El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, volvió a pedir este lunes que una “solución democrática viable” para Venezuela frente el gobierno “autoritario y dictatorial” de Nicolás Maduro.
Moreno, una vez más, exhortó a encontrar una una solución para Venezuela y reiteró su apoyo al líder opositor, Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado del país por medio centenar de países, frente al régimen autoritario y dictatorial de Nicolás Maduro.
“El Ecuador, país solidario como es, ha acogido a unos 400.000 venezolanos y ha otorgado una visa humanitaria a 160.000. Es la actitud de un país hermano pero al mismo tiempo exigimos (…) una salida democrática viable para la democracia en Venezuela”, aseguró.
Tras burlar la prohibición de salida de Venezuela, Guaidó viajó a Colombia el domingo y tiene previsto visitar el miércoles Bruselas, donde se reunirá con el jefe de la diplomacia europea, antes de acudir al foro de Davos, donde también estará el presidente de Colombia, Iván Duque.
La restricción de viajar formar parte de las múltiples investigaciones penales y administrativas contra Guaidó de las autoridades venezolanas, leales a Nicolás Maduro.
El líder opositor fue ratificado el 5 de enero de 2019 como jefe del Parlamento, cargo desde el que se juramentó como mandatario interino de Venezuela el 23 de enero de ese años, alegando que la reelección de Maduro en 2018 fue fraudulenta.
Reforma pese a protestas
Lenín Moreno también aseguró este 20 de enero que seguirá adelante con las reformas económicas a pesar de las violentas protestas de octubre.
“Pero claro que sí” que continuaremos con las reformas, afirmó Moreno en una entrevista con la AFP en el foro de Davos (Suiza), donde participa hasta el viernes en varias de las reuniones previstas en este encuentro anual de la élite política y económica del planeta.
“La verdad es que las protestas de octubre afectaron bastante a la economía en casi más de 800 millones de dólares, lo cual para la economía ecuatoriana es una buena cifra”, reconoció.
Entonces, el anuncio del presidente de que iba a suprimir los subsidios a los combustibles —en el marco de medidas pactadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI)— desató protestas durante varios días que dejaron diez muertos y más de 1.300 heridos.
Las protestas, lideradas por grupos indígenas, estuvieron marcadas por la violencia, que el presidente ecuatoriano atribuye en parte a los partidarios de su predecesor y exaliado, Rafael Correa, ahora instalado en Bélgica y perseguido por la justicia ecuatoriana por corrupción.
“Lastimosamente a esas manifestaciones totalmente legales y constitucionales les acompañaron unos grupos vandálicos (…) Estaban tratando de quemar las pruebas de corrupción del gobierno anterior”, aseguró Moreno.
La crisis terminó el 13 de octubre con un acuerdo entre el gobierno y los indígenas para derogar el decreto que eliminaba los subsidios.
En cuanto a la posible participación de Correa en las elecciones de 2021, el presidente ecuatoriano dijo que “nunca debe preocupar la participación democrática de ninguna persona” y recordó que está “prófugo de la justicia acusado de gravísimos actos de corrupción”.
Una condena por ese delito supondría el fin de la carrera política de Correa porque la Constitución ecuatoriana le impediría presentarse.
Idaed