La inflación sigue desbocada en Venezuela y ya han empezado a circular por las calles los billetes de 200 mil bolívares, pero apenas llegan a 10 céntimos de dólar (menos de 10 céntimos de euro) en el mercado de cambio. “Es absurdo que sigan produciendo billetes y la economía se derrumba” dice Eduardo, un venezolano residente en Caracas.
EB / Idaed / libertaddigital
El Banco Central de Venezuela informó a principios de mes de que planeaba introducir billetes 200 mil, de medio y de un millón de bolívares. Pero ni siquiera, la Fábrica de la Moneda venezolana da a basto para producir tanto dinero en metálico en un país donde sigue utilizándose a diario, por ejemplo para el transporte.
Venezuela terminó el 2020 con una inflación del 3.713%, según la oposición. Una tasa que no ha dejado de crecer desde que en 2017 el país entrase en hiperinflación socavando el poder adquisitivo de los venezolanos y devaluando el billete nacional a un ritmo abrumador. Para frenar este fenómeno económico, producto de crear masa monetaria sin ningún tipo de control, el Gobierno decidió quitarle cinco ceros al bolívar. Algo que sirvió de poco.