Carlos Molina Tamayo, contralmirante venezolano retirado, afirma que las condiciones que existen en Venezuela están dadas para que se produzca un quiebre que permita sacar del poder al gobierno oficialista que tiene más de 20 años gobernando y que, desde 2013, es liderado por Nicolás Maduro.

Considera que la situación en el país caribeño está a un toque para que se produzca ese quiebre con ayuda extranjera, ya sea por vía diplomática o «injerencia humanitaria». Asimismo revela que los militares y las personas allegadas al Ejecutivo están a la espera de que se ejecute esa incursión que propicie una rebelión cívico-militar.

Molina agregó para el portal de noticias que el chavismo ha generado situaciones para infundir terror en la población y citó el caso más reciente, el de la llamada «Operación Gedeón», que se conoció el 3 y 4 de abril, que según la administración de Maduro el objetivo era que «mercenarios» entraran por costas venezolanas para infiltrarse y asesinar a líder del oficialismo y provocar una «guerra civil».

 Ante esa situación el contralmirante dice que ya se está conociendo que la presunta incursión estuvo controlada desde el principio por el madurismo.

El exmilitar fue uno de los líderes de la marcha de la sociedad civil en abril de 2002, cuando el entonces presidente Hugo Chávez estuvo fuera del poder por tres días. Con respecto a la similitud de este año con el 2002 dice que se parecen porque la sociedad quiere un cambio, pero a la vez no, porque en ese año el chavismo todavía no controlaba el 100% de los poderes públicos.

Agregó que las condiciones de 2020 son, a su juicio, difíciles porque en los últimos 18 años el oficialismo ha ejercido control sobre la población y mencionó que ahora los altos mandos son «corruptos y narcotraficantes», situación adversa a la de 2002.

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