En junio, Estados Unidos impuso sanciones a media docena de tanqueros administrados por empresas navieras establecidas. Fue una gran escalada en su intento por sofocar el comercio petrolero de Venezuela.Imagen de archivo del tanquero Europrogress, cuyo nombre ha sido cambiado a Alsatayir, en el Estrecho de Singapur.
Idaed / Reuters
Pero en semanas, una empresa poco conocida con sede en Emiratos Árabes Unidos (EAU) se hizo cargo de la operación de varias embarcaciones que habían transportado petróleo venezolano. Los barcos recibieron nuevos nombres y poco después reanudaron el transporte de crudo venezolano.
La empresa, Muhit Maritime FZE, es una de las tres entidades con sede en los EAU identificadas por Reuters que han transportado petróleo venezolano durante la segunda mitad de este año. Su rol emerge de la revisión de documentos internos de la petrolera estatal venezolana PDVSA y de datos de monitoreo de embarcaciones.
Los tanqueros operados por las tres firmas han transportado desde junio millones de barriles de petróleo producidos por PDVSA, según los documentos internos de la petrolera y una base de datos navieros disponible públicamente.
La actividad muestra cómo EAU, uno de los aliados más cercanos de Washington en Oriente Medio, es un centro de operaciones para empresas que están ayudando a Venezuela a evadir las sanciones estadounidenses.
Estados Unidos presiona la salida del presidente socialista Nicolás Maduro del poder mediante la imposición de barreras a las exportaciones del país rico en petróleo.
Las tres compañías involucradas -Muhit Maritime, Issa Shipping FZE y Asia Charm Ltd- no respondieron a cartas enviadas a sus direcciones, ni a correos electrónicos. Reuters no pudo determinar los propietarios finales de las tres empresas. Sus detalles de propiedad y administración no están incluidos en el registro corporativo de EAU, país que no exige la divulgación pública de información sobre beneficiarios finales.
El rol de las tres empresas en el transporte de petróleo venezolano subraya cómo una serie de entidades poco conocidas han llenado el vacío creado por las sanciones en el comercio, mientras Washington intenta disuadir a compradores y firmas navieras establecidas de facilitar las exportaciones de crudo del país sudamericano.
Un grupo de empresas hasta ahora desconocidas surgió este año como compradores clave de crudo venezolano, informó Reuters en noviembre. La mayoría de esas compañías fueron registradas este año por una firma con sede en Moscú. Rusia es uno de los aliados más cercanos de Venezuela.
Ahora, otras empresas que transportan están siguiendo un patrón parecido.
Las tres entidades emiratíes identificadas por Reuters han armado sus flotas desde principios de 2019 con embarcaciones que desde entonces han hecho casi exclusivamente viajes relacionados con Venezuela, según datos de monitoreo de tanqueros de Refinitiv Eikon y Equasis, la base de datos navieros. Refinitiv, con sede en Nueva York, es propiedad parcial de la empresa matriz de Reuters, Thomson Reuters.
El crudo y los combustibles venezolanos que las tres compañías transportaron representaron alrededor del 3,9% de las exportaciones totales del país sudamericano hasta el 18 de diciembre. El valor del petróleo fue de unos 208,5 millones de dólares a precios de mercado para el crudo Merey, la variedad insignia del país.
Las ventas petroleras brindan un apoyo muy necesario al gobierno de Maduro, aunque Reuters no pudo determinar cuánto se destinó a las arcas estatales. PDVSA a menudo vende su crudo con grandes descuentos y algunos de sus ingresos se destinan a pagar deudas en lugar de generar efectivo.
“Estamos siguiendo de cerca este tipo de esfuerzos creativos de las empresas para evadir sanciones”, dijo un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos en respuesta a preguntas sobre las empresas registradas en EAU. “Quienes están detrás de empresas fantasmas no harían bien en considerarse protegidos de las sanciones”.
El portavoz declinó comentar sobre posibles sanciones futuras, pero agregó: “Tanto amigos de Estados Unidos como adversarios deben saber que sus compañías, empresas fachada y tanqueros siguen siendo vulnerables a sanciones si son cómplices de actividades que faciliten las exportaciones de PDVSA al exterior y los esfuerzos del régimen de Maduro para evadir sanciones”.
