El general Manuel Quevedo le dio la estocada final a la maltrecha PDVSA / Foto: PDVSA |
En Manuel Quevedo se hacía patente el precio que pagaba Nicolás Maduro para sostenerse en el poder, entregando cuotas significativas de la economía al alto mando militar, marcando así la caída al abismo de la industria petrolera venezolana, que por décadas fue una referencia internacional.
La primera declaración formal de Quevedo la ofreció en enero de 2018, cuando habló de sus pasos iniciales en PDVSA y de sus logros para elevar la producción. “Los 1,5 millones de barriles diarios (de producción) quedaron atrás. Ya nosotros estamos cercanos a 1,9 millones de barriles de petróleo al día”.
Así lo afirmó aun cuando las cifras de la OPEP daban cuenta de que el bombeo estaba en 1,6 millones de barriles diarios y todo apuntaba a que el declive se profundizaría, debido principalmente a los años de desinversión en el sector.
Pero fue más allá. Quevedo, quien es una ficha directa de Diosdado Cabello, prometió que 2018 sería el año de la recuperación y que la producción remontaría a 2,5 millones de barriles por día, algo que no ocurrió entonces ni ahora.
Firmas como S&P Global Platts ubican la producción petrolera actual de Venezuela en 600.000 barriles por día, pero Quevedo sigue afirmando que hay una recuperación y que en 2020 el bombeo llegará a dos millones de barriles diarios.