A un mes exacto de la tercera reconversión monetaria en el país, sigue sin apreciarse una expansión en el uso de monedas y billetes del nuevo cono monetario.
IDAED / El Nacional.
Aunque aún el Banco Central de Venezuela no ha publicado el balance detallado de la cantidad de billetes de cada denominación que están actualmente en circulación, en los balances de liquidez, efectivamente, se aprecia una inyección de especies denominadas en monedas y billetes por concepto de unos 42 millones de bolívares en las tres primeras semanas de octubre. No obstante, es una cifra que no ha tenido mayor incidencia en las transacciones, a juzgar por lo que comentan comerciantes y economistas.
Impacto de la reconversión monetaria en las transacciones
Por lo que cabe deducir que la reexpresión de las cifras ha incidido mayormente en las transacciones electrónicas y no tanto en las transacciones con especies físicas, para las que generalmente se siguen utilizando billetes del anterior cono monetario.
A lo que se suma que los métodos de pago en efectivo en gran medida se mantienen en moneda extranjera, bien sea en dólares, en buena parte del territorio; en pesos colombianos, en la frontera occidental; e incluso en pedacitos de oro en la región guayanesa.
Ante toda esa circunstancia, cabe preguntarse si verdaderamente la reconversión ha generado los efectos esperados y en qué medida.
Comerciantes
En ese sentido, primeramente El Nacional consultó con diversos comerciantes respecto al impacto de la reconversión para la ventas.
En general, respondieron que más allá de la confusión generada en los días anteriores y en la primera semana de la entrada en vigencia del bolívar digital, tanto compradores como comerciantes «dejaron de prestarle atención».
La reconversión fue menos traumática que la de 2018
Kevin, comerciante, señaló que la experiencia con la reconversión de este 2021 fue significativamente menos traumática que la de 2018, tanto para los vendedores como para los compradores.
Algo que atribuyó a que esta vez se eliminaron seis cifras y no cinco como en 2018, por lo que la reexpresión fue más sencilla al entender que 1 millón simplemente se convirtió en 1.
Confusión entre las cifras en bolívares y en dólares
Con él coincidió Moisés, otro comerciante, en que la adaptación de los precios fue menos traumática esta vez. Sin embargo, lo atribuye a que la generalidad de los pagos se realizan en dólares.
De hecho, consideró que la confusión de la ciudadanía se debió a que al expresar los precios en bolívares digitales, los compradores suelen creer que el monto reflejado es el precio en dólares.
«Como desde hace tiempo mucha gente pone los precios en dólares, la gente cuando ve cifras que no son de millones, creen que todo lo que está en números pequeños es el precio en dólares», dijo.
En ese sentido, indicó que esta confusión se genera porque la mayoría de los comerciantes expresa los precios sin colocar los símbolos o abreviaturas de dólares y bolívares, respectivamente.
Encuesta
Por su parte, una encuesta colgada en las redes sociales de El Nacional, reflejó que casi la mitad de los participantes (48,8%) consideraron que la reconversión monetaria no ha generado ningún impacto transaccional, dada la dolarización de facto.
Otro significativo 31,3% consideró que sí ha habido un impacto, referente a un aumento en los precios.
Aumento de la gasolina tras la reconversión monetaria
En ese sentido, cabe destacar que el Banco Central de Venezuela y el chavismo denominan el proceso no como una reconversión sino como una reexpresión. Haciendo ver con ello que los precios no sufrirían incrementos.
Además, así lo estableció el BCV expresamente en sus boletines y decretos referentes al nuevo cono monetario, al resaltar que los precios solo debían dividirse entre un millón, sin presionar alzas.
Sin embargo, el propio gobierno subió significativamente el precio de la gasolina, a propósito de la reconversión.
De igual manera, otros precios que después de la reconversión quedaron con expresiones decimales, como el pasaje, han sido aumentados a cifras redondas.
Objetivo de facilitar las transacciones
En lo concerniente a la encuesta, otro 10,6% de los participantes contestó que el bolívar digital ha causado confusión y solo 9,2% consideró que ha facilitado la transacciones.
Esto último resulta llamativo, dado que facilitar las transacciones es fundamentalmente el objetivo de la reconversión, pues, como explicaron diversos economistas desde que se anunció la medida, las cifras en bolívares soberanos resultaban inmanejables.