El gobierno de EAU dijo en un comunicado que “se está llevando a cabo una investigación exhaustiva” sobre Muhit Maritime, Issa Shipping y Asia Charm. Eso incluye el uso de cambios legislativos recientes “diseñados para mejorar la transparencia corporativa a través de un marco para informar y registrar la propiedad final”, agregó.
“Emiratos Árabes Unidos se toma extremadamente en serio su papel de proteger la integridad del sistema financiero mundial. Esto significa administrar y hacer cumplir activamente las sanciones económicas y comerciales”, señaló el gobierno.
Un representante de la Zona Franca de Fujairah, donde tienen su sede Issa Shipping y Asia Charm, dijo no estar al tanto de la participación de las dos compañías en el transporte de petróleo venezolano. Agregó que la autoridad no es responsable de vigilar las actividades de las empresas registradas en ella.
La autoridad responsable de la Zona Franca de Jebel Ali, donde tiene su sede Muhit Maritime, no respondió a solicitudes de comentarios.
El Ministerio de Información de Venezuela no respondió a una petición de comentarios, ni tampoco el Ministerio de Petróleo, PDVSA y la embajada de Venezuela en Emiratos Árabes Unidos.
Washington ha acusado a otro país sometido a fuertes sanciones, Irán, de utilizar empresas emiratíes para facilitar exportaciones de crudo.
El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos ha sancionado a más de media docena de entidades con sede en EAU este año, alegando que estaban involucradas en compras o intermediación en la venta de petróleo y productos petroquímicos iraníes en violación de sus sanciones y, en algunos casos, en la falsificación de documentos para ocultar el origen.
La misión de Irán ante las Naciones Unidas no respondió a una solicitud de comentarios.
EXPANSIÓN DE SANCIONES
Estados Unidos amplió significativamente las sanciones tras la reelección de Maduro en 2018, considerada por muchas naciones occidentales como fraudulenta. En enero de 2019 impuso sanciones comerciales sobre PDVSA. Firmas estadounidenses de refinación, que hasta ese momento habían sido las principales compradoras del crudo venezolano, no pudieron continuar haciendo negocios con la estatal petrolera.
A principios de 2020, Estados Unidos incluyó en su lista negra a dos unidades de la petrolera estatal rusa Rosneft que se habían convertido en socios comerciales clave para PDVSA. Las unidades dejaron de cargar crudo venezolano en marzo. En junio, Washington sancionó a tanqueros y a sus propietarios registrados bajo la acusación de que habían transportado petróleo venezolano sin autorización.
Determinar quién está detrás de una embarcación puede ser difícil. Los tanqueros suelen tener una empresa operadora a cargo de la tripulación y a veces también de los contratos de fletamento. Esa empresa administradora puede estar separada del propietario registrado, que por lo general es un vehículo de propósito especial que solo posee ese barco. Pero es común que el operador sea propietario del vehículo de propósito especial.
Para la mayoría en la industria, el objetivo del uso de vehículos de propósito especial es proteger a los propietarios y operadores de responsabilidades, no evitar la aplicación de la ley. Aun así, cambios en los registros de propiedad y administración de un barco pueden desdibujar quién tiene el control, especialmente si la embarcación está registrada en jurisdicciones con laxos requisitos de divulgación.
Hasta hace poco, las empresas con sede en las zonas francas de EAU a menudo no estaban obligadas a revelar la propiedad final, dijo Lakshmi Kumar, director de políticas de Global Financial Integrity, un grupo con sede en Washington.
Desde octubre, las nuevas reglas en EAU requieren que todas las empresas emiratíes informen a las autoridades sobre sus beneficiarios finales. Pero las nuevas reglas no requieren divulgación pública, según la firma de contabilidad PwC.
Entre los tanqueros sancionados por el Tesoro estadounidense en junio estaba el Euroforce, operado por Eurotankers Inc con sede en Grecia. El Tesoro luego removió las sanciones sobre los tanqueros.
