En los tramos finales de la pasada campaña electoral presidencial, Edmundo González Urrutia, uno de los 10 competidores, ya estaba preparando su plan de huida, previendo la violencia que ejecutarían contra Venezuela.
De acuerdo a fuentes consultadas, Edmundo González designó a un intermediario quien le ayudó a diseñar el plan, recomendándole en primera instancia acercarse a José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno de España e integrante del Partido Socialista Obrero Español (Psoe). Esto para que presuntamente hiciera de lobista ante el Reino de España y procurarse el asilo en ese territorio.
El intermediario, cuya voz se oyó en uno de los videos difundidos la semana pasada, tuvo la tarea de marcar la agenda de los pasos finales de González en Venezuela.
Ese plan de huida se comenzó a materializar la misma noche del domingo 28J; ya en las horas finales de ese mismo día, cuando el CNE anunció que el candidato Nicolás Maduro había ganado las presidenciales con 5.150.092 (51,20%), según datos recabados en 80% de transmisión. Luego anunciaron un segundo boletín con 96,84% de transmisión, donde Maduro obtuvo 6.408.844 (51,95%).
Para explicar la situación, el ministro de Asuntos Exteriores de los Países Bajos, Caspar Veldkamp, reveló en una carta hecha pública que, a petición del propio Edmundo González “el día después de las elecciones, decidí ofrecerle hospitalidad en la residencia del Encargado de Negocios del Reino de los Países Bajos en Caracas durante el tiempo que fuera necesario”.
Esa carta se dio a conocer horas después de que González Urrutia abandonara a Venezuela en un avión militar del Reino de España. El excandidato salió de Venezuela el 7 de septiembre pasado, según lo informado en sus redes sociales por la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
Algunas frases de la carta firmada por el canciller holandés reflejan que sabía perfectamente el plan que se gestaba para desconocer el anunciado triunfo del presidente Maduro. Incluso ese canciller adelantó lo que sería el comportamiento de algunos presidentes de la región, enrolados en ese plan que apuntaba a crear las bases para una deslegitimación de Maduro.
He aquí la fraseología que implica al canciller holandés al adelantar opiniones del proceso electoral transcurrido el 28J. “El 28 de julio pasado se celebraron elecciones presidenciales en Venezuela. Un día después, el Consejo Nacional Electoral proclamó a Nicolás Maduro como ganador sin proporcionar la evidencia habitual”, escribe el canciller, sin mencionar los boletines emitidos por el ente comicial.
El canciller holandés da por sentado que en Venezuela existe un rompimiento del hilo constitucional, toda vez que insta a la comunidad internacional a que solicite el “restablecimiento de la democracia y el Estado de derecho”.
En la misiva, el diplomático le dibuja la agenda futura de González Urrutia al revelar que habló con él para persuadirlo de no abandonar Venezuela porque la oposición tenía un papel importante en “la transición hacia la democracia”.
Pero aun con ese palabreo, Caspar Veldkamp no pudo retener a Edmundo González en la residencia diplomática. González tampoco ha explicado por qué salió de la Embajada de los Países Bajos a la de España. Presumen que hay una carta donde explica su decisión.
a desde España, el día domingo 8 emite un primer comunicado donde revela que su salida de Venezuela estuvo rodeada “de episodios de presiones, coacciones y amenaza”.
A los cuatro días de ese comunicado, González es recibido en La Moncloa por Pedro Sánchez, jefe del Gobierno español, quien le dio trato de un dirigente opositor venezolano y no como “presidente”. Después de ese encuentro, González Urrutia declara con palabras que ya antes había escrito el canciller holandés en aquella carta. Es decir, promete seguir “luchando por la recuperación de la democracia…”.
Al día siguiente de ese encuentro Sánchez-González, se despide de Venezuela el embajador neerlandés, Robert Schuddeboom, diciendo que deja a tres amigas: una mata de mango, tres guacamayas y una mata de lechoza que carga frutos todo el año.
Estando en España, González Urrutia es telefoneado por María Corina Machado, quien le hace creer que él es el presidente electo de Venezuela. Las palabras de Machado son replicadas por otros dirigentes opositores venezolanos radicados en España, lo cual hace que el excandidato se afinque en la versión de que fue presionado para firmar una carta hecha pública el 18 de septiembre, en donde él reconocía a Maduro como Presidente de Venezuela.
Ese mismo jueves 18 de septiembre el destinatario de esa carta, diputado Jorge Rodríguez, ofreció una rueda de prensa narrando las circunstancias en que transcurrieron esas conversaciones donde González les pedía ayuda para salir de Venezuela. Incluso cuando ya fue firmada esa carta y otras, el mismo González pidió brindar con un escocés, propuesta que tanto Rodríguez como la vicepresidenta declinaron.
Al parecer la presión ejercida contra Edmundo González proviene de la propia María Corina Machado, quien le han insistido en las últimas horas en la necesidad de echar para atrás esa especie de capitulación reflejada en la carta, con fecha de 7 de septiembre, enviada al presidente de la Asamblea Nacional, en la cual se refiere a Maduro como el “Presidente de la República Bolivariana de Venezuela”.
