24 noviembre, 2024 12:07 am

Cómo el chavismo marca el camino para el fraude del 6-D

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El régimen sostiene que aplazar la elección pautada para el 6 de diciembre sería “inconstitucional”, olvidando que el CNE aplazó por cuatro años la elección de concejales. De cualquier manera, aplazar el fraude no haría la elección menos fraudulenta.

El Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) tiene un amplio expediente de decisiones arbitrarias y omisiones que han favorecido al chavismo a lo largo de los años.

Hoy, el ente rector, cuya directiva es ilegítima de origen por haber sido designada por el tribunal supremo chavista saltándose los procesos constitucionales, pretende celebrar una elección fraudulenta descartando argumentos que usó en el pasado.

El alto representante de la Unión Europa (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en un intento por avalar el fraude de Maduro, propuso enviar a Venezuela una misión de observación electoral si se aplazaba seis meses la elección parlamentaria fijada para el 6 de diciembre. El régimen se negó, argumentando que esto significaría «violar la Constitución.

Jorge Arreaza, ministro chavista de Relaciones Exteriores, aseguró que las elecciones de diciembre son inamovibles. “No hay ninguna posibilidad de que nosotros violemos la Constitución”,

El canciller chavista agregó que “sencillamente estaríamos incurriendo en una falta constitucional. Las elecciones deben ser en el año 2020 para que la Asamblea Nacional se juramente en 2021, el 5 de enero. Ahí no hay discusión posible y esta ha sido la posición venezolana desde el principio”.

No obstante, Arreaza obvia las muchas ocasiones en que el CNE ya ha violado anteriormente la Constitución aplazando elecciones. Un ejemplo claro de ello fue cuando el árbitro electoral decidió aplazar por más de cuatro años un proceso comicial en el país: la elección de concejales.

Las elecciones olvidadas

Si bien la elección de concejales no tiene la misma trascendencia nacional que la elección del Parlamento, es un acto que está contemplado en la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE). Dichos cargos ejercen la función legislativa en cada municipio.

Un informe del Observatorio Electoral Venezolano detalla que antes de 2018, los ediles habían sido electos en apenas tres ocasiones en procesos de distinta naturaleza (2000, 2005 y 2013).

En 2009, el CNE incumplió el mandato legal de convocar a elecciones municipales ese año y postergó los comicios de concejales durante cuatro años y cuatro meses.

En aquel entonces, el CNE —bajo las órdenes de Tibisay Lucena— justificó dicha decisión en el artículo 298 de la Constitución. Este impide reformar las leyes electorales seis meses antes de cualquier votación.

Con esta justificación retrasó la celebración de los comicios municipales tras la modificación de la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE), aprobada en 2009 por la Asamblea Nacional de mayoría oficialista. Así, sin previo aviso, el Poder Electoral dejó correr el tiempo, agrega el informe del Observatorio.

Luego de dos anuncios fracasados, el organismo finalmente aprobó la realización de estas elecciones el 9 de diciembre de 2018. En estos comicios serían electos 2 459 legisladores locales de todo el país.

Las elecciones estuvieron marcadas por fuertes irregularidades y la suspensión de los partidos de oposición más representativos para ese momento. El pretexto para la suspensión fue que se negaron a participar en la elección fraudulenta del 20 de mayo en la que Maduro se reeligió sin observación electoral y sin el reconocimiento de más de 60 países.

Máquina electoral del chavismo

La influencia chavista quedó en evidencia cuando a través del Tribunal Supremo de Justicia del régimen –nombrado por la anterior Asamblea Nacional violando los procesos constitucionales– designó en junio a la nueva directiva del CNE, pasando por encima de la Asamblea Nacional, que por ley es la facultada para realizar este nombramiento.

Dos meses después renunció el vicepresidente del CNE designado por el régimen de Maduro.

“La razón fundamental es que sentí que la politización y la situación del país chocaban con mis posiciones tan claras. Eso me creaba sin duda un problema. Yo he tenido definiciones muy claras, he sido un militante democrático aunque tenga mucho tiempo sin estar en un partido político”, declaró Rafael Simón Jiménez.

La dictadura decidió seguir adelante con la elección parlamentaria para la fecha fijada por el CNE chavista: el 6 de diciembre. Sin embargo, haber aceptado la propuesta de la UE de aplazarlas no garantizaba la legitimidad y transparencia del proceso.

Bien lo dijo Elliott Abrams, enviado especial de Estados Unidos para Venezuela: «unas elecciones fraudulentas no son menos fraudulentas si se celebran más tarde».

ElPais

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