Entre julio y agosto, Muhit Maritime asumió la gestión de otros tres buques anteriormente operados por Eurotankers, según Equasis, una base de datos alimentada por un grupo de administraciones marítimas.
Los tres barcos habían transportado petróleo venezolano antes del cambio de administración, según los documentos internos de PDVSA revisados por Reuters.
Un representante de Eurotankers, que no quiso ser identificado, dijo a Reuters que la empresa vendió dos de sus tanqueros en el verano a Muhit. “No tenemos ningún tipo de conexión de capital con el comprador”, dijo. No reveló qué hizo Eurotankers con el tercer barco, que Equasis muestra que también pasó a manos de Muhit para su operación.
Los propietarios registrados en los tres barcos también cambiaron en julio y agosto, según Equasis. Dos de los nuevos propietarios registrados identifican sus direcciones como “al cuidado de Muhit Maritime”, y el tercero lista una entidad en Monrovia, Liberia. Ninguno de los propietarios pudo ser contactado para comentarios.
DESTINO ASIA
Los tres tanqueros también fueron renombrados en el verano, según Equasis: Alsatayir, Almada y Alasfal.
Un documento naviero muestra que el 31 de julio, el recién renombrado Almada zarpó con unos 650.000 barriles de crudo Boscán venezolano tras una transferencia de barco a barco desde el Alasfal frente a la costa de Venezuela. Tres semanas después, el 21 de agosto, el Alsatayir cargó otros 650.000 barriles de crudo en una transferencia similar de barco a barco.
Juntos, esos envíos valían alrededor de 40 millones de dólares, de acuerdo con los precios de mercado del petróleo venezolano en ese momento.
El Alsatayir y el Almada se dirigieron a aguas frente a Malasia, donde transfirieron su carga a otros barcos en el mar a mediados de octubre, según datos de Refinitiv Eikon.
El tanquero que recibió el cargamento del Alsatayir se denomina Afra Royal, según los datos y Emma Li, analista de Refinitiv con sede en Singapur. El Afra Royal se dirigió a Qingdao, China, donde descargó 644.715 barriles el 5 de noviembre, muestran los datos de Refinitiv Eikon. El operador y el propietario del barco no respondieron a solicitudes de comentarios.
Los datos de monitoreo no revelaron el destino final de la carga del Almada, que en octubre cambió su nombre de nuevo, su propietario registrado y su operador, según Equasis. Reuters no pudo identificar quién está detrás de las nuevas entidades.
Reuters reportó en junio que 19,7 millones de barriles de petróleo venezolano llegaron en 2019 a China, aliado cercano del país sudamericano, tras transferencias de barco a barco, un proceso usado para disfrazar el origen del crudo.
Un representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo en un comunicado que Pekín “no está al tanto” de que siga llegando crudo venezolano al país. No obstante, China se comprometió a seguir cooperando con Caracas y criticó las sanciones “unilaterales” de Washington y el intento de aplicar la “jurisdicción de brazo largo”.
“NO PODEMOS HACER VIGILANCIA”
Las transacciones con los barcos de Muhit Maritime se parecen a operaciones hechas con anterioridad por otras dos compañías emiratíes: Issa Shipping y Asia Charm.
Issa asumió la gestión de tres supertanqueros de Altomare SA, con sede en Grecia, entre enero y mayo de este año, según Equasis. Altomare no respondió a una solicitud de comentarios.
Los tres barcos son los únicos de la flota de Issa Shipping, revela la base de datos. Issa se estableció en la segunda mitad de 2019, según la Autoridad de la Zona Franca de Fujairah.
Los tanqueros -Kelly, Marbella y Rene- transportaron cada uno cerca de 2 millones de barriles de crudo y combustibles venezolanos en la primera mitad de 2020 tras pasar a la administración de Issa, según un lote de documentos internos de PDVSA. Los informes también listaron a China, Asia y Fujairah como destinos de los buques. Reuters no pudo localizar dónde se descargó finalmente el petróleo.
Asia Charm, mientras tanto, asumió la operación en julio de 2019 de un tanquero que era administrado por la finlandesa Lundqvist Rederierna, según Equasis.
