Dragon, un enorme petrolero que enarbola la bandera de Liberia, debiera estar flotando en algún lugar de la costa de Francia, según su última señal de GPS.
En cambio, actualmente está a miles de kilómetros de distancia, en Venezuela, donde bajo contrato con el gigante petrolero estatal ruso Rosneft Oil Company PJSC, cargó 2 millones de barriles de crudo, según datos recopilados por Bloomberg e informes de envío. ¿Cómo es eso posible? Debido a que los transpondedores del barco fueron apagaron antes de que ingresara a aguas venezolanas, de acuerdo a los datos.
Según informaciones de envío, la práctica de que los petroleros apaguen sus señales de ubicación ha aumentado en el último mes, después de que Estados Unidos persiguió a una compañía naviera de propiedad china que, según dijo, estaba trasladando crudo para el sancionado Irán. EE.UU. busca presionar al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela al privarlo de ingresos petroleros. No obstante, cada vez más petroleros parecen estar utilizando esta técnica para evitar sanciones, lo que ayuda a impulsar la producción de crudo venezolano que se ha desplomado desde que EE.UU. impuso sanciones.
Venezuela cargó 10,86 millones de barriles de petróleo crudo en los primeros 11 días de noviembre, más del doble del volumen registrado en el mismo período del mes pasado. Aproximadamente la mitad de esos barriles se cargaron en barcos que habían apagado sus transpondedores y luego entregaron cargamentos a China e India, según los datos recopilados por Bloomberg.
Dynacom Tankers Management Ltd., administradora del Dragon, dijo en un comunicado enviado por correo electrónico que “desde enero de 2019 ninguno de los buques bajo nuestra administración ha celebrado ningún contrato con ninguna entidad sancionada por EE.UU., ni ha violado alguna sanción de EE.UU. relacionada con Venezuela”. La compañía no comentó por qué la señal del Dragon ha estado apagada durante las últimas tres semanas ni confirmó si el barco estaba atracado en el país sudamericano.
Rosneft, por su parte, dijo en un comunicado enviado por correo electrónico que tanto la empresa como su subsidiaria RTSA “no fletaron embarcaciones en esta cadena logística”. Sus operaciones que involucran a Venezuela “se basan en contratos alcanzados mucho antes de las sanciones y cumplen plenamente con todas las normas del derecho internacional”. La declaración no abordó específicamente el uso de transpondedores.
Si bien es posible que los transpondedores, también conocidos como sistemas de identificación automática, pueden desconectarse, generalmente no se mantienen fuera de línea durante mucho tiempo. La práctica de esconder barcos que transportan petróleo no es nueva y se puede llevar a cabo con fines competitivos o por otras razones. Irán, otro miembro de la OPEP sancionado por el gobierno de EE.UU., también usa barcos ocultos para exportar su petróleo.
Recientemente, EE.UU. apuntó a importadores y exportadores chinos de petróleo como Zhuhai Zhenrong Co. y una unidad de COSCO Shipping Corp. por, supuestamente, manipular crudo iraní. Zhuhai y COSCO habitualmente operan sus buques con la señal encendida, según muestran los datos de seguimiento de buques.
La producción petrolera venezolana —paralizada por las sanciones estadounidenses que han limitado a sus compradores y restringido el acceso a los petroleros— se desplomó a un nuevo mínimo de 16 años de 644.000 barriles diarios en septiembre, cortando los fondos que el régimen de Maduro necesitaba con urgencia. Embarcaciones y tanques de almacenamiento llenos de petróleo no vendido han obligado a los operadores a cerrar la producción en la frontera productora de petróleo de Venezuela conocida como Faja.
A principios de este año, Venezuela enmascaró las entregas a Cuba al renombrar algunos buques sancionados y apagar el sistema de rastreo satelital, según datos de envío. La administración Trump quiere cortar el suministro de petróleo al país caribeño porque ayuda a pagar la asistencia de inteligencia, defensa y seguridad a Maduro, dijo el Departamento del Tesoro de EE.UU.
La desconexión se hizo más común después de que compañías como Unipec, el brazo comercial del gigante petrolero estatal chino Sinopec, prohibió el uso de los petroleros que han operado en puertos venezolanos durante los últimos 12 meses.
Aunque Unipec redactó un anexo oficial a sus contratos de transporte, otros evitan informalmente los barcos que tienen a Venezuela como último puerto de escala, según personas con conocimiento de la situación.
La demanda de petróleo venezolano se elevó este mes cuando la estatal Petróleos de Venezuela SA recuperó clientes, incluida la refinería india Reliance Industries Ltd. Por otra parte, Tipco Asphalt Public Co. Ltd., una refinería de Tailandia, también retoma el comercio del petróleo venezolano en noviembre, tras de dos meses de ausencia.