El Gobierno venezolano desmanteló una banda que se dedicaba a la mafia del contrabando de combustible hacia Colombia, en cuyo depósito ilegal utilizado para almacenar el combustible, fueron hallados 100.000 litros de gasolina en unos tanques improvisados, así como equipos utilizados para el trasegado, mangueras y motobombas.

RL / Idaed / Elpais

«Hemos desplegado un Plan Antimafias para combatir la distorsión en la distribución del combustible destinado a las estaciones de servicio. En consecuencia, ayer (17 de enero) hemos desmantelado una de las mafias del contrabando de gasolina», indicó El Aissami a través de su cuenta de Twitter.

El ministro detalló que fueron detenidos tres ciudadanos venezolanos, entre los que se encuentra el conductor de cisternas de la empresa Nacional de Transporte, Gerson Contreras Acuña, quien dijo se encargaba de desviar el combustible a galeones ubicados en localidades fronterizas con Colombia, para luego en complicidad con autoridades del Gobierno de ese país pasar la gasolina robada hacia la nación vecina.

El vicepresidente manifestó que la detención de los tres ciudadanos se logró en coordinación con los organismos de seguridad del estado Táchira (oeste), el Ministerio Público y la estatal Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA).

«A propósito de las 3R, resistencia, renacer y revolucionar; el Gobierno Bolivariano no cesará en combatir estas desviaciones que atentan contra los servicios destinados para la satisfacción de nuestro pueblo. Vamos con fuerza, a denunciar estas mafias», señaló.

El sábado, durante el mensaje anual el presidente Nicolás Maduro pidió a El Aissami trabajar para «acabar con las mafias nauseabundas de la distribución de la gasolina».

La escasez de gasolina en Venezuela comenzó a mediados de 2018, principalmente en estados fronterizos con Colombia, a partir de 2019, alcanzó también a los fronterizos con Brasil, y en marzo de 2020 llegó a Caracas.

La administración de Maduro denunció que el bloqueo de Estados Unidos a la estatal PDVSA ocasionó efectos perjudiciales en la producción de gasolina.

Las sanciones de Estados Unidos impiden a PDVSA no solo comprar gasolina, sino también aditivos, repuestos y contratar servicios para el mantenimiento de sus refinerías.