Dick Borman, asesor de gestión de calidad y seguridad de Lundqvist Rederierna, dijo que vender el petrolero “fue simplemente una decisión comercial”, porque ya no se ajustaba al perfil de edad de su flota.
El rastreo de documentos muestra algunas conexiones entre las flotas de Issa y Asia Charm.
El buque que Asia Charm tomó se llama Yoselin, el cual en los últimos meses ha transferido crudo y combustibles venezolanos a otros petroleros frente a las costas del país para su exportación. Entre los barcos que tomaron crudo del Yoselin están Marbella, Kelly y Rene, manejados ahora por Issa.
Yoselin es uno de los 15 barcos de la flota de Asia Charm, muestra Equasis. Todos han realizado viajes relacionados con Venezuela, señalan los datos de Refinitiv Eikon.
Otro aspecto que Asia Charm e Issa Shipping tienen en común: están registrados en una dirección en el mismo edificio de oficinas en Fujairah, según Equasis. El propietario del Yoselin no respondió a una solicitud de comentarios enviada por una dirección de correo electrónico de Asia Charm.
El director general de la Autoridad de la Zona Franca de Fujairah, Sharief Al Awadhi, dijo que la autoridad está al tanto de las identidades de los beneficiarios de todas las empresas registradas allí, incluidas Issa Shipping y Asia Charm, pero no divulga públicamente esa información.
Según indicó, Issa Shipping es propiedad de un individuo en su propio nombre, pero se negó a identificarlo. Al Awadhi dijo que la empresa matriz de Asia Charm era una empresa liberiana del mismo nombre.
Al Awadhi dijo que Fujairah provee información sobre compañías a las agencias de aplicación de la ley si así lo solicitan. Agregó que si hubiera algún indicio de incumplimiento de las reglas, la autoridad lo detendría.
“No estamos aquí para ser incubadoras para cualquiera que quiera jugar con los sistemas y leyes internacionales”, dijo. Pero la autoridad no es responsable de monitorear las actividades de las empresas registradas en su jurisdicción, dijo. “No podemos hacer vigilancia”.
RETORNO AL CARIBE
Washington no ha tenido éxito en forzar la salida de Maduro, pero las sanciones han golpeado al sector petrolero venezolano. Las exportaciones se desplomaron un tercio en 2019, a alrededor de 1 millón de barriles por día (bpd). En octubre bajaron aún más, a 359.000 bpd.
Sin embargo, Caracas sigue intentando mover el crudo. En noviembre las ventas petroleras casi se duplicaron, gracias a la aparición de nuevos clientes poco conocidos.
El repunte coincidió con la ola de cambios de control en las flotas de tanqueros. Un total de 38 de los 75 petroleros que transportaron crudo y combustibles venezolanos entre julio y noviembre cambiaron de propietario, administración o ambos en 2020, según documentos internos de PDVSA y Equasis.
Muchos de los nuevos propietarios u operadores eran empresas poco conocidas como Muhit Maritime. Antes de las sanciones navieras de este año, la mayor parte de los buques que transportaban crudo venezolano eran propiedad de firmas establecidas.
Las 38 embarcaciones transportaron lo que equivale a poco más de la mitad de las exportaciones totales de Venezuela entre julio y noviembre, según documentos de PDVSA. El petróleo tenía un valor de poco más de 1.000 millones de dólares, basado en el precio estimado del crudo Merey al momento de las exportaciones.
Varios barcos administrados por las tres empresas con sede en EAU se encuentran ahora en el Caribe.
El Marbella, operado por Issa Shipping, viajó a Venezuela y cargó casi 2 millones de barriles a principios de diciembre. El Kelly también tenía programado transportar un volumen similar entre diciembre y principios de enero, según documentos de PDVSA.
La flota de Muhit Maritime también está de regreso, según datos de Refinitiv Eikon. A mediados de diciembre, el Alsatayir estaba a 48 kilómetros de la costa norte de Venezuela. Y anclado frente a la península de Paraguaná, al oeste del país, está el Nabiin.
Muhit Maritime se hizo cargo de ese barco en noviembre, según datos de Equasis. Solía tener otro nombre, Euroforce, uno de los petroleros que Washington sancionó en junio.