Con lo que reiteradamente, Asdrúbal Oliveros, José Guerra, entre otros, explicaron que la reconversión no tendría por qué incidir directamente en la inflación, ni en el tipo de cambio, pues el objetivo es manejar las transacciones en cifras más pequeñas.
Expertos
Ante todo lo anterior, El Nacional también contactó a dos economistas: Ángel Alvarado y José Guerra, ambos del Observatorio Venezolano de Finanzas.
Alvarado consideró que la reconversión no ha generado un impacto realmente significativo dado el daño causado por la hiperinflación.
«La vida de los venezolanos sigue igual de empobrecida. El daño de la hiperinflación ya se hizo y no se reversa cambiando el nombre de la moneda», expresó.
«El bolívar sigue perdiendo valor»
Guerra, por su parte, reconoció que con la distribución de nuevos billetes empieza a mejorar el nivel de transacciones.
«Pero no es lo que uno espera o esperaba porque la cantidad de billetes que se pusieron en circulación es insignificante. Ese es uno de los problemas pero el mas importante es el hecho de que el bolívar cada vez pierde más valor por la inflación».
Recordó que la espiral inflacionaria llevó a una sustitución del bolívar por el dólar o por otros medios de pagos electrónicos.
«De manera tal que, pues, que no se aprecia la mejoría y no se apreciará hasta tanto el bolívar o cualquier otra moneda nacional recupere su capacidad de medio de intercambio. Ese es el gran reto que tenemos en Venezuela porque de otra manera seguirá el dólar tomando cada vez mas cuerpo en el uso común para las transacciones en la economía», proyectó.
Los venezolanos ya saben de reconversión monetaria
Preguntado sobre cuál cree que es la razón de que esta reconversión sea menos que la anterior, Guerra consideró que no se debe a que hay un aprendizaje frente a los procesos de reconversión por haberlos enfrentado en ocasiones anteriores.
«Hay un aprendizaje. En Venezuela sabemos de reconversión monetaria. Ya hemos visto tres. Somos de los pocos países que han hecho reconversiones. La gente al principio siente nerviosismo, incertidumbre, surgen rumores. Esto es parte del libreto. Pero ya la gente sabe de eso en Venezuela y sabe del tema de quitar los ceros. Se aprende de las reconversiones haciendo reconversiones», opinó.
«No existe el bolívar digital»
De igual manera, preguntado sobre si el bolívar digital le hace honor a su nombre, ante la circunstancia de que aún no se observan muchos billetes, el economista lo calificó como una entelequia y explicó en qué consiste la digitalización de una economía.
«El bolívar digital es una entelequia, un nombre. Yo entiendo por economía digital a un proceso de digitalización, es decir, de automatización de los medios de pago que tiene que ver con el uso de las tarjetas de débito, por una parte, y de los mecanismos de pago usando los teléfonos inteligentes. Eso es lo que es una digitalización. No es que hay un bolívar digital, lo que hay es un proceso de digitalización de la economía que marcha conforme a la capacidad tecnológica del país, el uso de internet, de dispositivos electrónicos», explicó.
¿En cuánto tiempo hará falta otra reconversión monetaria si se mantiene la desaceleración de la inflación?
Días atrás, el Observatorio Venezolano de Finanzas informó que la inflación del mes de septiembre se ubicó en 9,7%, una cifra que remarca la tendencia sostenida en los últimos meses que reflejan una desaceleración de la inflación; que de mantenerse hasta febrero de 2022 representaría la salida de la hiperinflación.
Sin embargo, aunque se mantuviera la tendencia inflacionaria mensaul alrededor de 10%, el nuevo cono monetario no tendría una vida útil más extensa que el bolívar soberano.
«Con una inflación de 10% mensual es claro que la función de la reconversión monetaria no pasa de dos años, máximo tres años. De manera tal que ese es el gran enemigo que tiene la reconversión y que ya han tenido las anteriores por el aumento de los precios que deteriora la capacidad adquisitiva», dijo.
«Creo que, efectivamente la inflación se está desacelerando; hay inflación pero a un menor ritmo, y eso le puede dar un poco más de aliento al cono monetario. Pero de cualquier manera si la inflación se mantiene en torno a 10% mensual, estimo dos años o tres años y medio como máximo para que sea necesario un nuevo cono monetario», concluyó.