaldando desde investigaciones sobre las violaciones de derechos humanos en esos países o iniciativas en pro de los derechos de las mujeres y las minorías, hasta la lucha contra el racismo y la persecución religiosa.
Tras ser elegido en 2009 como estado miembro del Consejo de la ONU, Estados Unidos ha sido el principal promotor de resoluciones sobre Corea del Norte. Sin embargo, durante la Administración Trump – en junio de 2018- abandonó el consejo, y desde entonces procuró no aludir al problema de los derechos humanos norcoreanos.